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Buscando un puesto de trabajo.

Santiago Niño Becerra - Jueves, 25 de Septiembre

Empiezo diciendo que lo que viene es difícil de creer. Hace unos días una lectora me remitió un mail. En él me hablaba de su hijo. Decía así:

 

“(Nombre de su hijo) ha estudiado Ingeniería Industrial de (nombre de una especialidad) en (nombre de una universidad española).  Ha aprobado siempre todas las asignaturas con buenas notas y se ha sacado el grado en cuatro años incluyendo el proyecto. El inglés es su lengua paterna. También ha estudiado alemán.

Durante la carrera se apuntó a diversas ofertas para becarios a través de la Universidad sin que consiguiese ningún trabajo porque el horario de clases era totalmente incompatible con los horarios de las empresas.

En su día se fue a visitar una empresa del sector en (nombre de una ciudad española), ofreciéndoles hacer el proyecto de fin de carrera para ellos, diseñando (nombre de un tipo de aplicación), en un formato que todavía no existe en el mercado.  La empresa aceptó la propuesta, pero no así su universidad, así que tuvo que descartarlo.  Propuso a la empresa que le pagaran por el trabajo, pero la empresa no quiso, sólo lo aceptaba si era gratis y patrocinado por la universidad.

En el último cuatrimestre, mientras preparaba el proyecto fue entrevistado por (nombre de tres compañías multinacionales españolas). En (nombre de una de estas) casi le habían dado el trabajo, cuando al final se lo denegaron porque alegaron una promoción interna. En (nombre de otra) le dieron muchas esperanzas, pero al final le dijeron que las decisiones las tomaba la central. En (nombre de la restante) le exigían un master para entrar de becario.

Cada día hacía búsqueda activa de trabajo, y lo único que consiguió fue una oferta de venta de colchones puerta a puerta, sin salario fijo. Se tenía que poner él el coche y sufragar los gastos. Lógicamente les dijo que se lo ofrecieran a otro.

Desde los 8 años ha tenido por hobby los juegos de estrategia. Es todo un experto en esos juegos y ha participado en muchas ligas, ha ganado trofeos, ha diseñado trofeos, ha organizado torneos, y en el último año ayudó en la orientación de dos nuevos comercios del sector en (nombre de una ciudad española). Por su trabajo le remuneraban en especies, o sea “miniaturas”. También ha comerciado por internet vendiendo miniaturas montadas y pintadas en España y en el extranjero.

Llegado el mes julio y recién graduado, ante las malas perspectivas de conseguir un trabajo decidió tomar él las riendas del asunto.  Llamó a USA a un jefe de la central de una empresa de miniaturas y se ofreció para comercial. El americano le dijo que en USA es muy difícil dar un trabajo a un extranjero porque se tiene que justificar que no se puede cubrir con un nacional. Pero al hombre le debió de caer con gracia, y le dijo que en UK iban a realizar una selección de comerciales en breve, y que les mandara un mail haciendo referencia  a él.

Así lo hizo. En UK buscaban un vendedor senior, y mi hijo no se adecuaba al perfil. Pero insistió tanto que el jefe de la empresa le puso en el proceso de selección y resultó que le despertó su atención. Después de varias entrevistas por teléfono y tests no psicológicos, sino relacionados con el trabajo que debería desempeñar, le dieron un trabajo.

Digo un trabajo, porque para el puesto han contratado un senior tal y como se habían planteado, pero además han cogido a mi hijo de aprendiz.

Ya está trabajando en (nombre de una ciudad británica). Pienso que con lo espabilado y conocedor del producto que es, no tendrá demasiadas dificultades en salir adelante. Él está muy contento porque ha conseguido un trabajo de su hobby, en el área comercial que ya le gusta y con un sueldo que aquí sería impensable cobrar.

Sus estudios no han servido para su inserción en el mundo laboral, porque una de las preguntas que le hicieron fue: Y tú, habiendo estudiado Ingeniería, ¿cómo puedes aceptar un trabajo de comercial?.  Le ha valido la experiencia con las tiendas y los torneos.

Bueno,  él tuvo una respuesta adecuada porque quería el trabajo, pero yo no la tengo. Cuando en la ceremonia de graduación, el Delegado del Rector les dijo a los graduados: “Y ahora marchaos a UK a servir cafés en los bares que es lo mejor que podéis hacer!”  Yo pensé en lo mal que está la universidad.

Queda patente que en muchos casos los estudios sirven para saber enfocar mejor el trabajo, pero lo que importa, como usted dice, es la especialización. Sin ese hobby, del que yo he renegado tantas veces, porque lo veía como un juego, y que él veía como una oportunidad, ahora mismo estaría aburriéndose y desanimándose en casa”.

Obviamente, le pregunté:

“Vale con que no encontrase ningún empleo en España, pero con ingeniería y tres idiomas, ¿no encontró nada relacionado con sus estudios en ningún país europeo?”.

A lo que respondió:

“Pues se apuntó al programa EURES a través del SOC. Por cierto la funcionaria que le atendió le dijo que lo más fácil sería encontrar un trabajo de una empresa española que buscase a un nativo de otro país de la UE. Le sugirió que se apuntase con su pasaporte inglés y la dirección de nuestra familia en UK.  Se apuntó a una oferta, y hasta que no se resuelve ésta, no puedes apuntarte a ninguna otra.

En cuanto a Alemania, una muy buena amiga mía de (nombre de una ciudad alemana) le ofreció que fuese a su casa tres meses para perfeccionar el Alemán y así poder buscar trabajo en alguna empresa del sector automóvil de allí, pero el siente mucha más afinidad con los ingleses y estadounidenses.

Lo de trabajar con ése empleo en UK lo ve como una oportunidad para saber si le gusta el área comercial, y prepararse para ascender posiciones en ésa u en otra empresa, y si no, con 22 años puede rectificar y hacer un master relacionado con la ingeniería y derivar hacia la parte más técnica.

En todo caso tenia obsesión por encontrar un trabajo, porque casi todos sus amigos son licenciados de Física, Biología, Geografía, etc. etc. y sólo ha encontrado trabajo uno que no es licenciado de nada, que sabe muchos idiomas, y que su madre lo ha enchufado en un buen puesto. Él ha visto que los amigos que llevan dos años sin encontrar trabajo están desesperados, y por nada quería que le sucediese algo así a él”.

Le escribí:

“No sé si es debido a la especialidad que escogió su hijo, pero es increíble que un ingeniero con idiomas no encuentre trabajo en España aunque sea un subempleo. Se me ocurre otra cosa: escasez de contactos. ¿Realizó alguna búsqueda a través de embajadas en bolsas de trabajo de empresas?. En cualquier caso una cosa está clara: en términos generales la oferta de trabajo es superior a la demanda”

A lo que me respondió:

“En Consulados y Embajadas, excepto la británica, no fue. Pero fue a las ferias de trabajo de (nombre de una universidad de la ciudad en la que estudió), donde contactó con (nombre de dos de las empresas anteriores, y donde contactó con los Directores de RRHH a quienes causó buena impresión porque estuvieron intercambiando emails. También fue a la feria de trabajo/empresas de (nombre de la universidad anterior) que fue donde contactó a (nombre de la tercera de las empresas citadas).  Uno de los profesores de la (universidad en la que estudió) que apreciaba mucho el trabajo de (nombre de su hijo), le dio el trabajo, pero no tenía la posibilidad de colocarlo en ninguna empresa porque “no hay trabajo ni para becarios”.

Cierto es que él tenía escasez de contactos, aunque algunos contactos en el mundo empresarial tenemos su padre y yo, y algo intentamos, pero no surtió efecto. Incluso propietarios de empresas, se están encontrando con no tener donde colocar a sus hijos, lo cual parece increíble o falso, pero le aseguro que es verdadero. Conozco tres casos. Es más, en cuanto han sabido que mi hijo se ha ido a trabajar a UK, me han dicho que ojalá el suyo encontrase un trabajo donde fuese.

Estoy segura que no es cuestión que el chico no se haya movido, y no tenga tablas, de hecho yo misma me quedaba asombrada de su madurez y forma de enfocar las entrevistas.  El caso es que el mercado laboral está arrasado.

(Acababa con un comentario sobre enchufes de hijos de altos cargos públicos que no me atrevo a reproducir)”

Lo dejé aquí. Impresiona, ¿verdad?

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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