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Incluso las mejores mentes de las finanzas no saben dónde está la economía mundial

Carlos Montero - Martes, 10 de Mayo

La Conferencia Global del Instituto Milken atrae a algunos de los más afamados analistas del mundo financiero y  también a los multimillonarios inversores que han creado su prestigio y su fortuna en las últimas décadas. Pero incluso estas personas están cada vez más preocupadas por el estado de la economía mundial. Y como ejemplo vamos a destacar lo que se dijo en una conferencia que reunió a las grandes mentes del mercado (vía Fortune).

Mohamed El-Erian, asesor económico en jefe de Allianz, argumentó que el futuro de la economía mundial es ahora más incierto que nunca, ya que los bancos centrales del mundo desarrollado se han quedado sin herramientas para alimentar la reactivación. Además de eso, el modelo económico del mundo emergente de exportación de productos básicos y bienes manufacturados a los países ricos parece cada vez más inviable, ya que la demanda en los mercados ricos como Europa y Japón está ralentizándose. "El modelo de crecimiento del mundo desarrollado está agotado, y el mundo emergente se está contaminado", bromeó El-Erian.

Jay Hooley, Presidente y CEO de State Street Corporation estuvo de acuerdo con esta reflexión, argumentando que "estamos casi al final de la carretera en términos de herramientas que tienen los bancos centrales". Con las tasas en los Estados Unidos justo por encima de cero, y la de muchas otras economías avanzadas en territorio negativo, Hooley expresó su poca confianza en que las autoridades de la Fed en los EE.UU. y sus homólogos en el extranjero puedan sacar de la próxima recesión al mundo rico.

El destino de la economía mundial depende entonces de la capacidad de los países emergentes para crecer con la suficiente rapidez para proveernos con la demanda suficiente para apoyar el crecimiento allí y en los países desarrollados. El-Erian sostuvo que el mercado emergente más importante, China, "se encuentra en la etapa de recolección del desarrollo", el mismo lugar en el que países como Brasil y Argentina no han logrado escapar durante muchas décadas. La transición que China está tratando de hacer, de una economía dependiente de las exportaciones a una impulsada por el consumo interno, sólo la han podido completar un puñado de países en la historia del capitalismo. Queda por ver si China puede implementar reformas que deleguen el poder y los recursos de los exportadores a los consumidores, y esas reformas serán clave para saber si China puede convertirse en el nuevo motor del crecimiento mundial.

Los presentes en la conferencia de Milken coincidieron en una razón para el optimismo y es la esperanza de que los cambios tecnológicos puedan reiniciar el crecimiento de la productividad en EE.UU., Europa y Japón lo suficiente para contrarrestar el lastre sufrido por la caída del crecimiento de la población. Los conferenciantes se mostraron escépticos de que la enorme caída en el crecimiento de la productividad que hemos visto en los Estados Unidos durante los últimos quince años refleje en realidad lo que está pasando en la economía real. David Harding, CEO de Winton Capital Management, argumentó que no hay que creer en las cifras de productividad, mientras que Hooley también expresó su escepticismo cuando ve eso en las finanzas. "Todo el mundo está haciendo menos con más", dijo Hooley.

El-Erian subrayó ese último punto señalando que los asistentes a la conferencia sólo necesitaban mirar el Hotel Beverly Hilton en el que realizaba el evento. "La Corporación Hilton necesitó 100 años para ofrecer a sus clientes 700.000 habitaciones", dijo. "Airbnb necesitó 6 años para ofrecer 1 millón de habitaciones". A medida que los economistas nos demos cuenta de las innovaciones creadas por empresas como Airbnb - que no construye activos, sino que aprovecha los infrautilizados - veremos que la economía actual está mejor de lo que pensábamos".


Fuentes: Chris Matthews, Fortune




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