La (totalmente imposible) sostenibilidad real de las pensiones

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 19 de Julio

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No es cierto lo que asegura el FMI: las reformas realizadas en la Seguridad Social no aseguran la estabilidad financiera del sistema, la prueba es el déficit crónico de la Seguridad Social que ha llevado a la desaparición de casi toda la caja de reserva y a que la Seguridad Social tenga que pedir un préstamo al Estado para atender las pagas extras de este año.

Y de nuevo el lenguaje. Para el común de los mortales ‘sostenibilidad’ significa que las pensiones van a continuar pagándose, que los jubilados van a percibir lo que ‘les toca’, y no: en la Nueva Normalidad ‘sostenibilidad de las pensiones’ equivale a que los pensionistas puedan percibir alguna cantidad en forma de pensión, asumiendo que va a producirse una caída del poder adquisitivo de los pensionistas.

También el lenguaje en lo de ‘un mayor esfuerzo generacional’. El sistema de pensiones español, al igual que el de todos los del mundo está basado en la solidaridad intergeneracional: los activos de hoy, con sus cotizaciones, pagan las pensiones de los pensionistas de hoy; y los activos de mañana, con las suyas, pagarán las pensiones de los activos de hoy cuando mañana se transformen en pensionistas. Pero, ¿qué futuro tiene ese esquema con un desempleo estructural y un subempleo crecientes remunerados con salarios a la baja y que dan lugar a cotizaciones decrecientes a medida que las poblaciones de jubilados aumentan?. La respuesta es que uno muy negro. Por ello esa solidaridad se refiere, implícitamente, a crear otros mecanismos, por ejemplo impuestos complementarios que paguen los activos hoy ocupados para ayudar a esa sostenibilidad.

Lentamente (no hay que soliviantas a los futuros votantes) pero imparablemente (se dice algo y se matiza: ya verán como a este informe del FMI el Gobierno de España contesta con algo para tranquilizar a la población) se va diciendo lo que es inevitable: que el sistema de pensiones que hemos conocido es insostenible; que quienes no tengan un patrimonio han de buscarse la vida, por ejemplo trabajando, si pueden, hasta que se mueran; y que la gente vaya pensando que en un horizonte situado en el 2047 se va a ir produciendo una caída en el poder adquisitivo. Lo que nadie podrá decir es que no se está avisando.

Ningún partido político de ningún color va a cambiar esto porque no es un tema de hacer más o menos leyes. La insostenibilidad viene del desequilibrio entre ingresos y gastos. El problema no es de gastos, sino de ingresos: el peor. Por eso van a recortar, recortar y recortar hasta que ambos se igualen; y como los ingresos cada vez van a ser menores porque las cotizaciones cada vez van a serlo más, … pueden deducir como va a acabar esta historia.

Mañana más.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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