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Olvídense de Grecia. Es Portugal quien puede destruir al euro

Carlos Montero - Jueves, 26 de Enero Grecia ya está en fuera de juego - y su default ya está descontado por el mercado. Pero Portugal está precisamente en la misma posición, deslizándose hacia un impago inevitable de sus deudas - y cuando lo haga, dará un golpe político terminal a la moneda única, y causará daños en el sistema bancario europeo que bien podrían ser catastrófico. Así comienza la crónica de Matthew Lynnd desde MarketWatch Londres que reproducimos. Pero podría haber plasmado una de tantas que ayer comenzaron a circular por gran parte de los medios financieros. Durante mucho tiempo se sabía que Portugal estaba en problemas. Ya en mayo del año pasado se convirtió en el tercer país de la zona euro en ser rescatado. Después de que la rentabilidad de sus bonos se disparara más allá del nivel crucial del 7%, se vio obligado a pedir un paquete de rescate por valor 79.000 millones de euros.

El Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea reaccionaron con la fórmula que habían afinado hasta la perfección en Grecia - un gran aumento de impuestos, reducción del gasto, recortes salariales, y unas pocas reformas estructurales. Al país - uno de los miembros más pobres de la Unión Europea, con un producto interno bruto per cápita de sólo 21.000 dólares, significativamente menor que el de Grecia 26.000 dólares - le fue establecido el objetivo de reducir su déficit al 4,5% del PIB en 2012 y al 3% en 2013.

Y, ¿cómo le va? Se pregunta Lynnd. Tan bien como a Grecia, lo cual es decir que no muy bien. La economía griega prevé una contracción del 6% para 2012, y Portugal no está muy lejos (Citigroup pronostica que la economía se contraerá un 5,7% en 2012 y otro 3% en 2013).

El aumento de los impuestos está impulsado cada vez más a la economía sumergida. Un estudio de la Universidad de Oporto encontró que la economía sumergida, que no paga ningún impuesto, creció un 2,5% el año pasado, y ahora representa una cuarta parte de la actividad económica portuguesa. No hay que esperar que eso cambie en el corto plazo. Las empresas portuguesas no pueden sobrevivir pagando los impuestos que se les imponen.

¿El resultado? No se están cumpliendo los Objetivos de reducción del déficit. A principios de este mes, el gobierno elevó la previsión del déficit hasta el 5,9% desde el 4,5% para 2012. Si la experiencia griega vale de algo, el objetivo seguirá siendo revisado al alza. Con la contracción de la economía los impuestos caen y cada vez más gente se pasa al mercado negro para sobrevivir, y el déficit sigue creciendo.

En respuesta, la Unión Europea exige cada vez más austeridad, consiguiendo que la economía se contraiga aún más rápido. Es un círculo vicioso. Si alguien sabe cómo salir de este círculo vicioso, se lo está guardando para sí mismo.

Standard & Poors ha rebajado la calificación de Portugal por debajo del grado de inversión, y vendrán más rebajas. Los rendimientos de los bonos siguen subiendo. La semana pasada, los rendimientos superaron el 14%. Y podrían subir mucho más. El bono griego a 10 años ofrece ya un rendimiento del 33%. ¿Hay alguna razón por la cual los rendimientos de Portugal no deben llegar a esos niveles? Ninguna en absoluto.

La crisis griega podría ser vista como un caso especial. No Portugal. No tuvo que retocar los datos macro. No incurrió en déficits masivos - de hecho el déficit previo a la crisis de 2008 era menor al 3% del PIB. No fue irresponsable. El problema era simplemente que no podía competir en una moneda única con economías mucho más fuertes. Ahora el país está sumido en una depresión a gran escala - tan malo como la observada en la década de 1930 - por la unión monetaria.

Será casi tan grave como Grecia. Y tal vez más.

Mientras que el Gobierno griego pidió prestado un montón de dinero, y en su mayoría se desperdició, los consumidores y las empresas griegas estaban en una posición relativamente contenida. No es el caso portugués. De acuerdo con las cifras del Banco de Pagos Internacionales (BPI), la deuda portuguesa total asciende al 479% del PIB (frente al 296% en Grecia). Esos son 783.000 millones de euros, comparado con los 703.000 millones de euros de Grecia.

Los bancos europeos están aún más expuestos a Portugal de lo que están a Grecia. En total, los bancos tienen 244.000 millones de dólares con exposición a Portugal, en comparación con los 204.000 mil millones a Grecia, según datos del BPI.

Entonces, ¿cómo evolucionará esto? Parece seguro que Grecia entrará en default en el primer semestre de este año. La presión entonces se desplazará directamente a Portugal. Tiene exactamente los mismos problemas, sólo que peor. Si un país no puede pagar sus deudas el otro tampoco.

Eso tendrá dos grandes efectos.

En primer lugar, será un gran golpe para el sistema bancario de la zona euro. La mayor parte de la deuda portuguesa está en manos de Alemania y Francia. Pero esas son las cifras oficiales. Parece muy probable que una gran cantidad de la deuda privada, que es mucho más sustancial que la deuda pública, esté en manos de los bancos españoles. Que ya son frágiles. ¿Pueden asumir las pérdidas? Tal vez, pero usted no querrá apostar su última gota de liquidez en ello.

Después, será un golpe enorme a la moneda. Un país que entre en impago dentro de una unión monetaria puede ser calificado como un desafortunado accidente. Cada familia tiene una oveja negra. Pero cuando cae el segundo, la cosa parece mucho más grave. La idea de que todo esto es culpa de gobiernos irresponsables será insostenible. La explicación alternativa - que el euro es una moneda disfuncional, que causa estragos en todo el continente - ganará muchos más adeptos

Un default portugués dará lugar a una retirada masiva de la zona euro - y ahora se ve como el detonante de la caída del sistema. Hemos esperado cinco siglos. Sin embargo, Portugal podría estar a punto de jugar un papel clave en la economía mundial de nuevo.

Fuente: Matthew Lynnd




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