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FONDOS DE INVERSIÓN, una ruina que muy pocos reconocen

Mar Revuelta - Miercoles, 18 de Enero

Se van cumpliendo los peores pronósticos. Vuelvo a almorzar con Benito L. un gran bolsista “¿Fondos? No, gracias. Si la Bolsa sube, la mayor parte de los fondos de renta variable suben menos. Si la Bolsa baja, la mayor parte de los fondos de renta variable, baja más. Si los tipos suben, los fondos de renta fija salen mal parados. Si los tipos bajan, los fondos de renta fija no dan ni una en el clavo. Lo mismo sucede con los fondos monetarios y con los fondos internacionales, eso que tanto espacio publicitario han merecido en los últimos años cuando se decía que la Bolsa española iba a ser la de peor comportamiento frente a grandes mejoras esperadas en la Bolsa china, japonesa, europea, emergentes o de Wall Street. Pues no ha sido así. Los gestores han vuelto a hacer las cosas muy mal. Eso de la diversificación por áreas geográficas o el seguimiento de las Bolsas por índices son cuentos de párvulos. Cuando Wall Street sube las Bolsas del mundo suben, aunque unas más que otras. Cuando Wall Street baja, todas las Bolsas bajan más que Wall Street. Es decir, lo que viene sucediendo desde el crash de octubre de 1987, fecha en que muchos inversores españoles conocieron que existía una Bolsa más importante que la española. Esa fecha supieron que existía Estados Unidos y su Bolsa todopoderosa…”

“...Vuelta a los orígenes. El túnel del tiempo nos llevará 40 años atrás en la que respecta a los fondos de inversión y a la manera de entender las cosas de las finanzas. Muchos ahorradores comprarán títulos y se sentarán encima de ellos, como en la belle epoque, porque se ha demostrado que la ingeniería financiera sólo ha acarreado desastre tras desastre. Se comprarán, también, pisos aprovechando la caída de precios. Y fincas rústicas. Lo mismo de hace muchos, muchos años…”

Lean este artículo de Aitor Atozqui / http://www.invertia.com 2006-2015: Solo 11 de cada 100 fondos gestionados batieron a los índices

Los fondos de gestión activa son incapaces de batir a sus índices de referencia a largo plazo. Al menos, ésta es la conclusión de un reciente informe de Indexa Capital que analiza la evolución de 4.675 fondos españoles entre 2006 y 2015. Los autores creen que la principal razón son “las desmesuradas comisiones” de estos productos.

 

En 1973, el profesor Burton Gordon Malkiel sentenció en su libro un paseo aleatorio por Wall Street que un mono con los ojos vendados lanzando dardos contra una lista de cotizaciones podría generar retornos similares a los de los grandes bancos de inversión. The Wall Street Journal acabó aceptando el reto y comparó el comportamiento de una cartera al alzar con el de la industria de los fondos. El resultado: el mono ganó en el 85% de los casos.

Indexa capital ha realizado un experimento similar en España y sus conclusiones no son muy diferentes: aunque la gestión activa pueda ser útil ante mercados volátiles, tiene dificultades para generar valor a largo plazo. La firma ha analizado la evolución de 4.675 fondos de gestión activa entre el periodo 2006-2015, dividiéndolos en categorías según las recomendaciones de Inverco, y su conclusión es que solo el 11,7% ha sido capaz de batir a sus índices de referencia durante este periodo.

En el caso de las ocho categorías de fondos de gestión activa con mayor patrimonio, las rentabilidades anuales obtenidas fueron inferiores en hasta cuatro puntos porcentuales a sus índices de referencia. Y es que, aunque en rentabilidad bruta los fondos de gestión activa no lo hacen tan mal, la imagen cambia cuando se descuentan las comisiones de gestión y los gastos operativos. Según el documento, la principal razón por la que los fondos de gestión activa no logran generar valor a largo plazo para el inversor no es por la incompetencia de los gestores, sino precisamente por “las desmesuradas comisiones que penalizan el rendimiento de los fondos”.

 

El documento también critica la práctica de algunas entidades de cerrar fondos a los pocos años. En algunas de las categorías analizadas en el informe, el número de fondos cerrado durante el periodo 2006-2015 superó al 50% del total. “Cerrar fondos es una práctica utilizada por las gestoras para ocultar los fondos que no dan una rentabilidad lo suficientemente alta y así poder maquillar sus resultados de cara al inversor al ofrecer solo los fondos que en muchos casos por causalidad o suerte han conseguido obtener un rendimiento superior”, concluye demoledoramente el informe.

El informe también pone en evidencia que el mito de que la renta variable y los mercados siempre generan valor a largo plazo para el accionista no es del todo cierto. De hecho, en la última década tres de cada cuatro cotizadas españolas pierden dinero en bolsa, un tercio está en negativo desde comienzos del siglo XXI, y de las 31 OPV realizadas entre 2000 y 2006, solo siete cotizan por encima de su precio de colocación.




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