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Empresas zombi amenazan a rescatada banca española

Reuters - Lunes, 25 de Junio

zombieLos bancos españoles tienen más brío después de que España acordase una inyección de dinero europeo para limpiarlos de activos tóxicos en el sector inmobiliario, pero la refinanciación de compañías moribundas en otros sectores podría hacerlos volver a la sala de urgencias. Por optimismo o desesperación, los bancos españoles han refinanciado miles de millones de euros de deuda a pequeñas y grandes compañías, incluidas las inmobiliarias, para evitar que quiebren y también para evitar la provisión de esos préstamos mientras esperan la ansiada recuperación económica, dijeron fuentes financieras. Pero con un desempleo al alza, la caída del consumo y una vuelta a la recesión, la recuperación parece lejana incluso después de que el Gobierno español anunciase un acuerdo para inyectar a sus bancos hasta 100.000 millones de euros de sus socios europeos. "A menudo los bancos han continuado dando apoyo a las compañías en escenarios de casi insolvencia en lugar de afrontar las pérdidas, provisionarlas y forzar a la compañía a la liquidación. Esto ha sido muy habitual", dijo Alberto Manzanares, experto en refinanciaciones de la firma legal Clifford Chance en Madrid.

La tasa de morosidad en el sistema bancario español ya ha alcanzado un máximo de 18 años en el 8,37 por ciento en marzo, y los costes de financiación han aumentado para España, empujando al país al núcleo de la crisis de deuda europea.

Se prevé que aumenten los impagos a medida que la recesión arrastra a más familias y compañías, mientras que una auditoría del sector encargada por el Gobierno español podría hacer aflorar las refinanciaciones de compañías insolventes.

El Banco de España no ofrece datos de refinanciaciones, pero Bankia, uno de los protagonistas de la crisis bancaria tras solicitar 19.000 millones de euros en ayudas públicas, y Popular salieron al paso recientemente para admitir un aumento en las posibles pérdidas en deudas de empresa.

Bankia casi duplicó las provisiones contra su cartera crediticia de 69.000 millones de euros para empresas no inmobiliarias, con una cobertura del 6,8 por ciento, mientras que Popular desveló una cobertura del 7,9 por ciento para 79.000 millones de euros en créditos fuera del sector del ladrillo.

"Bancos como Bankia tienen más deuda inmobiliaria pero todos han refinanciado deuda corporativa. Eso es la patada de la lata", dijo Enrique Quemada, jefe del asesor de fusiones y adquisiciones ONEtoONE Capital Partners.

EMPACHO DE DEUDA

La deuda del sector privado español al margen del sector financiero es del 134 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), superior a la de cualquier gran economía del mundo excepto Irlanda, donde los datos están distoisionados por la presencia de multinacionales extranjeras, según un informe sobre deuda global publicado en enero por la consultora McKinsey.

Esta gran deuda data de los años de vino y rosas de España a finales de la década de 1990 y los inicios de la de 2000, cuando las cuentas de las compañías se emborracharon de créditos baratos. Como en todas las buenas fiestas, el precio a pagar ha sido una resaca terrible.

"Es difícil encontrar una compañía que no haya refinanciado en los últimos años. Al banco le interesa mantener viva la compañía, no sólo para evitar pérdidas, sino porque los empleados de la compañía o sus proveedores probablemente también tengan hipotecas y créditos con el banco", dijo el abogado y experto en quiebras José Luis Corell.

Entre el 50 y el 60 por ciento de los negocios españoles ha necesitado algún tipo de refinanciación en los últimos tres años, retrasando el pago de la deuda aportando nuevas garantías, dijo el jefe de riesgos de un banco.

Además de Bankia y Popular, Reuters consultó a 11 bancos, pero sólo Sabadell proporcionó detalles, diciendo que tiene una cartera de crédito a empresas no inmobiliarias de 56.000 millones de euros, con una cobertura del 7 por ciento.

Muchos bancos dijeron que la refinanciación forma parte de los acuerdos habituales con los clientes y el director financiero de uno de los principales bancos españoles minimizó el peligro de una nueva ola de impagos de pymes en una recesión, diciendo que "de lejos la gran mayoría de refinanciaciones han sido apropiadas".

El Gobierno conservador de España ha forzado a los bancos a reconocer más de 80.000 millones de euros en posibles pérdidas ligadas al mercado inmobiliario, pero para sorpresa de muchos no se aplicó a las refinanciaciones.

"La cartera de pymes es a su vez muy vulnerable a una economía en recesión y (en este escenario) las entidades financieras tendrán que ir dotando provisiones para cubrir la cartera de pymes", dijo María José Lockerbie, directora general de Fitch Ratings, en una presentación en Madrid en mayo.

Credit Suisse calcula que cuatro de los principales bancos españoles - Santander, BBVA, Sabadell y Popular - deberían provisionar 65.400 millones de euros más por préstamos no inmobiliarios, llevando la cobertura al 7,3 por ciento desde el actual 2,2 por ciento.

GANANDO TIEMPO

Excluyendo los bancos, las compañías que cotizan en el índice de principales valores españoles, el IBEX-35, tienen una deuda combinada de 222.000 millones de euros, superando su capitalización de mercado de 216.000 millones, según datos de Thomson Reuters.

No es un secreto que bancos españoles hayan apuntalado a compañías consideradas "demasiado grandes para caer", como ACS , uno de los mayores grupos de construcción y servicios del mundo, que tenía una deuda de 9.000 millones de euros en 2011 frente a un resultado bruto de explotación de 2.300 millones.

Los bancos han retrasado el pago de 1.400 millones de euros de deuda de ACS que iba a vencer este año hasta julio de 2015, y la compañía cuenta con que la venta de activos ayude a devolver 1.000 millones de euros antes de enero.

"A lo mejor las refinanciaciones han sido un tema para algunas de las compañías grandes de inmobiliaria o construcción pero los bancos no han tenido los fondos para apoyar a las pequeñas", dijo Rubén Manso, economista en la consultora Mansolivar & IAX y ex inspector del Banco de España.

De hecho, hasta 1.958 compañías se declararon en bancarrota en el primer trimestre, un 21 por ciento más con respecto a un año antes, y la mayoría eran pequeñas firmas y negocios relacionados con la construcción.

Entre otras compañías cotizadas, firmas deficitarias que van desde el grupo de tecnología Ezentis a la fabricante de materiales de construcción Uralita han refinanciado deuda este año.

Ezentis y Uralita dijeron que sus acuerdos de refinanciación, con los que pretenden ganar tiempo para devolver su deuda, reflejaban la confianza de los bancos en planes de negocio que tenían un importante foco internacional.

"Muchas compañías que no pueden pagar sus deudas están pidiendo a los bancos tres o cuatro años para diseñar planes estratégicos para vender activos cuando el mercado haya mejorado. Tenemos en marcha dos o tres de esos procesos en este momento", dijo Manzanares.

¿Pero qué pasa si la economía de España se deteriora aún más?

Según un estudio de ONEtoONE basado en 210.000 firmas españolas con una facturación superior a los 2 millones de euros en 2009, el 22 por ciento estaban "seriamente endeudadas", con una deuda superior a cinco veces su ebitda.

PROMESA ROTA

El Banco de España se negó a hacer comentarios más allá de explicar sus normas para el reconocimiento de la morosidad. Las mismas permiten la refinanciación de los préstamos antes de que se conviertan en impagados y que los préstamos en los que sólo se paga el interés se consideren al corriente en los libros de las entidades.

El regulador también vigila especialmente las refinanciaciones corporativas a gran escala para asegurarse de que no se llevan a cabo para encubrir deuda de mala calidad, según los estatutos del banco. Sin embargo, no fiscaliza refinanciaciones de empresas más pequeñas.

"(Los bancos) están haciendo daño a las (empresas) buenas porque no quieren dejar caer a las malas, y eso es lo que está haciendo daño al tejido empresarial español", dijo Quemada.

Los jóvenes emprendedores están haciendo lo que pueden para apartarse de una economía española que era muy dependiente del sector de la construcción, apuntando a mercados más enfocados en la tecnología y con potencial exportador.

Sin embargo, el crédito a las empresas viene reduciéndose desde 2008, lo que lleva a que tanto las compañías sanas como las nuevas iniciativas tengan muchos problemas para prosperar. El total de préstamos cayó un 4,2 por ciento a 944.000 millones de euros en 2011.

Además, si se otorga un préstamo, se hace a un precio muy alto.

"Somos jóvenes, con una empresa con muchas posibilidades, pero los bancos nos están asfixiando, prestando el dinero a unos intereses carísimos", dijo Lourdes Jiménez, socia de Baum Control, una pequeña empresa de servicios tecnológicos.




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