Pensiones, seguimos
Santiago Niño Becerra - Jueves, 13 de AbrilEl dato es interesante: se espera una caída en la población activa y, lógicamente, de la tasa de actividad. Es interesante porque ello implica que la oferta de trabajo va a caer, y para ello sólo hay dos posibilidades: caída en picado de la población por muerte galopante o por emigración masiva, o reducción por innecesariedad de las horas de trabajo que esa población ofrece. La primera posibilidad es altamente remota, la segunda no: una caída en las actividades más consumidoras de factor trabajo: comercio, hostelería, restauración,… y un aumento en la automatización de tareas lleva a eso: una caída de casi seis puntos en la tasa de actividad, una tasa de actividad, la de España, que ya es de las más bajas de Europa.
Lo que no veo es que la esperanza de vida vaya aumentar. A medida que el modelo de protección social vaya retrocediendo, y en concreto la sanidad universal, bien por recorte de servicios, bien por la introducción de copagos, bien por ambos, la esperanza de vida irá cayendo: tenemos el ejemplo en la desaparición de la URSS: el paso de la buena sanidad soviética a la deficiente sanidad pública rusa desencadenó un retroceso en la esperanza de vida de cinco años en siete.
Si a lo anterior se añade la precarización de los contratos de trabajo, lo que se traduce en menores salarios medios, lo que repercute en menores ingresos para la Seguridad Social, y a lo que este año se añade el agotamiento de la caja de reserva, lo que sale es un fondo a todas luces insuficiente para atender los compromisos de pensiones en base a lo cotizado en el pasado y que deberán dar lugar, o a suplementación por otras vías o a recortes en los importes pagados. (Y esto no tiene nada que ver con la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones como consecuencia del, si sucede, posible aumento de la inflación).
Así están las cosas hasta que un miembro del Gobierno vuelva a repetir que en España ‘las pensiones están garantizadas’.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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