La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Poema de despedida al euro

Antolín Blanco, editor de MercadosyBurbujas.com e iAhorro.com - Lunes, 18 de Junio

euroEs increíble que los supuestos profesionales de inversión y finanzas fueran tan miopes para  pensar que cien mil millones solucionarían los desequilibrios de los bancos, de la economía española y de paso también los desequilibrios de la eurozona en general. Para ser sincero,  estoy harto de tener que escribir siempre de lo mismo que vengo escribiendo desde el comienzo de mi blog, hace casi dos años. Desde el año 2007 vengo avisando a amigos, familiares y conocidos de la crisis que se avecinaba. Mientras algunos me descartaban como pesimista otros posiblemente me tachaban de chalado. Cuando comenzaron a publicar mis artículos a principios del 2011, lo hacían para exponer opiniones diferentes que los editores no compartían necesariamente. En los comentarios la incredulidad de los lectores era evidente e incluso algunos de ellos insultantes. Aun así no me desanimaba, todo lo contrario, me inspiraba aún más en la certeza de que si ayudaba solamente a unos pocos de los lectores de mi “supuesto pesimismo” era motivación suficiente para continuar.


 

Ahora que todo lo dicho y escrito se ha convertido en realidad, mi deber es continuar explicando que la verdadera crisis ni siquiera ha comenzado: “Señores y señoras apriétense los cinturones, agudicen el sentido del humor para poder afrontar el mal tiempo con buena cara porque en lo que respecta a la economía, bolsa, mercado laboral, condiciones sociales y finanzas, la proverbial sangre llegará hasta el rio.” Lo ocurrido hasta ahora no es sino un ligero preludio de lo que nos espera en un mundo diferente y totalmente nuevo para todos los humanos que tengan más de cuatro años de edad –todavía, ni siquiera hemos entrado en el túnel.

Al igual que los polos magnéticos de la tierra se invierten aproximadamente cada 500.000 años y que por causa de dicho proceso natural de rotación del magma del corazón de la tierra nuestro planeta queda durante décadas sin polo norte ni sur que nos proteja de la radiación que emite el sol, las tormentas solares y otros tipos de ataques radiactivos que llueven desde diferentes partes del universo, así, sin brújula que marque el verdadero norte se encontrará el mundo durante décadas del porvenir –la brújula se rompió.

Soy optimista para mis nietos (cuando los tenga) pero no lo soy para mis hijas aunque son todavía pequeñas. Es fácil predecir las consecuencias de los errores de las acciones y reacciones de los que ocupan y han ocupado el poder pero no es tan fácil vaticinar las consecuencias de las consecuencias puesto que estas son como los meteoros errantes que nunca se sabe que ruta tomarán ni donde se estrellarán porque están influenciados por fuerzas gravitacionales de otros cuerpos celestes con diferentes idiosincrasias, metas y destinos.

Entonces, en vez de fijarnos en si las orbitas son circulares u ovaladas y en las irregularidades que otras influencias gravitacionales inducen a los destinos económicos de las diferentes regiones o países del mundo, debemos poner nuestro punto de mira fijo en el entendimiento de un futuro que sabemos que será tan ineludible como la desaparición del sol y su sistema. Me refiero a la desaparición del papel respaldado por tinta abundante y barata que dará paso al papel respaldado por algo tangible, algo que a través de la historia ha servido para encauzar al mundo durante milenios y cuando el mundo hace tan solo algunas décadas decidió que ya no lo necesitaba firmó su propia sentencia que sería servida al cabo de algunos lustros.

Los lustros se terminaron y ha llegado la hora de pagarle al gaitero. El mundo regresará cabizbajo a pedirle al oro disculpas y aceptación renovada. Sin embargo, el oro se mantendrá estoico en su negativa hasta que el mundo se humille. A partir de ahí el oro decidirá retomar el cetro de las economías pero no lo hará gratis ni barato, las condiciones serán muy duras y el precio que el mundo pagará por dicho privilegio será muy alto porque es el único precio que puede corregir los errores del pasado. A partir de allí se acabará el libre albedrio y los castillos en el aire y regresará la ley de tanto tienes tanto vales.

Hablando del oro, después de nueve meses de vacilación y de haber sido vapuleado por los que no les interesa que el mundo viva basado en la realidad sino en los espejismos que ellos mismos crean, este está dando pasos cortos pero seguros como el convaleciente después de una cirugía difícil. Al menos, con los pasos que ahora está dando, aunque pequeños, está manteniendo el terreno, al contrario de lo que estaba ocurriendo en semanas anteriores –las minas también. Me temo que a partir de aquí, aunque todavía tengamos que sufrir alguna esporádica tormenta, los pasos se convertirán en saltos con jabalina que a veces producirán hasta vértigo.

Europa no tiene arreglo y en la presente estructura es insalvable. Han tardado demasiado en reaccionar para salvar lo que un día tuvo arreglo y han perdido la oportunidad para no volver a recuperarla hasta la próxima reencarnación de la idea de la Europa unida. Ni el nuevo presidente francés, ni Merkel ni ningún otro político tiene ya poder para recuperar permanentemente el timón perdido. El único que todavía podría alargar la agonía del concepto europeo bien intencionado pero mal concebido es Draghi y sus imprentas infinitas. Las deudas de la eurozona, en euros, son impagables, incluyendo las de Alemania donde los mercados ya empiezan a fijar la vista porque la economía alemana no es sostenible sin el apoyo  de todos los países que ahora forman el euro.

A veces es frustrante escuchar frases como, “no te preocupes que ellos lo arreglarán todo” y me pregunto, ¿quiénes son ellos? ¿los que lo estropearon todo? ¿los que al cabo de cuatro años de crisis no solamente no han podido arreglarlo sino que lo han empeorado incluso más? Por lo tanto debemos enfocarnos en la lógica final del desenlace y evitar ser descarrilados por las vibraciones del ruido de tambores que tocan sonatas de otras sinfonías.

Desgraciadamente, el desenlace final de la caída del euro es inminente. Os dejo con un poema que compuse al respecto hace más de un año cuando el gran público y la mayoría de los medios de comunicación ni siquiera se hacían eco de los problemas de la deuda, cuando la terminología del lenguaje referente a la deuda que ahora es tan común- entonces era como hablar en marciano. Puesto que entonces me quedé corto, ahora he tenido que añadir a la lista de la última estrofa el saludo a las siguientes divisas: francos, florines y al resto de las ex-monedas europeas, incluyendo marcos.

 

Para concluir el tema

de la griega reestructura

he escrito este poema

para constar con frescura

que Helena tronará sin duda.

 

Será pues la originaria

en capitanear el alud

que porte a la periferia

con apremio al ataúd.

 

Es algo que yo bien sé,

no sé ni cómo ni cuándo

no sé si mucho o si poco

no sé si duro o si blando,

pero que truenan lo sé.

 

Nadie hálleselo extraño

que volvamos al antaño.

Adiós euro, hola dracma,

lira, escudo, peseta y alma.

 

¿Tienes Oro?

Escrito por Antolín Blanco, editor de MercadosyBurbujas.com e iAhorro.com


 




[Volver]