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El “Italexit” podría estar en camino

Carlos Montero - Jueves, 03 de Noviembre

El Europa ha encajado bien el shock producido por el Brexit, pero ahora vislumbra la posibilidad de que Italia pueda estar dirigiéndose a la puerta de salida de la zona euro. Y esto debería ser motivo de gran preocupación para las autoridades económicas europeas y mundiales. Si bien es posible pensar en una Europa sin el Reino Unido, es difícil concebir que algo parecido a la eurozona pueda sobrevivir a la salida de Italia, el tercer mayor país miembro de la zona euro.

También es difícil imaginar que la desintegración del euro no fuera un acontecimiento económico globalmente sistémico.

 

La perspectiva de que Italia pueda estar camino de la salida del euro dentro de un año o dos está lejos de la fantasía. Después de todo, los resultados económicos de Italia en el euro han sido poco menos que tristes. "Ocho años después de la Gran Recesión Económica de 2008-2009, la economía italiana sigue estando un 6 por ciento por debajo de su pico pre-2008 y su tasa de desempleo se mantiene atrapada por encima del 11 por ciento. Igualmente preocupante es la proyección del Fondo Monetario Internacional de que la esclerótica economía italiana solamente recuperará su nivel de producción de 2008 en 20252, comenta Desmond Lachman en The Fiscal Times.

"Las repercusiones políticas de los años de decepcionantes resultados económicos serán pronto puestas a prueba en las urnas. En una fecha aún por especificar de noviembre, Italia celebrará un referéndum sobre la reforma constitucional, que implica principalmente una propuesta de racionalización de su parlamento bicameral. Con el primer ministro Matteo Renzi comprometido a renunciar si pierde el referéndum, la oposición ha convertido este referéndum en un voto de no-confianza al gobierno.

Un período prolongado de incertidumbre política es la última cosa que la esclerótica economía italiana necesita ahora. Su sistema bancario está cargado de una morosidad que equivale a alrededor del 18 por ciento de sus préstamos pendientes, y la deuda del sector público se ha elevado al 135 por ciento del PIB.

Sin embargo, en el caso de que el Renzi pierda el referéndum de noviembre, la incertidumbre política es precisamente lo que obtendría Italia. Es muy posible que se tuvieran que convocar nuevas elecciones parlamentarias. Como mínimo un voto negativo en el referéndum envalentonaría al populista partido de Cinco Estrellas, que ya está al nivel del Partido Democrático de. Renzi en las encuestas y que se ha comprometido a sacar a Italia de la eurozona. Esto no infundiría nada de confianza en los depositantes de los bancos de Italia o los poseedores de deuda pública.

La razón por la que los políticos europeos deben temer un período prolongado de incertidumbre política italiana no es simplemente que la economía italiana esté muy débil y que sus bancos estén en la cúspide de una crisis. Más bien es que, a diferencia del caso de Grecia, Irlanda y Portugal, Italia es simplemente demasiado grande para ser salvada por medio de préstamos del Sistema Monetario Europeo o a través de la compra de bonos por parte del Banco Central Europeo.

Italia es demasiado grande para salvarla en parte porque es actualmente el tercer mayor mercado de deuda pública del mundo, con más de 2 billones de euros en deuda pública. Por otra parte, los bancos italianos tienen activos por un total de más de 4 billones de euros y alrededor de 360.000 ​​millones de euros en créditos morosos. Estas cifras eclipsan las cifras de otros países de la periferia económica europea.

Italia puede tener suerte y Renzi ganar el referéndum. Si eso llegara a ocurrir, es probable que aproveche la ventana de estabilidad política que tal resultado le proporcione. Podría utilizarse para continuar con las profundas reformas económicas estructurales que han estado durmiendo en el cajón y que son tan necesarias para que la economía italiana se mueva de nuevo.

Sin crecimiento económico, hay pocas esperanzas de que Italia pueda restaurar su sistema bancario, ya sea para sanarlo o para que cumpla con sus obligaciones de deuda."

Fuentes: Fiscal Times




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