La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Asunto:

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 01 de Julio Hace unos días recibí un mail de un lector.

“(...) me gustaría comentarle algo, por mi interés en todo tipo de bioenergia hace tiempo indagando en Internet descubrí que los alemanes llevan años desarrollando lubricantes, valvolinas, aceites hidráulicos etc. de base vegetal, y ya los tienen en el mercado; son totalmente biodegradables pero tienen la pega de que son carísimos .... ahora me doy cuenta, carísimos si dispones de derivados del petróleo en abundancia, si no los tienes…

También he llegado a la conclusión de que la única alternativa que tenemos para paliar esta crisis es volver al campo en la búsqueda de absolutamente todas las alternativas energéticas al petróleo, la eficiencia, el ahorro ... y alguien que lidere esta batalla y no lo hay”.
ilustraciónEn mi respuesta, entre otras cosas decía:

“Ojo con el tema del coste. Algo puede ser caro porque se compare con otra cosa, por ejemplo, el carbón: cuando el precio del crudo estaba por los suelos no era rentable explotar carbón, cuando subió ...; pero, independientemente de eso, el coste del proceso productivo de algo es el que es: si, por ejemplo, para producir un bien se necesita como reactivo Osmio, el precio de ese producto será muy elevado porque el Osmio es muy caro; otra cosa es que se produzca porque no haya sustituto; ¿cuál será la consecuencia?, pues la regulación de la utilización y del consumo de ese bien ... que es hacia lo que yo pienso que vamos.

Sí, Alemania es superpuntera en temas químicos: en la II Guerra Mundial obtenían gasolina a partir de carbón, por ejemplo.

El petróleo es fuente de tres grupos de cosas: combustible, energía y varios. Hacia el 2050 el tema energético quedará resuelto, dicen, con la energía de fusión; resuelto eso será muy barato generar hidrógeno (antes es un mito si no se consigue energía barata) y utilizarlo como combustible (independientemente de que se utilice chatarra vegetal: si el precio de la energía baja, el procesamiento de esa chatarra vegetal será más barato).

Si el pick-oil del mundo se halla en algún momento entre el 2012 y el 2030 (según quien lo calcule), quiere ello decir que las vamos a pasar putas unos cuantos años, pero bueno; sin embargo, a mi lo que más me preocupa es el “varios”. El crudo es materia prima de más de 30.000 bienes esenciales para nuestro modo de vida, desde abonos a plásticos, pasando por lubricantes, siguiendo por medicamentos y acabando en fluidos hidráulicos y fibras textiles, y para todo eso no hay sustituto, al menos no lo hay a un precio asumible y en las cantidades necesarias; y de eso no se está diciendo ni pío; me pregunto porqué.

Pienso que los líderes, los conductores, aparecen cuando son necesarios, si lo hacen antes son tachados de visionarios o de locos. Quiero pensar que hay grupos pensando en todo esto. ¡Ojo!: grupos, no individuos: el individualismo ya no está de moda; pienso que serán grupos de expertos quienes liderarán el proceso”.

Más. También hace unos días, unas semanas, más bien, recibí un mail con un “Asunto” muy sugerente: “Curso acelerado sobre mercados de valores”. Lo abrí: era de una de las personas que, de vez en cuando, me envía cosas. Decía lo siguiente:

“Una vez llegó al pueblo un señor muy bien vestido, se instaló en el único hotel de la localidad, se dirigió a las oficinas del periódico local, y contrató la inserción de un anuncio en la única página con que contaba el rotativo; el mensaje decía que estaba dispuesto a pagar diez dólares por cada mono vivo que le trajeran.

Los campesinos de la zona, que sabían que los bosques estaban repletos de simios, salieron corriendo a cazarlos. El hombre, como había prometido en el aviso, compró los cientos de monos que le trajeron a diez dólares el ejemplar.

Como ya quedaban muy pocos monos en el bosque y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés, por lo que el forastero colocó un nuevo anuncio ofreciendo veinte dólares por cada mono que le trajeran, lo que nuevamente incentivó a los campesinos a peinar la floresta en busca de primates.

De nuevo fueron mermando los monos, por lo que el hombre elevó la oferta a veinticinco dólares, lo que devolvió a los lugareños a los bosques a capturar los pocos monos que quedaban, hasta que ya fue casi imposible encontrar ni un solo simio más. Llegado a este punto, el hombre ofreció entonces cincuenta dólares por mono.

Debido a urgencias en otros negocios, el hombre tuvo que ausentarse de la localidad por lo que dejó a cargo del asunto de los monos a un ayudante que a los efectos había hecho venir. Una vez que el hombre había abandonado el pueblo, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles:

Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró. Les ofrezco vendérselos a treinta y cinco dólares la unidad; así, cuando mi jefe regrese, se los venden ustedes por cincuenta tal y como ha prometido.

Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula y esperaron el regreso del jefe, pero desde el día en que se produjo la compra no volvieron a ver ni al ayudante ni al jefe. Lo único que continuaron vieron fue una jaula repleta de los monos que habían comprado con los ahorros de toda su vida”.

Curioso.

(Madoff: el tema de moda. ¡Es un estafador!. ¡Venganza!. Claro, claro, pero cuando ofrecía y pagaba rentabilidades subiesen o bajasen las Bolsas nadie decía ni pío; y había tortas para ser admitido en su club.

Pienso que aquí se han producido dos fenómenos que por separado son tremendos pero juntos son explosivos. Primer fenómeno: “La avaricia rompe el saco”, y no entro a valorar si la avaricia es buena o no, sólo digo que no existen los sacos de resistencia ilimitada. Segundo fenómeno: una persona puede aguantar muchas cosas, pero que le engañen ... y que, encima, ese engaño haya sido producido tras implorar la entrada en el tinglado donde le han engañado ...

Y luego está aquello de lo que no se habla: ¿cómo pudieron llegar las cosas hasta donde han llegado?; y surgen las teorías paralelas: que si parte de los fondos estafados sirvieron para financiar operaciones -políticas, militares, económicas- que no pueden salir en los libros de cuentas, que si Bernard Madoff no es más que la parte visible de un tinglado muy profundo, que si no va a vivir muchos años porque es muy mayor, ... Algo si que parece, cuanto menos, raro: que una persona sola pudiera montar y administrar un tinglado de 65.000 millones y, a la vez, continuar con su vida de cada día.

En fin, dentro de cuatro días nadie recordará el asunto porque habrá cosas más importantes de que hablar, que es como debe ser, ¿no?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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