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Economías periféricas: o doble recesión o Depresión

Carlos Montero - Miercoles, 15 de Junio Los economistas de UBS señalan que los recientes datos de crecimiento mundial han decepcionado un poco a los inversores, provocando preocupación sobre una posible doble recesión o incluso una depresión. Para ayudar a ilustrar las diferencias de la situación económica actual - que UBS etiqueta como un bache suave "totalmente previsible", compara 2011 a la década de 1930 (recesión), y también a la doble recesión de la década de 1980. UBS dice que es evidente que la economía mundial de hoy en día carece de muchos de los problemas que prevalecieron en crisis anteriores. Sin embargo, las similitudes entre la actual desaceleración en la periferia de la zona del euro y las crisis anteriores (en particular la década de 1930) son mucho más marcadas.

A nivel mundial lo que tenemos es un bache suave en el crecimiento (llamado también “soft patch”) - predecible, y nada serio siempre y cuando el crédito siga siendo positivo. No hay un claro paralelismo con las décadas de los ‘30 o los ‘80. Como el equipo de economistas de UBS ha dicho en varias ocasiones, el escenario de crédito actual es muy diferente a anteriores episodios de doble recesión. Sin embargo la periferia de la eurozona no tiene una posición tan positiva.

Atrapada en una unión monetaria que no funciona, y obligada por las circunstancias a repetir algunos de los errores de las políticas de la década de los ‘30, para la periferia de la eurozona la situación actual presenta algunas características de depresión.

Comenzamos por comparar la política monetaria.

A finales de la década de los ‘30 la Reserva Federal se embarcó en un tensionamiento de tipos desde 1936, mientras el Tesoro comenzó a esterilizar la entrada de oro. El movimiento de la Fed fue provocado por el exceso de reservas bancarias y la creciente preocupación por la inflación. La Fed no creyó que el incremento en los requerimientos de reservas animara una contracción y su movimiento quiso prevenir una burbuja especulativa.

En 2011, la política monetaria en la eurozona puede considerarse pro-cíclica, exagerando la naturaleza de la caída económica en los países periféricos. La subida de tipos se está incrementando en un momento donde las economías periféricas están hundiéndose más en su propia debilidad económica.

Ahora la comparativa se ciñe a los mercados laborales.

El desempleo se mantuvo alto por la Depresión a principios de la década de los 30. Sin embargo, la implementación del Acta Wagner lideró un aumento de los salarios cuya consecuencia fue unos despidos masivos en 1937.

En la periferia de la zona euro el desempleo es alto y en general en ascenso. Grecia, Portugal e Irlanda - a pesar de que este último país haya implementado medidas de flexibilidad - han visto como el desempleo crecía de forma imparable.

Comparando el comercio internacional.

El comercio internacional se mantuvo muy débil a finales de los años 30 en un ambiente de proteccionismo.

El comercio en los países periféricos ha seguido el ritmo, en general, del total de la eurozona. Hay una recuperación desde los niveles extremadamente depresivos de 2008-2010, pero no hay señales obvias de una ventaja comparativa para las exportaciones de los países periféricos.

El crédito bancario.

El crecimiento de los préstamos en los Estados Unidos a finales de la década de los años 30 cayó a un nivel menor que el experimentado antes de que la Reserva Federal elevara los requerimientos de reservas. La inflación se ralentizó durante este periodo, por lo tanto en términos reales la desaceleración en la creación del crédito fue menor, pero todavía evidente. La gravedad de la depresión anterior había, sin embargo, reducido el papel de intermediación del sector bancario, así que la ralentización del crédito fue un problema menos directo para la economía.

El crecimiento del crédito en la periferia de la eurozona se mantiene restringido. El crédito hipotecario en Grecia está cayendo a una tasa incluso más alta. El crédito al consumo en Portugal está en descenso. La situación del sistema bancario en Irlanda y sus consecuencias son ya bien conocidas.

Por lo tanto, UBS cree que las economías de los países periféricos se encaminan a una Depresión o en el mejor de los casos a una doble recesión




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