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Carburantes (Bio)

Santiago Niño Becerra - Jueves, 17 de Abril Yogures bio, bebidas bio, envases bio, carburantes bio. (¿Sexo bio?).

Es curioso el follón que se está liando con el tema de los carburantes bio: hace un par de años se decíт­a que era aberrante que la UE dedicase más del 35% de su presupuesto a un sector, el agríт­cola, que tan sólo generaba el 2% del PIB comunitario; también se decíт­a que también era una aberración que los maiceros y los algodoneros USA estuvieran subvencionados e impidiesen la competencia de los paíт­ses subdesarrollados; por no hablar de las aberraciones que suponíт­an los aranceles USA y UE a las exportaciones de esos subdesarrollados. Hace un par de años, de los combustibles bio se hablaba en los blogs raros, y se sabíт­a que Brasil hacíт­a funcionar motores de excplosión con un alcohol que sacaba de vegetales -“Claro, como allíт­ hay tantos”, se decíт­a-, y poco más.

En un par de años ambos temas han dado un giro espectacular, y en ello han influido tres elementos. Por un lado, algo de lo que nadie hablaba empezó a ocupar las primeras páginas y los primeros minutos de los medios: la demanda de productos alimenticios de los BRIC estaba creciendo debido a que su renta estaba aumentando; por otro, las consecuencias de las reducciones en la producción de productos agrarios que las diferentes Comisiones Europeas han ido forzando desde hace dos décadas parece que, de golpe, manifestaron toda su potencia; por otro más, pareció que todo bicho viviente se puso a producir biofuel debido a que el biocombustible se transformó en la panacea que nos iba a solventar todos los problemas energéticos que en el planeta fuesen a producirse. Lo más sorprendente es que esos tres elementos se manifestaron a la vez.

No voy a extenderme en los intríт­ngulis del tema porque son conocidos, tan sólo resaltar tres aspectos y una consecuencia. Los aspectos. 1) La demanda de productos agrarios, mejor dicho, la evolución de su tendencia muestra una senda que no se corresponde con la de la de su oferta, 2) Si USA destinase el 100% de su superficie agraria a la producción de biofuel, tan sólo podríт­a atender el 10% de su demanda energética, 3) Si China tuviese una tasa de automóviles por 1.000 habitantes semejante a la de USA, China absorberíт­a el 100% de la oferta de crudo del planeta.  Las consecuencias. A) De la noche a la mañana, de golpe, como por arte de magia, el Sector Agrario, vilipendiado, marginal, cutre, se está convirtiendo en el protagonista de la fiesta y todas (las economíт­as) quieren que les conceda un baile, B) De la noche a la mañana, también, de sobrar de todo en campo, se ha pasado a faltar de todo en las tiendas de productos agrarios y/o a ser esto caríт­simo.

Claro, claro, yo soy el primero que digo que la crisis que viene va a ser una crisis de recursos (no sólo de commodities, que maníт­a) pero aún asíт­ me sorprende. Estamos un porrón de años diciendo que sobra maíт­z, y lechugas, llevamos un montón de tiempo berreando que con el petróleo vamos a tener problemas. Se reduce la producción de productos agrarios en todas partes. Nos bombardean con que un signo de progreso es que todos vayamos con cuatro ruedas: dos delante y dos detrás; y un buen díт­a: el diluvio.

Empiezan a subir los precios de los productos agrarios alimenticios, empiezan a bombardearnos con historias terribles de paíт­ses subdesarrollados que deberán pagar hasta el 75% más por los alimentos -de origen agrario, claro- que deben importar, nos acojonan con que los BRIC van a arramblar con todo el grano del planeta porque, de pronto, su renta les permite importar todo lo que quieran, nos alucinan con un petróleo rozando los 115 USD. Se habla de hambre, de hambrunas; si la gripe aviar apareciese de golpe (no se descuiden) y estuviese nublado una semana seguida, en los titulares de los medios volveríт­amos a la Peste Negra y al siglo XIV. ¿Qué está sucediendo?.

Posiblemente no deberíт­a estar sorprendido porque puede el inicio de una crisis de recursos sea esto: como jamás hemos visto una y las hambrunas medievales quedan tan lejos !. Me quedo con el mensaje: oferta de recursos decreciente (no demanda creciente, eso es otra cosa), demanda decreciente por decaimiento de las necesidades de esos recursos (caíт­da en la actividad) y de las posibilidades de pago (población ocupada a la baja), enlentecimiento creciente en la actividad económica con una demanda en decrecimiento (subconsumo) y una oferta que, aunque en disminución, continuará teniendo una capacidad superior a la demanda (sobreproducción), regulación financiera creciente (creditización en descenso).

Una crisis de recursos es eso y da lugar a eso, y si durante unos meses nos cuentan que en el 2010 vamos a estar tan bien que vamos a atar los perros con longanizas, pues vale.

(Y en esta historia de tomates a precio de caviar y de cereal que cotiza como los diamantes, ¿se han dado cuenta que ni su madre está hablando de las semillas transgénicas (ni la madre de las semillas, quiero decir), ni de lo fantásticas que seríт­an para resolver el hambre en el planeta y para incrementar la producción de biocombustible?. ¿Será porque aún debemos profundizar más, mucho más, en esta crisis de recursos a fin de que la población acepte cosas que cuando “el mundo iba bien” no aceptaban?. ¡Sssssh! (Ten Years After, 1969)).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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