La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Nuevas pinceladas Ѣ€“ 1

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 11 de Marzo 120 Ѣ€" ¡Acongojante!: el 28% de la capacidad productiva industrial de USA, ya instalada, no se utiliza, ¡el 28%!. Obviamente, si no se utiliza es porque no es necesario utilizarla, las razones de ello no son excesivas.

1) En realidad ese 28% es pura filfa ya que se trata de pura chatarra que ya no se utilizaba y ahora, para dar pena, las compañías están quitando el polvo a decrépitas maquinarias y herrumbrosos utillajes a fin de que el fotógrafo del periódico local saque un par de instantáneas y así poder justificar la reducción del 20% de la plantilla y sacar algún dólar de las ayudas públicas que se están repartiendo.
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2) Esa maquinaria, esos utillajes, esas instalaciones son de lo ultimo que ha parido el diseño industrial del planeta, lo que sucede es que como el consumo de ha hundido debido a que las entidades financieras no dan un puto crédito, el consumo se ha derrumbado.

Pienso que la verdad se halla a caballo de ambas. En ese 28% estarán contabilizados, seguro, equipos más viejos que Carracuca, pero ... ¡útiles!, es decir, en servicio ... cuando lo estaban; de reducida productividad, cierto, pero perfectamente servibles, aunque ya no por no utilizables. También en ese 28% están esos equipos rutilantes, novísimos, el no va más de la tecnología, equipos que fueron adquiridos o leasingizados al calor del superboom generado por el hipercrédito y el hiperconsumo; se acabaron ambos, y la maquinaria dejó de ser útil: el 28%.

Pienso que la historia será muy crítica con estos años; sobre todo por la subutilización de recursos a que ha dado lugar lo anteriormente expuesto, con el desperdicio de recursos que se han producido. Ya se acaba, ya se acaba: ese 28% aún va a aumentar más, y la ocupación del factor trabajo que esos equipos lleva asociada ...

121 Ѣ€” Independientemente de cómo acabe la película, la filosofía que subyace en el plan Obama para evitar que nueve millones de familias USA tengan que ir a la puta calle por no poder pagar sus hipotecas tiene miga, y plantea incógnitas profundas.

El importe de la hipoteca que esas familias no pueden pagar estaba influenciado por un “valor” de la vivienda que tenía un inmenso componente especulativo: ¿compro para vender el año que viene o compro pensando en la rehipoteca?; eso se ha acabado, pero el valor permanece, y con dinero público se va a ayudar a que el componente especulativo permanezca, claro que la alternativa es que la gente sea desahuciada y que a la entidad financiera le crezcan los impagados como si fuesen setas. (El valor se mantiene virtualmente: a ver quien va a pagar mañana lo que se dice que vale hoy un inmueble adquirido ayer).

121 Ѣ€” Es un ejemplo, uno de tantos: el Miércoles 18 del pasado mes: el Comisario de Asuntos Económicos: el Señor Joaquín Almunia: “Entre finales de 2009 y principios de 2010 se empezará a ver la salida de la crisis” (El País, 19.02.2009, Pág. 16). ¿Se han dado cuenta de que prácticamente todos los gráficos que aparecen con previsiones para el 2010 muestran un cambio de orientación de la curva?. Caída desde el 2008, todo el 2009 para abajo y de pronto, mágicamente, “entre finales de 2009 y principios de 2010”, para arriba. Ya conocen mi postura: aún no ha sucedido nada en comparación con lo que va a suceder. A finales del 2009 y principios del 2010 vamos a continuar cayendo -todos-, y a mediados del 2010 el derrumbe: el inicio de la crisis sistémica.

¿Por qué tengo la sensación -siempre- de que cuando leo declaraciones como las del Señor Almunia, estoy leyendo algo muy distinto a lo que quien las hace sabe que va a suceder?. Y puestos a hacer preguntas, ¿por qué, nunca, ningún periodista, en esas ruedas de prensa en las que se hacen esas superdeclaraciones, pregunta a quienes las hacen algo cómo: “¿Cuál cree Vd. que puede ser la causa de que la evolución del crecimiento de un giro tan radical pasando en un par de trimestres de crecer negativamente a hacerlo en positivo?. Al Señor Almunia el Miércoles, sí, pero también a otras y a otros altos cargos y responsables. Como tantas veces: ¡en fin!.

121 bis Ѣ€”  ¿Está el G -20 de moda?. ¡Bueno!, de moda ...; lo que sucede es que el G-20 tiene una ventaja: están todos los que ahora son, están los que creen que son, están quienes quieren ser, están quienes, por alguna razón, tienen algo que permita a alguna de sus áreas ser, hasta están quienes no estaban y les permiten estar. Es decir, todas las economías que tienen algún tipo de protagonismo, de alguna faceta y que presumiblemente van a continuar teniéndolo para abordar la transición de la crisis están en el G-20. Pienso que el G-20 puede ser la matriz que fecunde el embrión del cambio sistémico para después de la crisis; no lo llevarán a termino Estados claro, pero como plataforma de trabajo en G-20 puede servir muy bien. Pues hala: a geveintear.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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