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Otra más

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 18 de Julio Está a punto de cerrar (ya lo verán) otra "fábrica" en Cataluña, otra más.

Se trata de GDX, una compañíт­a estadounidense especializada en sistemas de aislamiento y antivibración cuyo principal monto de negocio se realiza en el mundo del automóvil (http://www.gdxautomotive.com/index.html). Hasta aquíт­, normal (bueno, normal, no: el valor añadido de la mayoríт­a de productos que la empresa fabrica son de medio y bajo valor añadido); lo interesante radica en quién es su propietario: un fondo de capital riesgo, y no uno cualquiera, sino Cerberus Capital Management, L.P., ¿les suena?, es el fondo que, con seguridad, va a adquirir Chrysler ahora propiedad de Mercedes-Benz.

Bien, pues la planta que GDX se está planteando cerrar en Cataluña será la segunda que en Cataluña esta matriz cierre (la anterior la cerró en Diciembre del 2006). Y, ¿por qué se está planteando la compañíт­a cerrar esta segunda planta?, pues por los costes de fabricar lo que fabrica teniendo en cuenta el valor de eso que fabrica (la empresa manifiesta que lleva cuatro años perdiendo pasta). Las trabajadoras y los trabajadores dicen que, realizando los cambios necesarios a fin de fabricar cosas con más valor añadido, la planta es viable. GDX argumenta que la presión de las ensambladoras de automóviles le obliga a recortes continuados de costes. Esta historia ya es la enésima vez que la vivimos, y dentro de un par de años viviremos una historia idéntica por requeteenésima vez. 

Cuando GDX cerró su antigua planta catalana en Diciembre trasladó su actividad a la República Checa, y ahora, si cierra esta (en mi opinión, lo hará) con seguridad tomará el mismo camino. ¿Qué sucede?.

Cerberus -a ese ente es a quien, en realidad, debemos referirnos- y todos los entes que como él son, funcionan, en primer lugar, por expectativas de rentabilidad y, en segundo lugar, por productividades relativas. Su planteamiento no es, repito, no es, industrial, sino financiero. Fijan la rentabilidad que una actividad en la que participan tiene que alcanzar, y adaptan todas las estrategias, todas, con esa actividad relacionadas, para alcanzar dicha rentabilidad. En un segundo momento, ponen su atención en las productividades relativas de cada input necesarias para lograr esa rentabilidad y, a partir de aquíт­, adaptan todo el conjunto.

Cerberus considera que los elementos que GDX Palau-solitíт  i Plegamans, que en ese lugar es donde se halla ubicada la planta en cuestión, fabrica pueden brindarle la rentabilidad esperada, pero si se fabrican en otro sitio, no en Palau-solitíт  i Plegamans, ese es el tema; es decir, no buscan salvar empleos, ni cambiar la orientación de la planta, ni evitar efectos negativos en el municipio, buscan, pura y simplemente, rentabilidad; en otras palabras, no buscan no tener pérdidas, tampoco tener unos beneficios, buscan tener la rentabilidad esperada en la inversión que, en su díт­a, hicieron. En resumen, su argumento se halla en las antíт­podas del argumento de los sindicatos; hablan en idiomas distintos; quieren cosas completamente diferentes.

¿Por qué?, pues porque la importancia del factor capital es hoy la que es, y la necesidad que del factor trabajo tiene hoy el capital también es la que es. Asíт­ de simple. Los políт­ticos y los sindicatos, ¿no lo entienden o no quieren entenderlo?. En el fondo da igual la diferencia, el problema estriba en que, por una u otra razón, nadie explica la verdad a las afectadas ni a los afectados y nadie toma medidas antes de que los cierres lleguen; aunque, ¿hay medidas que tomar?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon LLull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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