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Más cosas: las mismas cosas

Santiago Niño Becerra - Lunes, 29 de Diciembre Debo ser de los poquisísimos que aún lo dice (antes debíamos ser poquísimos) pero bueno. El affaire Martinsa: un ejemplo español (¿hay más?, ¿habrá más?): la culpa no es de nadie en concreto, así que busquemos culpables. ¿No?; ¡no!

Las valoraciones. Ni la empresa, ni las entidades financieras que pidieron garantías, se creyeron las valoraciones que se dieron de los activos, ni siquiera se las creyó quienes valoraron. Pero no se queden sólo ahí, vayan más allá: ¿por qué se dio esa cadena de despropósitos financiero Ѣ€” contables?, ¿qué posibilitó que esa cadena de despropósitos se planteara?, ¿por qué tuvieron lugar?. Salven todas las distancias que quieran, ¿saben a qué me recuerda este affaire?, pues al caso Enron.

Ya lo he dicho 60 veces, va la 61. todo lo que ha estado sucediendo en el sistema, los casos Enron y Martinsa, y los que vayan a ir saliendo: saldrán, saldrán, recuerdan AL iceberg, no son más que la manifestación de un modo de hacer que se estaba agotando y que precisaba de métodos muy, muy creativos para continuar generando beneficios, para unos cuantos, claro, pero también para que el sistema continuara creciendo. En Martinsa habrán sucedido todas las cosas raras que Uds. quieran, pero a todo el mundo le parecía requetebién el PIB que Martinsa iba generando mientras lo generaba.

Martinsa ha existido, las diferentes Martinsas que en el mundo mundial han existido -¿cuántas serán?-, han existido porque tenían que existir para que el PIB continuase aumentando, esa es la auténtica verdad, la verdad incómoda que nadie quiere aceptar, ni admitir, ni siquiera mencionar. Es fácil poner nombre y apellidos y asignar fotos, de los responsables, pero el nombre y la foto del verdadero responsable no se publica: la dinámica sistémica que llevó a un punto de agotamiento irreversible.

Y, bueno, se acabó: rien ne va plus. Ya no se puede seguir, de ahí la crisis sistémica que estamos comenzando; de ahí que, se haga lo que se haga para “solucionarla”, no vaya a funcionar: es irresoluble porque es inevitable: tiene que pasar, y no sólo para limpiar la mierda acumulada, sobre todo para posibilitar un nuevo modo de hacer las cosas que sin una crisis profunda de por medio no sería posible poner en marcha (los humanos somos así).

¿En esta línea se hallan las spanish subprime?: los créditos hipotecarios concedidos a personas que conceptual y lógicamente no podían devolver si: 1) no podían mantener en el tiempo los ingresos salariales que obtenían en el momento de la firma del crédito, 2) no iban obteniendo incrementos en su percepción salarial en proporción a los aumentos que se irían produciendo en sus cuotas a pagar a medida que fueran finalizando los períodos de carencia / pagos reducidos / tipos de interés ridículos, y 3) no mantuviesen su fuente de ingresos, es decir, su empleo.

Discutir ahora si eran legales o no lo eran las prácticas utilizadas por algunas entidades financieras en la concesión de ciertos créditos hipotecarios (avales cruzados, riesgos cuantificados de forma light, créditos concedidos por un importe superior al 100% del valor tasado, etc., etc.) pienso que ya no tiene sentido: se hizo y nadie lo denunció en su momento porque a todo el mundo, insisto, a todo el mundo, le fue muy bien que el PIB aumentase.

Lo único que me choca, lo que sí me sorprende es que las entidades financieras no encontrasen sospechoso que el salto que dio la morosidad en el 2004 y en el 2006 era muy superior al monto que dieron los créditos concedidos con garantía hipotecaria; muy superior. ¿Por qué, hoy, nadie habla de eso?. Me refiero a esto:

lacartadelabolsa.com

También lo he dicho 60 veces, vayamos, también, a por la 61: el modelo keynesiano es fruto de una época: de los años en que no había límites a nada porque había -se creía- de todo y porque se podía -se pensaba- llegar a todas partes y hacer de todo, además el modelo keynesiano estaba pensado, bien para Estados muy bien fronterizados con otros Estados, bien para Estados sin mierda en sus cuentas, ni en sus empresas, ni los bolsillos de su ciudadanía; para Estados absolutamente coordinados con otros Estados. Nada de eso se da hoy. Hoy lo que comienza a imperar es la supervivencia: algo que va a más.

Durante unas semanas, durante un par de meses, la ilusión keynesiana funcionará, posteriormente se derrumbará, y no porque las medidas se apliquen mal, sino porque hoy son extemporáneas, y se buscarán culpables, y algunos tienen todos los números para serlo, por ejemplo, el nuevo inquilino de la Casa Blanca: ¡La culpa la tiene el negro!; no olviden esta frase; la oirán.

(El Lunes 22 comentábamos aquí la entrevista al Gobernador del Banco de España que publicó El País del día 21: les recomendé su lectura. El Gobernador no encuentra ilógico que se produzcan fusiones (absorciones, digo yo) entre entidades financieras. Apuntaba que debería incrementarse la competencia en los mercados de bienes y servicios; que debe modificarse el funcionamiento del mercado de trabajo; que España tiene un problemón con la ESO.

Como titulares pienso que acierta, pero también pienso que entra de refilón en el superproblemón de la economía española: su bajísima productividad. ¿Porque no lo ve?, ¡que va!: porque ese problema tiene implicaciones políticas: salvajes, y porque pone de manifiesto lo obsoleto y lo superado del modelo productivo español, y eso tiene consecuencias: económicas, políticas).

(50 Aniversario del triunfo de la Revolución Cubana. Ya lo hemos comentado, aprovecho para recordarlo: Fidel ni es marxista ni comunista; ni lo es, ni lo fue: nunca. Fidel es un hipernacionalista que soñó un imposible: convertir a Cuba en un país no-dependiente. Supo romper muy bien con la dependencia de USA: enseguida se dio cuenta de que para existir necesitaba de otra dependencia, que no podía ser otra que la soviética. Ahí radica el fracaso de la Revolución Cubana: en su planteamiento: buscaba un imposible. ¿El embargo?; no si cuando a USA se le mete algo en la mollera… ¿Cuándo entenderán que al único a quien beneficia el embargo es al régimen cubano?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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