La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

El Ibex, de nuevo, en manos del ladrillo. Y decían que ya no habría otra burbuja

Mar Revuelta - Viernes, 01 de Septiembre

Ha llegado el ladrillo disfrazado de SOCIMIS a la Bolsa. De aquí a diciembre se incorporarán al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) entre 10 y 15 socimis adicionales. Si se cumple la cifra, entre 45 y 50 sociedades de estas características cotizando para finales de año. Importante: la vía de penetración es el denostado y muy criticado MAB. Luego, si no hay fiascos, como los que ha habido en este mercado, llega el salto al mercado continuo y, a continuación, al Ibex. La historia, por tanto, se repite. El estallido de la Gran Crisis cogió en pelotas, apalancados hasta las cejas, a los dueños de las inmobiliarias, que eran, al mismo tiempo, las compañías líderes del Ibex español. Un Ibex enladrillado, que lo desenladrillaron para volverlo a enladrillar. Época marcada por la compra de participaciones bancarias (BBVA) por inmobiliarias (Sacyr Vallehermoso) y de energéticas (altos porcentajes en Repsol e Iberdrola, la primera por Sacyr Vallehermoso y la segunda, por ACS). España no saber vivir sin el ladrillo. Vuelta a las andadas.

Se cumplen ahora 10 años del principio del fin de uno de los episodios bursátiles que pasarán a los anales de la historia de la Bolsa española por volumen de dinero movilizado, pero no pagado (todo era apalancamiento y más apalancamiento). También, por la acumulación de despropósitos en todas direcciones. Diez años después, de la opamanía que dirigieron los entonces reyes del ladrillo, no queda ningún rescoldo. Las acciones han caído a niveles próximos a cero y el sector inmobiliario ha estado a punto de desaparecer. Sector, no lo olviden, que se encaramó a las primeras posiciones del Ibex durante los tres años anteriores al estallido de la Gran Crisis. Recuerde que se escribía, entonces, que la española ha sido una Bolsa de grúas, con algunos tratantes a la sombra de la trena. Una Bolsa, también, de OPA de tahúres. Primero lanzaba uno una oferta, luego venía el rival, que desenfundaba las pistolas y poní­a un precio más alto a la cabeza de la empresa opada. A continuación, el primero que lanzó la piedra volvía a lanzar otra pedrada más grande. Al final, llegó la autoridad competente y dijo que había que subastar a la Reina de Corazones. La banca se ha quedado con todo, fruto de la ejecución de garantías.

Diez años después, los antiguo reyes del ladrillo que (se) disparaban a matar para conseguir la mejor pieza, están arruinados. Unos y otros se acusan de traiciones, de haber hundido los precios de las acciones inmobiliarias en Bolsa. Ha sido el fenómeno caótico, ruinoso y violento más rápido de la Bolsa española. La velocidad de caída de las cotizaciones de las compañías inmobiliarias no tiene precedentes en el mercado español, ni siquiera con los sucesos del crash de octubre de 1987. Lo peor, además, es que la mayor parte de los actores no han tenido capacidad de reacción. Muchos proyectos han quedado en el aire y los inversores más entusiastas se han vuelto a quedar colgados de la brocha..."

El apalancamiento basado en un apalancamiento previo y éste en otro apalancamiento anterior evolucionó hasta finales de 2006 como una gigantesca bola de nieve, que ha aplastado a muchos, incluso a gran parte del entramado económico nacional. Esa es la clave: siete años después seguimos en España sin encontrar el recambio al ladrillazo. La primavera ha entrado de golpe., con temperaturas propias de verano, y todo el mundo sigue mirando al cielo esperando el milagro ¿dónde está el recambio? ¿cuándo y cómo saldremos de esta Gran Crisis Económica, esta Gran Crisis Sitémica?

Hay efectos colaterales, fichas de dominó que se empujan unas a otras en una cadencia de desequilibrio final. Primero sucumbieron las empresas y empresarios endeudados hasta las cejas  y, casi a continuación, quienes prestaron el dinero. Se insiste en que hay que relanzar el crédito, pero unos y otros insisten en que aún queda mucho tiempo para que el dinero prestado por los bancos comience a fluir.

Y llegó la transmutación y aparecieron las SOCIMIS...¡Tengan mucho cuidado!




[Volver]