La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Jóvenes

Santiago Niño Becerra - Martes, 18 de Febrero

Recientemente un lector me remitió un mail en el que realizaba una serie de comentarios a partir de una noticia cuyo titular ya impactaba: “El 42% de los jóvenes de clase alta viven en una situación de ‘dependencia completa’” y que era el ‘Asunto’ del mail que me envió (http://www.diarioya.es/content/el-42-de-los-j%C3%B3venes-de-clase-alta-viven-en-una-situaci%C3%B3n-de-%E2%80%9Cdependencia-completa%E2%80%9D?utm_content=buffer7a2ac&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer) .

“El artículo es escueto, no sé qué baremos emplea para considerar a alguien de "clase alta", "media" o "baja", pero intuyo que ese 42% del que habla cuadra muy bien con el entorno que me encuentro a diario, tanto a nivel profesional, como asesor de empresa familiar, como a nivel personal.

Al parecer, se trata del perfil de hijo entre 25 y 35 años, cuyos padres, de entre 55 y 65, son titulares de algún pequeño (o no tan pequeño) negocio familiar que, sin formación pero con mucho esfuerzo y sacrificio han levantado en los años 60-70, y cuyo crecimiento posteriormente han disfrutado al albor del boom de los años 80-90-2000.

"No te preocupes, que nosotros estamos ahí", es la frase más repetida a hijos (generalmente uno o dos, máximo) a los que sólo se ha preparado para continuar el negocio familiar, cosa que en sí no es mala, pero no se les ha preparado para luchar en condiciones de adversidad. Muchos han ido a la Universidad, otros no, pero para el caso, es igual.

Un ejemplo paradigmático: negocio de flores en la comarca del (nombre de una comarca española): hijo único entra en el negocio paterno, y un tiempo después los padres deciden traspasarlo antes de que, por mala gestión, el hijo lo vacíe de valor. Y con el dinero del traspaso, jubilación para los padres, y la luz pagada de por vida para el hijo. Otra historia será lo que pase con el hijo del hijo (que de momento no existe, ni tiene visos de existir). Una generación perdida, sí, pero no sólo por la crisis”.

Mi respuesta fue:

“Pienso que sí, que la radiografía que hace es correcta. Para mí esto se encuadraría en el contexto general en el que nos hallamos: ‘sobra-de-todo’ también hijos que no tengan una proyección profesional destacable debido a que no posean los activos intelectuales y de conocimiento que hoy son precisos para destacar profesionalmente debido a que … ‘sobra-de-todo’.

Lo que aún tiene más miga es la pregunta que insinúa al final, una pregunta que nadie con representatividad institucional ni formula ni responde porque es fea y no da votos, y un problema que muy pocos expertos abordan porque ¿tiene solución?

No sólo por la crisis, no, pero la crisis es la que ha sacado a la luz ese contexto de exceso-de-todo”.

¿Tiene solución?

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]