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Los mercados volverán a mínimos de junio de 2009

Carlos Montero - Sabado, 20 de Agosto En plena crisis económica y financiera, creemos interesante alejarnos por un momento de las previsiones y escenarios planteados por los analistas, y observar que es lo que dicen los gestores profesionales, que en muchos casos, en más de lo que razonablemente pudiera parecer, no coinciden. Para ello traeremos a estas páginas un breve estudio de situación realizado por el prestigioso hedge fund Comstock Partners, en el que detalla 6 factores claves del actual mercado bajista estructural en el que según ellos nos encontramos, y las perspectivas económicas que se nos avecinan.

1. Hace 11 años experimentábamos el mayor mercado alcista de la historia de EE.UU., cubriendo el periodo desde 1982 a 2000 (interrumpido solo por el crash de 1987). Este mercado alcista finalizó con la mayor sobrevaloración de la historia. El PER, el precio cash flow, o cualquier otro ratio de valoración que se suele usar, alcanzaron niveles más del doble que cualquier máximo anterior en los últimos 100 años. Las valoraciones del Nasdaq salían de los gráficos. Todo esto acompañado por extremos incrementos de deuda en los anteriores 20 años. Esto fue claramente (en nuestra opinión), el inicio del actual mercado bajista estructural, el cual debería sobrepasar al anterior mercado bajista estructural desde 1966 a 1982 por un amplio margen.

La FED y los políticos no han podido manejar las consecuencias negativas producidas por la corrección de las altas valoraciones y del exceso de deuda generada en el mercado alcista. La FED bajó sus tipos de referencia desde el 6,25% al 1% y los mantuvo allí durante un largo periodo de tiempo, causando una segunda burbuja irracional, que se plasmó en el boom inmobiliario y en la segunda burbuja bursátil de 2003 a 2007.

2. Wall Street y Washington quisieron involucrar a todo el mundo en el mercado inmobiliario, aunque no pudieran permitírselo. Washington trabajó con las instituciones bancarias para distribuir sus cartera hipotecas inmobiliarias a través de paquetes de inversión que fueron calificadas con triple A y después vendidas a sus clientes. Era previsible que este proceso terminara en el estallido de la burbuja inmobiliaria, con consecuencias extremadamente negativas.

3. Aunque muchos analistas de Wall Street creen que el mercado está actualmente infravalorado, nosotros estamos en desacuerdo. El mercado esperaba que el S&P 500 ganara 108$ a comienzos de mayo de 2008, pero debido al estallido de la burbuja las ganancias operativas cayeron a 50$, y las publicadas a 15$. Los analistas estiman ahora para el S&P 500 100$ para este año y más para el próximo, lo que con un S&P 500 en 1.500 puntos, implicaría un PER 15x en la media histórica.

Nosotros creemos que el S&P cotizará con un PER por debajo de 10 veces beneficio, lo que provocará que el indicador vuelva a los mínimos de 2009, o por debajo. Está claro para nosotros que se producirá una ralentización económica mundial en la segunda mitad del año y que se alargará al próximo. El razonamiento para esta ralentización es de nuevo los niveles de deuda, pero no sólo la soberana. La deuda privada es aún peor que la deuda pública. La deuda total del país es de casi 52 billones de dólares frente a los 9 billones de dólares de la deuda pública.

4. La deuda de los hogares está en niveles extremos y será la principal causa de la recesión de doble suelo. Esta deuda históricamente se situaba en el 50% del PIB y en el 65% de los ingresos personales disponibles, pero comenzó a elevarse en los últimos 20 años con el incremento del gasto del consumidor. Esto llevó la deuda desde los 5-6 billones de dólares, a los 14,5 billones en el pico de 2008. Aunque ahora esta deuda está disminuyendo, y se están incrementando las tasas de ahorro, aún se sitúa sobre los 13,5 billones de dólares.

Esperamos que la deuda baje hasta los 10 billones de dólares (y es posible que se alcance los 8 billones) vía reducción del consumo e incremento del ahorro, lo que llevará a la economía de EE.UU. a una segunda recesión, y a una ralentización económica mundial, dado que la economía de EE.UU. es casi tres veces la talla de cualquier otra economía mundial, y el consumo es el 70% de la economía estadounidense.

5. El “Tea Party” podría haber sido bueno para el país, si ellos hubieran sido elegidos antes de la contracción del consumo y de que el incremento del gasto gubernamental tuviera lugar. Ahora todos somos prisioneros de la deuda acumulada durante los últimos 20 años, especialmente en los últimos 10. Recortar gastos ahora, dado que estamos siendo estrangulados por el exceso de deuda, es un camino inevitable al desastre. Si no generamos crecimiento ahora, el déficit explotará.

6. Lo crean o no, Europa está en peor forma económicamente que EE.UU., y desde que nosotros vendemos cerca de un cuarto de nuestras exportaciones a Europa, el contagio de la situación de allí, solo empeorará la situación de deuda en los EE.UU. A esto hay que unirle la situación demográfica de Japón, peor que la de EE.UU., y que no ayuda al impulso económico. China también tiene posibilidades de un aterrizaje suave de su economía después de una increíble expansión económica, basada casi completamente en la construcción de viviendas y oficinas. 

En suma, y según este informe de escenario de Comstock Partners, a los mercados financieros aún les queda un amplio recorrido a la baja, y a la economía real, un alto potencial de empeoramiento.




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