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EE.UU. está en su lecho de muerte

Carlos Montero - Miercoles, 23 de Agosto

Tras los últimos acontecimientos políticos en EE.UU., tras la convulsa administración Trump, tras la dificultad del gobierno para sacar adelante sus principales iniciativas políticas, tras la pérdida de prestigio de este país a nivel global, me gustaría rescatar una interesante reflexión que el economista Hugo Salinas Price realizó hace ya varios meses sobre este país, que lleva liderado el mundo desde hace ya más de seis décadas. Veamos:

Estados Unidos no tiene salvación. Está como un hombre moribundo, tirado en su cama, mientras los doctores lo examinan y consultan entre ellos, pero no se atreven a dar su opinión razonada a los familiares del moribundo, que es: "El paciente EU no tiene remedio. No podemos hacer nada. Va a morir en poco tiempo."

La causa de la muerte fue que el paciente se desangró en el curso de 73 años, primero bajo el régimen del oro como moneda mundial con el suplemento del "dólar igual de bueno que el oro" (1944-1971), y seguido por el período 1971 hasta la fecha, del sistema monetario mundial basado en el puro dólar de papel (y recientemente, dólar digital).

En una retribución apocalíptica, el Karma de castigo por cometer un abuso, los EU mismos se han hundido irremediablemente: Dictaron el sistema monetario mundial en 1944, pero cuando vieron que no tendrían oro para pagar el petróleo que tendrían que comenzar a comprar a Arabia Saudita en 1971, entonces suprimieron al oro como alternativa a recibir dólares, y quedó como dinero mundial el dólar de papel o digital.

Podemos dar como ejemplo el caso de España en su relación con la Nueva España de la Colonia.

España extraía y se llevaba de México y de Perú, enormes cantidades de oro amarillo y plata, sin tener que pagarlas, porque naturalmente, siendo Nueva España parte de España, no había necesidad de pagar el oro amarillo. Simplemente, se embarcaba y se enviaba a la Madre Patria.

En el caso de EU y Arabia Saudita, los EU se vieron en la necesidad de comenzar a importar enormes cantidades del "oro negro" - el petróleo - en 1971. No se lo podían llevar nomás así, lo tenían que pagar. Si hubieran los EU invadido y colonizado a Arabia Saudita tras conquistar las fuerzas armadas de Arabia Saudita, pues entones se hubieran podido llevar todo el petróleo sin pagarlo, como hizo España con el oro y la plata de México y el Perú. Pero no fue así: conquistar a los árabes estaba en chino, y los americanos no hubieran querido colonizar a Medio Oriente.

Así que la solución de 1971 fue: no entregar dólares redimibles en oro, a Arabia Saudita, sino entregar papeles llamados dólares, o asientos bancarios en esos dólares, que resultó lo mismo que no pagar, porque los dólares no son más que números. Así que los EU consiguieron el oro negro sin mayor problema - en realidad de gratis, pues pagaron con dólares que no tienen existencia real.

Ahora el paciente está en su lecho de muerte: Deuda interna colosal; gastos que incurre su sector militar/industrial por $635 mil millones de dólares (solamente durante el año pasado) y que no hay forma alguna de frenar sin cerrar miles de industrias dedicadas a producir armas y parque que no sirven para nada, y echar a la calle a decenas de miles de técnicos muy bien pagados que trabajan en esas industrias, inventando nuevas tecnologías para matar gente.

Tienen enormes gastos sociales para mantener en paz a millones de personas que no trabajan sino que viven del gasto del gobierno para comer, para pagar su renta, para curar sus malestares.

Las industrias que producen automóviles en EU ya tienen que casi regalar sus automóviles, pues la población está empobrecida y tiene que comprar a crédito a largo plazo, o alternativamente, tomar en arrendamiento su auto nuevo y descartarlo a los dos o tres años, para rentar otro más nuevo - lo que ha dado por resultado una saturación del mercado con autos usados en venta que compiten con la venta de los nuevos que llegan por millones cada año.

Las magníficas industrias americanas productivas de antaño, no pueden regresar por los altos costos de operación en EU, y si pudieran regresar, no tendrían clientes, porque los hábitos de consumo de los americanos han cambiado y ya resultarían obsoletas las industrias de antaño.

En síntesis, la lista de males que aqueja a EU no tiene fin, y por eso los médicos anuncian su muerte próxima. El Presidente Trump no podrá hacer nada para aliviar los males del paciente, porque cualquier cosa que haga sólo empeorará su condición. Su Presidencia será una lista de iniciativas fracasadas que van a acelerar la defunción definitiva del paciente.

El problema mundial está en que en su agonía, el paciente EU decida desatar una última guerra mundial, en la cual perecerán la casi totalidad de los propios americanos bajo los superiores misiles nucleares de los rusos y los chinos.

Tomemos nota y vámonos curando en salud: volvamos a pensar en monetizar la plata, ese gran tesoro que yace en nuestro territorio y que puede resultar en la salvación política de México, como gran factor de esperanza y unión nacional.




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