La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¿Hacia dónde vamos?

Santiago Niño Becerra - Lunes, 18 de Mayo Se tienen tantas ganas de que la economía salga de la situación en la que se halla que se deducen cosas a partir de briznas de información, de susurros que el viento va dejando al pasar, de sombras que flotan en la distancia, de espejismos. Se toma lo que interesa, se destaca lo que conviene, se ignora lo que no se quiere

La economía mundial no ha comenzado a inflexar su tendencia, su tendencia es a la baja, su tendencia es a crecer, en el supuesto optimista, a una media del 1,0% anual entre el 2010 y el 2020. Por cada indicador que muestre una “suave recuperación” pueden mostrarse varios que muestran lo contrario. Nadie habla de las expectativas de ocupación a la baja del factor trabajo, de impago de deuda, de evolución de salarios.

.ilustraciónSe habla de lo que “está haciendo” la Bolsa y de los tests de resistencia de los bancos en USA, pero no de cómo se realizaron esos tests, tampoco de lo que pasará cuando el efecto anfeta que han creado las inyecciones de fondos estatales desaparezcan. Se dan cifras, pero se airean unas cifras buenas, las menos malas: las del equipo económico del presidente USA, lo que choca con otros números: “Economists Downgrade U.S. Recovery Outlook, Survey Indicates” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=a_sshBl4b2ok&refer=home). Los dos se apoyan en un optimismo ficticio, pero unos mucho más que otros.

Pero ya están apareciendo voces, de madrugada (aquí) que comienzan a hablar (en otros sitios) de cosas distintas a las oficiales; una de estas voces es la de Lawrence Summers. Summers, director del Consejo Económico nacional de la Casa Blanca, el señor que se sienta al lado del presidente y le dice cosas sobre economía ha dicho lo siguiente:

“The economy appeared to be in freefall, much like a ball rolling off the side of a table, in October. Today, no one will describe the economy in that way”. También que “To be sure, the lull that we"re seeing now does not assure that a foundation for continued recovery has been established”, y que “It does not assure that when recovery comes, it will be sufficiently rapid to reduce employment on a significant scale”. Más extensor lo tienen aquí: http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=aMnpKaCpGgq0&refer=home.

¿En qué foro dijo esto?. ¿Cuándo lo dijo?. Pues lo dijo en un forum celebrado en Shanghai, durante nuestra madrugada el 15 al 16 de los corrientes y a través de un vídeo grabado con anterioridad. Para meditar, ¿verdad?.

¿Qué va a suceder a partir de ahora?. Pienso que los próximos días van a ser más o menos tranquilos (en cualquier caso, “tranquilos” y que continuaremos oyendo mensajes en el sentido de que las cosas pintan cada vez menos mal, pero como todo está cogido con alfileres, sustentado sobre deseos, unido con la pasta que los Estados han ido inyectando, llegará un momento, antes de las vacaciones de Agosto, en el que las dudas se manifestarán y se trasladarán a las Bolsas cuestionando la verdad de cualquier “brote verde” que haya podido aparecer y la de cualquier “rayo de esperanza” que se haya podido vislumbrarse.

A la vuelta de vacaciones: en Septiembre: la caída, y la creciente duda: “¿qué hacer?”. No será nada extraño: el efecto anfeta ya habrá concluido y ya no quedará más pasta en la chistera de la deuda. Muchas empresas no abrirán tras el Verano, aquí, pero tampoco allá. Las deudas viejas continuarán ahí, y las pocas nuevas que se hayan podido formar debido a ese “suave cambio de tendencia” del que ahora nos hablan. Desempleo, unido al creciente cabreo de la gente que empezará a comprender que las cosas están peor de lo que les cuentan y van a ir mucho peor de lo que les dicen.

Y a partir de aquí, la caída continuada: nada aguantará conforme al plan dibujado. Se continuará esperando EL milagro, pero cada vez con menor esperanza. Octubre, a peor, y nuevas recetas que se mirarán con creciente escepticismo. Volverán a producirse destellos de “mejora”, discursos que comenzarán con un “parece que los últimos datos ...”; nada. Compongan la historia como quieran: el color de la foto poco importa.

Ya sé: ahora toca decir otra cosa, pero yo sigo con lo mío.

(A parte de mi, ¿quién será el primero en decirlo?: “¡Es la tendencia!, estúpido”).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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