La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Más Septiembre - y 2

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 07 de Noviembre ¿Ya han leíт­do la serie "Septiembre", aquíт­, en "Archivo", "Opionión", del 31 de Julio en adelante?.

A raíт­z de lo que empezó a suceder en 1973, 1979, 1991 y 1995 y que ayer apuntamos, se han ido delimitando dos tendencias. Una, muestra un incremento continuado de la demanda de todo; imaginen un bien o servicio por estrambótico que sea y su demanda seguro que ha crecido. La otra es doble, por un lado, la tendencia ha ido mostrando una capacidad productiva creciente de absolutamente todo; por otro, ha ido mostrando una reducción lenta pero, también continuada, de la capacidad de absorción de oferta a medida que el endeudamiento ha ido aumentando. Paralelamente, la economíт­a y la sociedad se han instalado en una espiral desaforada de consumo de recursos porque asíт­ fue el sistema diseñado.

En parte porque no podíт­a ser de otra forma, en parte porque lo anterior ha ido evolucionando hacia unos lugares caracteríт­sticos, se han ido produciendo “hechos”, “modos” y “maneras” que han influido en la secuencia descrita en el párrafo anterior.

Algunos de estos “hechos”, “modos” y “maneras” son: los efectos de las ingenieríт­as financieras realizadas en estos 35 últimos años , muchos de los cuales no han podido ser asimilados por el sistema; los insostenibles niveles de endeudamiento alcanzados por un gran número de personas fíт­sicas y juríт­dicas; la situación de sobreproducción en la que muchas compañíт­as han entrado y que compensan con flexibilidad productiva lo que lleva al no aprovechamiento de instalaciones y equipos, estén, o no amortizados, una sobre producción de segunda generación debido al componente de flexibilidad que incorpora; los efectos derivados del momento postglobal al que la economíт­a y la sociedad han llegado; diversas ficciones, como que la riqueza de las familias esté sustentada en la valoración que el mercado está haciendo de sus viviendas.

Todo esto, todo junto, ya no cabe en el globo que ayer estábamos inflando, por lo que en el globo están apareciendo microgrietas; hasta hace cuatro díт­as nadie las reconocíт­a, ahora, alunas/os están empezando a identificarlas.

Es el petróleo, pero no sólo; es el sobreendeudamiento, pero no sólo; son los défits gemelos USA, pero no sólo; es la dependecia exterior de un gran número de economíт­as, pero no sólo; son las sobrevaloraciones y subvaloraciones de diversas divisas, pero no sólo. Son muchas cosas, pero no sólo. No sólo porque hoy, en este mundo nuestro postglobal, las cosas se realimentan unas a otras dando lugar a cosas nuevas que influyen y son influidas por otras antiguas y nuevas. La base de todo esto es la confianza, y el combustible las expectativas.

La crisis va a ser dura porque la situación es ultracompleja, y va ser sistémica porque lo que está afectado no es la coyuntura, sino las bases del sistema. Los políт­ticos pueden seguir diciendo que “todo va bien” y algunos expertos que “nada malo va a suceder”; bueno, ¡falta poco para verlo!; pero no muy bien deben estar las cosas cuando el comisario europeo de Asuntos Económicos, el Sr. Joaquíт­n Almunia, alguien que hace cuatro díт­as era de los que decíт­a que “Europa iba bien”, se pone a decir cosas como que los demás están fastidiando a Europa porque esos demás no están haciendo lo que deberíт­an hacer; mal asunto cuando se empieza a acusar a los demás, ¿no?.

Se lo dije, se lo vuelvo a decir: ya, pero sobre todo a partir de ahora, no se crean nada de lo que les digan: sean escépticas/os, compruébenlo todo. Si las cosas nunca son lo que parecen, imagíт­nense como pueden ser a partir de ahora.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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