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Culpas

Santiago Niño Becerra - Viernes, 01 de Mayo "La culpa es de la mala suerte", y, bueno, si se sustituye "mala suerte" por "evolución de las cosas" OK, así es; el problema es que todas las economías están mal, pero la española está peor: mucha más población para generar un PIB de bajo valor que cada vez va a ser menos necesario; y recuerden: "Lo necesario es -va a ser- lo importante". (Es mío, ya saben, pero lo pueden usar).

Ejemplo. A día de la fecha las reservas de turistas británicos para el Verano de Ibiza han caído el 17% (El País, 12.04.2009, Pág. 19). ¿Qué quiere decir esto?, pues que este Verano van a venir menos ciudadanía británica a lugares como San Antonio, británicos que beberán menos metros de cerveza y comprarán menos camisetas pachangueras, lo que generará menos PIB y contribuirá a que la caída de la economía española sea mayor.

Es positivo que vengan menos turistas de estas características a San Antonio de Ibiza, el problema es que no van a ser sustituidos por otro tipo de turismo porque hacer turismo no va a ser algo “necesario”; la consecuencia inmediata: menos población activa va a poder ocuparse, la siguiente: el PIB va a caer. A la economía española se le están cerrando puertas, pero no se le están abriendo ventanas, pura y simplemente porque no tiene ventanas que abrir.

El Gobierno del reino, en general, y la señora Ministra de Economía, en particular, podrán decir lo que quieran y encantar todas las serpientes que quieran para intentar continuar sorprendiendo a una población crecientemente empobrecida, sobre todo hasta el 7-J, pero cada vez les va a resultar más difícil. Pienso que se equivocan en su proceder, pero es mi punto de vista. (¿se han dado cuenta de lo calladito que está el principal partido de la oposición?, dicen cosas: fuegos de artificio, pero saben que nada efectivo puede hacerse, y esperan; ¿qué?, ¿unas elecciones anticipadas forzadas por una población cada vez más cabreada?).

La culpa, la situación. Pienso que se está cometiendo un error, generalizado, en gran parte involuntario. Es en relación al perfil de esa situación. En “V”, en “U”, en “W”, en “L”. El País del 12.04.2009, en su Pág. 20 publicaba un conjunto de opiniones muy interesantes. Lo que yo veo: lo que viene va a ser tan horrible que se quiere transmitir la sensación de que EL milagro es posible, que lo que está sucediendo tiene forma de “V”, que ya se están percibiendo mejoras (lo del “rayo de esperanza” del Presidente USA: brutal), y que en un año y medio, máxime dos, saldremos del pozo (y algunos de quienes eso dicen decían que después de la Semana Santa que acaba de pasar todo resuelto). Y se justifica, y se realizan comparaciones con otras recesiones del pasado.

Entiendo que el problema existe en dos niveles distintos. 1) lo-que-ahora-estamos-viviendo no es “la crisis”, sino la situación previa a la crisis que se manifestará cuando ya se hayan agotado los efectos que están produciendo los planes de ayuda-estímulo, y 2) lo que viene no es una recesión convencional, sino una crisis sistémica, por lo que ninguna comparación es válida excepto la comparación con la Gran Depresión: otra crisis sistémica.

Y ahora viene mi interpretación personal: muchos de quienes dicen que lo-que-ahora-estamos-viviendo tiene forma de “V”, sean gobernantes, o no, saben que no va a ser así, pero lo dicen por lo de EL milagro (¿No ha mejorado la confianza de los consumidores USA?). Bueno, cada uno dice lo que considera oportuno decir hasta que la evidencia fuerza a decir otra cosa. Últimamente hemos tenido muchos ejemplos de estos, demasiados. Insisto: es mi interpretación.

A quienes les va a importar relativamente poco la letra va a ser a los trabajadores de General Motors y a los de Chrysler: les van a vender / les están vendiendo una moto que no va a funcionar o que no va a funcionar (no: no se trata de una errata). A cambio de futuras dotaciones a sus fondos de pensiones les van a ofrecer un puñado de acciones de las “nuevas” compañías que salgan de la reestructuración. Es apropiado hablar hoy de esto. Muchas compañías USA -todas las grandes- crearon seguros médicos y fondos de pensiones a fin de cubrir unas necesidades no cubiertas o muy malamente cubiertas por el Estado, para comprar fidelidades, y, de paso, para sacarse unos dólares; nada de eso es hoy pertinente, de tal modo que aquellos fondos de pensiones se han convertido hoy en monstruos inaguantables.

Entre las empresas y sus trabajadores se van a desarrollar diálogos como este:

Empresa: “No vamos a poder continuar nutriendo estos fondos, las cosas, ahora, van de otro modo; por lo que os vamos a dar estas acciones”.

Trabajadores: “Pero, tal y como van las cosas, es posible que dentro de tres o cuatro años estas acciones no valgan ni lo que se pague a peso por el papel en el que están impresas; y con eso no vamos a poder comer cuando estemos jubilados. Tenemos que aceptar promesas no-posibles a cambio de realidades imposibles”.

Empresa: “Ya. Pero es lo que hay”.

(Más. Una supermultinacional del mundo de la telefonía ha lanzado una tarifa para desempleadas/os. ¿Será para que les salgan más baratas las llamadas que tendrán que realizar en su búsqueda de un empleo?).

(Más aún: el Comisario Europeo de Asuntos Económicos se ha referido, también, a las pensiones: es el tema de moda. El Señor Almunia dice que hay que reformarlas. ¡Mira que se está dando vueltas al asunto!. ¡Mira que se está mareando el hecho de que se va a pegar un tijeretazo a las pensiones!. Las pensiones se instituyeron para que la gente que ya no podía trabajar pudiese seguir consumiendo algo, se mantuvieron para frenar el “peligro rojo” tras la II Guerra Mundial (en Europa, en USA no existía tal peligro: tenían, entre otros, al Senador Joseph McCarthy), se incrementaron para ganar votos y para que los hijos de los jubilados pudiesen dejar de ayudar a sus ancestros y, así, incrementasen su consumo; ahora se reducen porque ya no hacen falta. Pero la población tiene que concienciarse de que es necesario que le bajen las pensiones, pues hala: a seguir con el lavado de coco).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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