La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Ni idea. Al comienzo de cada año, escriba lo que cree que traerá el año para la inflación, tipos de interés, etc y luego compruebe los aciertos

Moisés Romero - Martes, 30 de Noviembre

Llega la hora de las escopetas de feria. Las firmas de Bolsa se apresuran a publicar sus pronósticos para el año que viene y a fijar precios objetivos, marcadores de los índices, valores favoritos y demás. Es la ceremonia ancestral. Hasta no hace mucho, el 90% de los participantes en esta danza coincidían en que las Bolsas subirían un 10 %. Nunca supe por qué. Quizá, porque algún afamado analista y gestor así lo decidió dado que en algún ciclo y durante varios años sucedió eso, que las Bolsas subieron alrededor del 10 %. No es el caos desde hace años. La irrupción de los bancos centrales en el mercado, con un intervencionismo atroz, y el monólogo de las tecnologías, han anulado este fenómeno. Hoy, no obstante, me centro en otro asunto. "Al comienzo de cada año, escriba lo que cree que traerá el año para la inflación, las tasas de interés, el crecimiento económico y el desempeño de varias clases de activos. Examine los resultados reales al final del año. Después de unos años, lo entenderás", diceValueStockGeek@ValueStockGeek

Y así es, cada año tiene su protagonista. Su cisne negro. No solo de pandemias viven los mercados de acciones ni otros mercados. Hace años era la prima de riesgo. Luego, la geopolítica. También, los populismos y diversos acontecimientos electorales. El cambio climático comienza a pisar fuerte. El teletrabajo ha cambiado la forma de trabajar y la comunicación entre las partes.

La robótica y la Inteligencia Artificial harán más ruido de lo que lo hace ahora ¿Inflación? Ya Veremos. Sí sabemos que la gente mira para otro lado cuando se habla de los vacíos, que ha construido la pandemia. El desempleo y la presión impositiva, que llegan, generarán más pobreza y pondrán sobre las cuerdas los modelos empresariales y políticos conocidos. Conforme se levante alfombras post-COVID, mayores serán las decepciones en materia de empleo e impuestos. La pandemia ha maximizado lo que era un proceso rápido y letal para muchas empresas y trabajadores: la Gran Revolución Tecnológica. Muchos trabajadores, de todos los sectores, no están preparados. Tendrán que reconvertirse, pero quizá no tengan tiempo para ello. Eso sucede en todo el mundo.

"Nos hemos centrado tanto en el potencial de recuperación de los sectores sensibles a los virus en los últimos meses, que me pregunto si otros sectores tienen los niveles de personal deseados dada la demanda actual. Eso sería preocupante; aunque los datos sobre vacantes y salarios no lo confirman. Porque esto se parece más a una pausa o un destello, un recordatorio de que este ciclo se comportará de manera extraña, impredecible y, para la comunidad económica, humillante." (vía Greg Ip@greg_ip)

Y ya saben: en el mundo de la Bolsa muy pocos analistas, gestores y bancos de inversión tiran piedras contra su tejado. Los que deciden tomar un camino contrario son despedidos o, en su defecto, condenados a vivir en el Departamento de Documentación, un destino muy digno y gratificante, pero vilipendiado y ultrajado en la jerga popular. Se entiende como un castigo, que es lo que sucede en la mayoría de las ocasiones.

Hay frases magistrales en la Historia de la Bolsa, ahora manchada por la intervención masiva de los bancos centrales. Hoy recojo la de Warren Buffett. Me viene al pelo:  "Nunca le preguntes a un peluquero si necesitas un corte de pelo". Es tan obvio como difícil plasmarla en una conferencia, un diálogo o un libro. Tan difícil como la Bolsa misma, a la que muchos la han tomado por el pito del sereno. Nunca le digas a un gestor de un banco o a un comercial, que recomiende no invertir en Bolsa, fondos de inversión, SPAC, criptomonedas o todo lo que genere corretajes, comisiones.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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