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Ni-Nis

Santiago Niño Becerra - Lunes, 28 de Diciembre

No fue por casualidad que fuese en 1999 y en The UK cuando y donde nació el término que en España fue adoptado como Ni-Ni: ‘NEET’: Not in Employment, Education or Training. Ahora, en España, en este tema, hemos llegado aquí: http://www.publico.es/sociedad/repuntan-jovenes-ninis-y-ya.html

Digo que no fue por casualidad porque The UK ya había superado la cifra del 30% de pobreza infantil a principios de los 90 y arrastraba una situación plana para muchos de sus jóvenes, y porque la recesión del 2000 comenzó a fraguarse cuando la burbuja puntocom estaba acercándose a su máximo poniendo de manifiesto más limitaciones de un modelo que en 1991 ya se hallaba en las últimas.

El hecho es que, de pronto, se vio (o se asumió) que aquella maravilla –la juventud– que tenía todo por delante y que todo iba a resolver cuando llegase a la edad profesional tenía delante una pared; y que aquellas oportunidades que la burguesía caduca y decadente contra la que se había luchado en el 68 tenía habían desaparecido porque la necesidad de factor trabajo había empezado a evaporarse.

Desde una perspectiva puramente económica la aparición de los Ni-Nis es lógica y no es más que la evolución de un fenómeno que empezó a ponerse de manifiesto a principios de los 80: la necesidad decreciente de factor trabajo y la tendencia decreciente de su demanda.

Tras acabar la II GM empezó el mundo de los jóvenes, y USA, la auténtica vencedora de la contienda mundial, fue el lugar donde los jóvenes se convirtieron en expectativa de futuro y donde la juventud comenzó a desempeñar un papel central en la economía y la sociedad capitalista. La Guerra de Corea contribuyó intensamente al fenómeno al convertirse esa juventud en mano de obra a tiempo parcial a cambio de unos dólares que gastaban en gasolina al rebajarse a 16 años la edad para acceder a un permiso para poder conducir un automóvil, todo ello en un entorno de baby boom producido por las expectativas postbélicas. Un escenario, el de la juventud USA exportado a todo el mundo y magistralmente recogido por los films “Rebel Witout a Cause” (Nicholas Ray, 1955), “The Graduate” (Mike Nichols, 1967)  y “American Graffiti” (George Lucas, 1973): la eclosión, el desenlace y el inicio del declive.

En un escenario en el que la generación de PIB se hallaba completamente vinculada a la demanda, al pleno empleo del factor trabajo y al incremento continuado de los salarios, los jóvenes eran la transición generacional: nacidos de y cuidados por la generación ocupada y pagadora de impuestos que alimentaban el gasto público presente (las pensiones del momento), se convertirían años después en los adultos que producirían, pagarían impuestos y se reproducirían en un ciclo eterno y estable.

Pero en la década de 1980 dejó de estar vinculada la generación de PIB y la demanda de trabajo, y ello en un entorno de oferta de trabajo creciente.

Aquellas oleadas de jóvenes empezaron a  ser cada vez más innecesarios desde la oferta y únicamente vistos como entes consumistas a través del gasto de pudieran aportar, aunque sólo fuese por su pertenencia a una familia: de ‘centros de coste’ fueron calificados los hijos por  Lester Thurow a mediados de los años 90.

Los Ni-Nis actuales son la evolución de aquellas chicas y aquellos chicos que lentamente empezaron a no ser precisos en los 80 para generar PIB. Sus expectativas comenzaron a declinar, y la ultracualificación y la emprendeduría se fue convirtiendo en el reducto de los ‘más’ y el subempleo en el de la mayoría.

Hoy en España tenemos más de 1,5 M de Ni-Nis. Es posible que algunas/os sean unas/os vagas/os de siete suelas que se conforman con casi nada porque a nada aspiran, pero por lo que he visto la lectura debe hacerse de otra manera: unas expectativas de muy bajo nivel o nulas, ¿a qué conducen?. Es posible que hace algunas décadas estos jóvenes cada-vez-menos-necesarios hubiesen montado una revolución, pero hoy las revoluciones, ya saben, no están de moda, por lo que los Ni-Nis pienso que no van a dejar de crecer … debido a que las expectativas en muy poco van a cambiar. (Claro que siempre se pueden cambiar algunas definiciones para que las estadísticas se reduzcan y adquieran mejor color).

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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