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EE UU debe equilibrar sus ingresos fiscales

Reuters - Lunes, 09 de Abril

Los estadounidenses podrían verse obligados a sufrir un recorte en sus salarios si quieren comenzar lidiar con la profundización de la crisis de deuda de Estados Unidos, dijo un ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional.

Para Simon Johnson, los beneficios tributarios de la era de George W. Bush representan de hecho un alza salarial que los estadounidenses aceptaron felizmente en el 2001, pero a expensas de la disciplina fiscal del país.

"Nos dimos una gran alza salarial con los recortes impositivos de la era Bush y francamente no es sustentable", aseguró Johnson, cuyo nuevo libro sobre el déficit de Estados Unidos y los desafíos de deuda fue publicado el martes.

El título del libro, "Casa Blanca en Llamas", se refiere a un episodio de la guerra de 1812, cuando los británicos atacaron la Casa Blanca y el Capitolio.

La ofensiva subrayó la falta de ingresos por impuestos en un naciente Estados Unidos que necesitaba defenderse de sus enemigos, y una lección sobre el manejo cuidadoso del presupuesto que el país atendió durante siglos.

En el libro, Johnson y James Kwak cuentan la historia de cómo esa disciplina fiscal comenzó a desmoronarse en la década de 1980 con las políticas de bajos impuestos del gobierno de Reagan.

La carga neta de la deuda pública de Estados Unidos alcanza ahora un total estimado de un 78% del producto interno bruto y va rumbo a aumentar.

Johnson y Kwak culpan de la deuda a los dos partidos políticos de Estados Unidos, debido a que no comprendieron la importancia de mantener el superávit que el Gobierno tenía hasta el 2001.

En el corto plazo, controlar las finanzas de Estados Unidos depende en gran medida de lo que Washington decida hacer con los beneficios tributarios salariales de la era Bush cuando expiren el 31 de diciembre, afirman los autores.

"Hay un momento interesante e importante a fines de este año, cuando los recortes de Bush expiren, y hay una posibilidad real de que el presidente (Barack Obama) pueda vetar (la extensión de) tales rebajas impositivas", dijo Johnson en la entrevista.

Las cifras involucradas son enormes. Una extensión permanente de los beneficios tributarios a los ingresos personales y a los bienes raíces aumentaría el déficit público de Estados Unidos, actualmente estimado por el FMI en cerca de un 8% del PIB, en cerca de otro 3% del producto interno bruto para el 2021, dice el libro.

Si los recortes de Bush expiran y Obama es reelecto, él podría proponer sus propias rebajas impositivas como exenciones a las nóminas de pago que podrían eliminarse gradualmente dependiendo de la salud del mercado laboral, sostuvo Johnson.

"Sería muy difícil que los republicanos se resistan a votar por eso", agregó.

En el posible caso de que Washington no pueda resistirse a la tentación de volver permanentes las rebajas de impuestos de la era Bush, el Congreso debería actuar rápido para mostrar su intención de comenzar a reducir el déficit al acordar algunas medidas limitadas, aunque probablemente dolorosas.

El libro propone soluciones que van desde incrementar el impuesto a las nóminas para la seguridad social en un punto porcentual, reducir la exención tributaria por seguro de salud para los empleados, aplicar un impuesto a la toma excesiva de riesgos de instituciones financieras y reducir la deducción de intereses hipotecarios, entre otras.

Un nivel mínimo de alza de impuestos ayudaría a equilibrar el presupuesto sin perder planes sociales, como Medicare, Medicaid y las pensiones, afirma.

Esas medidas serían suficientes para reducir el déficit y hacer bajar la deuda hasta un nivel más cómodo de un 50 por ciento del PIB para el 2030, estiman Johnson y Kwak.

"Este libro no está promoviendo un gran Gobierno", dice Johnson. Sus estudios durante su periodo en el FMI muestran que el ratio de recaudación respecto al PIB de Estados Unidos está cerca de sus mínimos históricos desde la Segunda Guerra Mundial.

Al mismo tiempo, sostiene que cualquier Gobierno necesita dar a sus ciudadanos los necesarios programas de seguridad social como seguro de salud para los ancianos.

Por lo tanto, dicen Johnson y Kwak, ahora es el momento para actuar antes de que la cada vez más anciana población de Estados Unidos haga las cosas incluso más difíciles.

La amenaza que representa la deuda para Estados Unidos no es inmediata, afirmaron.

Con inversionistas locales y extranjeros ávidos de bonos del Tesoro, denominados en lo que sigue siendo la mayor moneda de reserva del mundo -el dólar-, Estados Unidos puede lidiar con los niveles de déficit y deuda actuales, e incluso con una nueva crisis financiera mayor o una guerra casi sin perder el ritmo.

"Pero no deberíamos asumir que tendremos esa capacidad por siempre", dijo Johnson a Reuters en una entrevista en Times Square, destacando cómo las cosas pueden empeorar fácilmente, citando a la crisis de deuda de Europa como ejemplo.

En el largo plazo, los votantes aceptarán sacrificios para garantizar que la deuda nacional caiga a niveles sostenibles o serán los inversionistas en bonos los que lo hagan por nosotros, aunque de una manera mucho más brutal, tal como lo están haciendo con Grecia o Irlanda.

"Una manera es mucho mejor que la otra", dice el libro.

Johnson sostiene que es hora de restaurar la disciplina fiscal que los Padres Fundadores aprendieron de la manera difícil. El cree que los estadounidenses tomarán la decisión correcta.

"Como dijo Winston Churchill: 'los estadounidenses siempre hacen lo correcto después de agotar todas las demás posibilidades'", concluyó.




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