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Carta a un Comisario europeo

Santiago Niño Becerra - Lunes, 01 de Octubre Sr. Joaquíт­n Almunia, Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios.

Distinguido Señor.

Me han sorprendido sobre manera las declaraciones por Ud. efectuadas el pasado 27 de Septiembre en un encuentro con periodistas de varios medios europeos, y me ha sorprendido porque es sorprendente que Ud., una persona que hasta ahora siempre se ha manifestado en la líт­nea del “Europa va bien”, haya reconocido temores en relación al futuro económico europeo; asíт­ mismo, también me ha sorprendido que Ud., un alto cargo de lo que podríт­amos denominar la Administración europea, haya dicho lo que ha dicho, porque lo que Ud. ha dicho, Sr. Almunia, es muy fuerte.

Ud. admitió que todo en este mundo gira entorno a USA, es decir, que si hay problemas en USA aparecerán problemas en todas partes. Ud. reconoció que el crédito es básico para que la rueda económica continúe girando, ya que si los flujos de crédito se enlentecen (ya no digamos que se detengan) la rueda económica se parará. Ud. manifestó que la confianza es lo único que mantiene la unidad de los elementos que posibilitan las relaciones económicas; no existen bases como tales, tan sólo confianza, por lo que se acepta lo que se cree, y se cree aquello en lo que se confíт­a.

Sinceramente, Sr. Almunia, me sentíт­ hondamente preocupado al leer sus palabras, porque Ud., hace tan sólo unas semanas, decíт­a lo opuesto de lo que ahora dice, pero, sobre todo, porque sus palabras infundíт­an temor, y ya sabe lo que en estos casos se dice: “si esto es lo que cuentan, ¿cómo estarán las cosas en realidad?.

Por otra parte, me permito hacerle una reflexión. No es que el dólar USA se esté depreciando como causa de las turbulencias financieras que en USA se han producido, el dólar se está depreciando porque la economíт­a USA depende de la confianza que los demás tengan en ella, y esa confianza se está deteriorando debido a que esos demás se están planteando si continúan siendo tan fuertes como para seguir sosteniendo a la economíт­a USA. Pero existe otra razón para la depreciación del dólar si cabe de más calado: esos demás están viendo que el negocio que para ellos representaba tal sostenimiento puede que ya no sea tanto negocio como era. El problema es que se ha montado un tinglado en el que el dólar es fundamental: sabrá Ud. que, a pesar de las alabanzas que en relación al euro se cantan, nueve de cada diez transacciones que en el planeta se efectúan se realizan en dólares.

Y, para finalizar, un comentario. Dijo Ud. que la apreciación del euro abarata las compras de crudo que Europa realiza; cierto, pero, ¿no cree Ud. que esa ventaja puede ser meramente temporal?. El petróleo cotiza en dólares, por lo que quienes producen y mueven el petróleo en el planeta, entiendo que no les hará mucha gracia que el dólar se vaya depreciando porque, entonces, el valor de lo que obtienen por su petróleo será cada vez menor. La salida natural a esa situación es un aumento del precio del barril a fin de compensar ese menor valor por la víт­a de un mayor ingreso; si eso sucede, y si ese aumento supera la depreciación del dólar respecto al euro, Europa, o bien tendrá que poner más euros encima de la mesa para obtener los dólares que le pidan por el crudo que adquiere, o bien deberá aumentar el valor del euro a fin de obtener, con igual cantidad de euros, más dólares. Si Europa imprime más euros, al margen de que ello generará inflación, el valor del euro se reducirá y Europa no habrá ganado nada con la medida, más bien al contrario; si Europa aumenta el valor de su moneda víт­a aumentar los tipos de interés, ya sabemos que sucederá. ¿De verdad piensa que la depreciación del dólar favorece a las compras de petróleo que Europa realiza?.

Vuelvo a decir que me he quedado muy preocupado leyendo sus palabras, Sr. Almunia, muy preocupado, porque sus palabras me llevan a pensar que la gente tiene razón cuando dice que las cosas están mucho peor de lo que Ud. asíт­ como otros políт­ticos y prohombre de empresa, manifiestan.

Reciba un muy cordial saludo.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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