La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“Esta vez nos hemos equivocado: el pregonero tenía razón y no lo hemos seguido…”

Moisés Romero - Sabado, 10 de Agosto

pregonero"El pregonero tenía razón esta vez y no lo hemos seguido, presa del miedo y del desconcierto, abatidos como estamos y obsesionados por la Gran Crisis que se nos ha echado encima. Atemorizados por los miles de muertos caídos en el campo de batalla de la Bolsa y, obsesionados, con echarnos la mano al bolsillo siempe que pasa algún vendedor de motos, no hemos tomado cartas en el asunto, no hemos participado de la bacanal bursátil. Sí, considerabámos que en esta ocasión nos estaban vendiendo una nueva moto y que las Bolsas no iban a poder salir de la ciénaga. Pero los bancos centrales se han empeñado, siguen empeñados en hacer de su capa un sayo y de ponerse el mundo global de las Bolsa por montera. Esta vez, en fin, no hemos seguido al pregonero. No nos hemos ddo cuenta de que el pregonero era esa mano de dios que mueve la bolsa, ese vehículo trasmisor del discurso de los bancos centrales. Por eso, muchos despotrican, se tiran de los pelos, sin reconocer el error. Por eso, el rally actual es el más odiado de la historia reciente de las Bolsa", me dice uno de los viejos lobors de mar del mercado español.

Categórico, en este sentio, el artículo publicado en lacartadelabolsa por Carlos Montero, ¿Por qué este es el rally más odiado de la historia?:

La bolsa de EE.UU. alcanza máximo histórico tras máximo histórico. Se ha revalorizado más del 130% en los últimos cuatro años. Es uno de las mayores tendencias alcistas de su historia sin correcciones significativas. En algunos mercados europeos, como el DAX alemán, la situación es similar, con revalorizaciones que superan también el 100% -los mercados periféricos están más retrasados. Y a pesar de este hecho, a esta subida se la conoce como el rally más odiado de la historia. ¿Por qué?

Hay diversos motivos. El principal es porque realmente, de esa subida de más del 100%, la gran mayoría de los inversores solo se ha beneficiado en la última parte. La situación económica y financiera en 2009 era tan delicada, y la desconfianza de los inversores por las sucesivas crisis desde 2000 tan grande, que en mucho tiempo la sensación de la amplia mayoría del mercado era que las subidas simplemente eran un rebote para seguir cayendo.

El hecho anterior se veía reflejado en las salidas constantes de capital de los fondos de renta variable en esos primeros años de subida, trasladándose al mercado de renta fija. Los inversores aprovechaban lo que ellos consideraban como rebotes, para deshacer posiciones.

Según se iban consolidando las ganancias, y el panorama económico empezaba a clarificarse, esos mismos inversores esperaban un recorte sensible de las bolsas para comprar. Pero el recorte no llegaba. Es uno de los mercados alcistas más poderosos sin caídas de entidad.

Sólo en esta última etapa, y ya a niveles muy altos, es cuando los inversores han incrementado su posición en la renta variable de los principales mercados. Desde mi punto de vista, justo cuando no había que hacerlo.

Como se muestra en las encuestas de sentimiento, el optimismo inversor es extremo, lo que suele coincidir con techos de mercado. Por otro lado, los ratios de valoración son muy exigentes. Por ejemplo, el S&P 500 está cotizando a un PER frente a los beneficios de los últimos 12 meses de 19x, lo que está muy por encima del año pasado y de su promedio histórico. Si consideramos el PER Shiller el ratio es de 23 veces beneficio, que es un nivel más alto que el 90% de las lecturas comparables desde la década de 1870.

Pero volvamos a por qué le llaman el rally más odiado de la historia. Jeff Reeves, analista del WSJ, da 5 razones para explicarlo:

1. Fallo a la hora de separar las acciones de la economía

Miremos a China, que tendrá un crecimiento del PIB por encima del 7% este año, pero ha visto como sus acciones han caído alrededor del 12%. O Alemania, que tendrá suerte si termina el año con crecimiento positivo, y que por el contrario ha visto su mercado de valores repuntar un 9%, cotizando cerca de máximos históricos.

Las acciones y la economía pueden y deben moverse por separado.

2. Moralizar sobre los beneficios empresariales

Este año, los beneficios empresariales en EE.UU. como porcentaje del PIB, alcanzaron su nivel más alto desde 1950. Mientras tanto, los trabajos son difíciles de conseguir y los salarios están estancados con un ingreso familiar promedio un 8% menor en 2011 que en 2007, antes de que estallara la crisis financiera. Por otra parte, el ingreso medio de los hogares en EE.UU. se ha reducido casi un 9% desde su máximo de 1999. En Europa la situación es aún peor.

Muchos piensan que es injusto que las empresas crezcan a costa de los ciudadanos, pero moralizar acerca de si los trabajadores deberían ganar más dinero cuando lo hacen sus empresas, es un tema filosófico y político...no es un problema de gestión de carteras.

3. Ser obstinadamente fiel a una mala decisión

La arrogancia y la ignorancia son los mayores riesgos profesionales de Wall Street, y es a menudo más común ver a los inversores doblarse hacia abajo en una mala decisión, que admitir un error.

Pongamos el ejemplo de Peter Schiff de Euro Pacific Capital, quien continúa defendiendo un escenario de hiperinflación desde 2008, a pesar que todos los datos en estos últimos cinco años apuntan a lo contrario.

4. La renuencia a comprar en la parte alta de los mercados

Personalmente, creo que el mercado está listo para un retroceso después de las fuertes subidas de los últimos años, de las mediocres ganancias empresariales, y de las continuas revisiones a la baja de las previsiones del PIB en EE.UU. y en general en todo el mundo.

Pero es cierto, que este escenario puede estar influenciado porque tengo algo de dinero para invertir, y estoy receloso de comprar en máximos. Una corrección sería justo lo que necesito para invertir con mayor confianza.

Mi sensación es que muchos dudan de este rally por motivaciones similares, retrocediendo en el tiempo para ver como se les ha escapado una gran oportunidad de inversión. Estas opiniones pueden convertirse en fuertemente alcistas tan pronto como el mercado caiga un 5-10%, y entren en el mercado.

5. La sobrecarga de información

El gran número de ideas financieras heterogéneas, y la gran cantidad de datos y análisis, dificultan una visión más clara de los mercados. Incluso en un entorno macroeconómico menos complicado, es difícil separar las noticias de calidad del ruido. En el entorno actual, es casi imposible.

Asegúrese que su punto de vista sobre este rally tiene su origen en algún tipo de argumentación sólida. No tendrá ninguna garantía de que vaya a tomar una

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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