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Pero…¿y si España no fuera la próxima Grecia, sino la próxima Estonia?

Carlos Montero - Lunes, 23 de Julio

¿Qué es lo que no está funcionando?

España está aplicando rigurosamente las medidas de austeridad “aconsejadas” desde la UE. Los planes de ajuste son los mayores realizados en la democracia española, y los miembros de la unión han correspondido con un plan de rescate bancario por una cuantía que hace meses nos parecería inimaginable. Resultado: La prima de riesgo española en máximos, la rentabilidad del bono a 10 años por encima del 7%, un nivel insostenible para una economía en recesión como la española, ventas de pánico en la bolsa...entonces ¿qué es lo que no está funcionando?

Pues lo que no está funcionando es que los inversores creen que estas medidas de ajuste presupuestario van a provocar un recrudecimiento de la recesión económica en España (que se alargará según las últimas estimaciones del gobierno todo el 2013), por lo se obtendrá el resultado contrario al que se espera: Menor actividad económica, menor recaudación fiscal, mayor déficit presupuestario.

Para justificar este razonamiento colocan el ejemplo cercano de Grecia, del que ya hemos hablado en otras ocasiones.

Pero lo que los inversores en este momento no contemplan, es que recientemente estas medidas de ajuste sí tuvieron éxito en un país: Estonia.

Como señala Brendan Greeley de Businessweek, en mayo de 2009, meses después de la aprobación del paquete de estímulo de 787 millones de dólares en los EE.UU., el Gobierno de Estonia tomó el camino opuesto: la línea dura.

No echó mano de las reservas del país, ni pidió dinero prestado. Los ministros dicen que ni siquiera consideraron la devaluación de lo que entonces era la moneda de Estonia, la corona, lo que habría desbaratado un plan de 10 años para adoptar el euro. Para mantener el equilibrio presupuestario del país,  el gobierno de Estonia congeló las pensiones, bajó los salarios estatales en un 10 por ciento, y elevó el impuesto del IVA en un 2 por ciento (¿les suena?). El producto interno bruto cayó más del 14 por ciento aquel año.

En la compañía Estanc, que hace los contenedores de acero de alta presión en una planta fuera de Tallin, las ganancias se estancaron. La compañía pospuso los planes para duplicar espacio en la fábrica. El desempleo en Estonia llegó a representar el 16 por ciento, y muchos de los soldadores del país tomaron el ferry a través del Golfo de Finlandia a Helsinki en busca de trabajo.

Los soldadores están ahora de vuelta. En 2010, el PIB de Estonia creció un 2,3 por ciento. El año pasado, el PIB creció un 7,5 por ciento. Estanc ha aumentado su plantilla por más de un tercio en 2012. El desempleo de Estonia se ha reducido al 10,8 por ciento,  que no es ideal, pero que es menos de la mitad de España, y ha sido suficiente para que tanto el presidente del país, como su coalición de gobierno, fueran reelegidos en 2011. En noviembre pasado, el Fondo Monetario Internacional elogió al país por su recuperación y "por su situación fiscal envidiable."

Estonia parece demostrar que la restricción monetaria y fiscal puede, después del dolor, fomentar el crecimiento.

¿Es un ejemplo comparable a la situación actual en España? Las medidas aplicadas van en el mismo sentido, y lo que se intenta buscar también. Aunque la enorme diferencia entre el tamaño de sus economías, y el de su población, nos hace pensar que de tener éxito el plan de austeridad, no será tan rápido como en Estonia. De cualquier forma, es un referente positivo a lo que acogerse estos días. Veremos el resultado final.
 




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