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La Legislación desmonta la energía alternativa privada en España

Jose Elías Rodríguez y Tracy Rucinski - Viernes, 30 de Agosto

Días después de que el gobierno conservador español anunciase una reforma energética con un nuevo recado para las energías renovables, Iñaki Alonso contrató a dos hombres para que desmontasen los paneles solares que había instalado seis meses antes en la azotea de su domicilio en el centro de Madrid.

En la enésima reforma del sector energético, el Gobierno se plantea un nuevo cánon a las instalaciones sostenibles particulares que apostaron por la sostenibilidad combinándolas con la red eléctrica tradicional y pide declararlas bajo amenaza de multas desproporcionadas.

Considerando los nuevos planteamientos reflejados en el borrador que ahora estudia el regulador energético CNE, este arquitecto ecológico vio que los números por generar su propia electricidad no cuadraban a pesar del descenso en el precio de los paneles fotovoltaicos.

Ahora, Alonso montará los paneles en la finca de un amigo aislada de la red eléctrica, al tiempo que cambiará su comercializadora tradicional en Madrid por otra de energía renovable.

"El real decreto hace inviable que produzca mi propia energía limpia", lamenta Alonso.

Según los cálculos del sector, con la introducción de un nuevo coste regulado denominado peaje de respaldo, la opción del autoconsumo sale más cara que el consumo convencional.

Sin embargo, el caso de Alonso -que no quería arriesgarse a las astronómicas multas que contempla la futura ley si no se registra debidamente la instalación- es por el momento excepcional porque expertos y actores del sector apuntan a la desobediencia entre los consumidores españoles, que pagan una de las facturas eléctricas más altas de Europa.

"Más que gente decidida a desmontarlas, hay gente decidida a instalar paneles en clave de desobediencia solar", dijo Mario Sánchez, fundador de Ecooo, una empresa que apuesta por que los ciudadanos sean soberanos de su energía.

Otros instaladores fotovoltaicos incluso incitan abiertamente a rebelarse contra las propuestas no consensuadas del Ministerio de Industria para el autoconsumo.

"Nosotros estamos haciendo instalaciones de autoconsumo con baterías y vamos a cortar los cables con la compañía eléctrica. Vamos a independizarnos de la red", dijo José Vaquero, director de Alternativa Energética, una de las empresas pioneras de la energía renovable en España.

"Hay mucha gente que está muy cansada. Es un insulto que no nos permitan hacer lo que hacen nuestros vecinos en Alemania e Italia (...) Pero vamos a dar la batalla", añade el empresario, que cree que la normativa está hecha a medida de las grandes compañías eléctricas.

CAUTIVOS DEL SISTEMA

El borrador de real decreto para al autoconsumo se enmarca en la amplia reforma anunciada el mes pasado y con la que el Gobierno del Partido Popular pretende desactivar el desequilibrio entre ingresos y costes regulados que acumula 26.000 millones de euros.

Pero el propio contenido de la norma, junto con otra propuesta paralela para retocar los peajes de acceso a la red eléctrica, dejan pocas expectativas de éxito.

"Si en las nuevas tarifas el Gobierno se propone que se pague mucho más por la potencia contratada y mucho menos por la energía que se consuma, el ahorro energético y el autoconsumo con fotovoltaica se encarece y deja de ser atractivo para el consumidor final", señaló Javier García Breva, presidente de la Fundación Renovables.

Para este reconocido experto del sector, factores como la implantación del peaje de respaldo y la no remuneración de la energía sobrante que se vierte a la red como se hace en países con autoconsumo por balance neto como Alemania, frenan en seco cualquier aspiración de esta alternativa energética.

"Es como si a los ciclistas se les hiciera pagar un canon para mantener abiertas las gasolineras que no utilizan. El peaje de respaldo es simplemente absurdo", dijo Teresa Ribera, consultora senior en el IDDRI, un instituto sin ánimo de lucro especializado en desarrollo sostenible que tiene su sede en París.

"Pretende garantizar la adhesión del consumidor al antiguo modelo y encarecerá el sistema", añade la ex secretaria de Cambio Climático.

García Breva comparte esta visión y cree que ni el actual gobierno popular ni el anterior gobierno socialista han demostrado voluntad en transponer las directivas de eficiencia energética de la UE, limitándose desde el principio de la crisis a decretar meros parches recaudatorios que no han conseguido reducir la fuerte dependencia española de los hidrocarburos.

"Despreciar la eficiencia energética y el autoconsumo solo hará que incrementar estos costes perjudicando, como siempre, al consumidor final, al que la falta de competencia en el mercado eléctrico le convierte en consumidor cautivo".

Sergio Pomar, consejero delegado de Servicios y Aplicaciones INEL, la empresa que conectó la primera instalación de autoconsumo en la Comunidad Valenciana, lamenta que el déficit de tarifa se utilice como salvoconducto para los sucesivos recortes de las renovables.

"Entendemos que hay que tomar medidas para que el déficit tarifario se corrija, pero las que se han tomado no son las apropiadas", señala Pomar, que es miembro de la patronal de instaladores FENIE, una de las numerosas asociaciones dentro de la Plataforma para el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético.

"Nosotros propusimos (a Industria) un cupo al autoconsumo que ni siguiera alcanzaba un uno por ciento de la potencia demandada en estos momentos (...) Esto que hacen es una vuelta atrás". (Editado por Carlos Ruano)




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