La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Marzo - Verano - Finales del 2008

Santiago Niño Becerra - Martes, 26 de Febrero Si, recuerda a "Paríт­s - Nueva York - Reus".

Aquellas pegatinas que se enganchaban en los cristales traseros de los 600s y que reivindicaba no-se-qué sentimiento equiparacionista: “Londres - San Francisco - Ponferrada”, ¿por qué no?.

Algo semejante está empezando a suceder (lo dijimos aquíт­: que iba a suceder). Es como aquellos viajes interminables por aquellas interminables carreteras con rodadas en las que cabíт­a de todo: “¿Cuándo llegaremos?”, preguntaba el infante harto de ir apretujado entre una bolsa y un maletón: “Pronto, hijo, pronto”, respondíт­a el padre (las madres, entonces, no conducíт­an). Ahora es igual: “El sueldo cada vez da para menos, ¿cuando acabará todo esto?”, pregunta el pueblo (el futuro posible votante del 9M). “En Marzo”, se dijo hace tres meses. “En Verano”, se dijo hace quince díт­as. “A finales de año” se está diciendo ahora.

No era cierto cuando se dijo, no lo es ahora (el principal partido de la oposición es más listo: no da fechas: puede no hacerlo). La secuencia es estremecedora. Los presupuestos del reino fueron aprobados en Octubre previendo un crecimiento del 3,3% para el 2008; el Gobierno -actual- del reino, al final, ha admitido que será del 3,1%; la Comisión Europea, en Noviembre, decíт­a el 3,0%; el mismo organismo, ahora, dice que será el 2,7%; la OCDE habla del 2,5%; yo, desde que di una cifra, siempre he dicho lo mismo: el 1,9%. (El principal partido de la oposición, de nuevo, no da cifras, ¡y nadie se las pide!).

Las explicaciones que da la Comisión Europea en relación a lo que sucede, las últimas previsiones (http://ec.europa.eu/economy_finance/eu_economic_situation/eu_economic_situation5857_es.htm) son muy curiosas: no vamos a ir tan bien porque las cosas que pasan en el mundo no son tan buenas como se habíт­a dicho que iban a ser; es que no va a ser asíт­: vamos a peor porque todo va a ir a peor (¡ah!, y lo digo porque alguien ha dicho que decir que no vamos a bien, equivale a pensar que “cuanto peor, mejor”): no, cuanto peor, peor; pero es que es asíт­ porque vamos a peor). El problema es que España, más.

España va crecer mucho menos. La inflación, pienso, va ser elevada, pero no el problemón que nos dicen que va ser: los precios no subirán porque el consumo va a deprimirse (y ya estamos en eso: recaudación por IVA a la baja, por ejemplo. Otro ejemplo: ayer pregunté al señor del kiosco en el que compro los periódicos cada díт­a: cada vez está vendiendo menos diarios, deportivos y no deportivos. Otro más: las tiendas: ya están habiendo cierres en cascada). El problemón vendrá porque se nos va a poner de culo el modelo que hasta ahora hemos seguido (ya se nos está poniendo: por eso las previsiones sobre crecimiento van a la baja).

España ha crecido a base del consumo a deuda y al alza de una población activa cada vez más ocupada en tareas de bajo y medio valor, de las compras de apartamentos que realizaban europeos endeudados, de vender cerveza por metros, y de cosas parecidas (durante este Gobierno y durante el anterior: el del principal partido de la oposición: tanto monta !). A medida que se vaya desmontando este tinglado, el crecimiento español irá disminuyendo (y el desempleo del factor trabajo aumentando, claro); aumentarán los impagos de los créditos gracias a los cuales el PIB ha aumentado; la caíт­da del crecimiento en Europa realimentará nuestro particular proceso: el 70% de nuestro comercio de cosas es con Europa, y, bueno, ya deducen lo que sigue.

La cosa, incluso se pondrá peor porque, obvia y lógicamente, se querrá mejorar la productividad a fin de ahorrar costes y ganar competitividad, luego, se recortarán plantillas, lo que supondrá un aumento de la tasa de desempleo (¿se volverá a cambiar el método de cálculo?) y la llegada a las estrellas de la eterna desconocida: la tasa de subempleo. Lo que sigue ya lo saben: a peor, peor, peor. Y, ¡ojo!, gobernando el partido que ahora gobierna, o gobernando el principal partido de la oposición.

“Pero tenemos superávit”, alguien dirá; claro, y aquellos ancianos fallecidos y olvidados en su vivienda a quienes encuentran varias decenas de miles de euros en el congelador de su nevera (estropeada) mientras a ellos les come la mugre, también.

Además
Ayer hubo un debate entre los dos personajes que más arriba están en el escalafón de los dos principales partidos del reino, pero para mi, el del Jueves sigue siendo el bueno: entre los dos políт­ticos “económicos” de los dos principales partidos. “¡Ganó Fulano!”, dice uno, “Pues Mengano lo hizo muy bien”, dice otro; vale, ¿y?. ¿Qué cojones importa quien ganó un debate del que a la mañana siguiente no recordaba ni palabra el 90% de quienes lo siguieron?. Desaprovechado, eso fue ese debate. Palabras: “Words, don"t come easy !” (“Words”, F.R. David, 1982).

Palabras. Ralph Nader, candidato por el Partido Verde en las elecciones presidenciales USA en el 2000, el personaje que según algunos hizo no-ganar a Al Gore, dijo éstas: “La única diferencia (entre los Partidos Demócrata y Republicano estadounidenses) es la velocidad con que sus rodillas alcanzan el suelo cuando las grandes compañíт­as llaman a sus puertas”; evidentemente, fue su opinión. Pregunta para Mr. Nader: si las grandes compañíт­as llamaran a las puertas del Partido Verde, las rodillas de éste, ¿alcanzaríт­an el suelo?.

Palabras. Pedro Sobes, ministro de Economíт­a del Reino de España dice que debe haber prórrogas gratuitas para quienes no puedan pagar sus cuotas hipotecarias. ¿Cómo piensa financiar eso?; ¿piensa en una obra de caridad de las entidades financieras, supongo?.

“Words !”. Si quieren, la tienen aquíт­ (decorada): http://www.youtube.com/watch?v=JXTKKvqzOcE .

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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