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Por qué ahora (entre interrogantes)

Santiago Niño Becerra - Jueves, 24 de Mayo Síт­, ¿por qué ahora?.

¿Por qué es ahora cuando están proliferando las advertencias sobre el aumento de las desigualdades que desde hace años se están produciendo en los ingresos de las ciudadanas y de los ciudadanos europeos y los llamamientos a fin de reducir tales diferencias?. ¿Por qué ahora y no hace veinte años que es cuando empezaron a producirse?.

Se dice que fue a partir del 2000 cuando comenzó el aumento de la distancia entre las rentas percibidas por el quintil más rico de la mayoríт­a de las poblaciones que forman la UE y las obtenidas por el quintil más pobre de tales poblaciones, pero eso no es cierto: esa historia empezó mucho antes, en la década de los 80.

Dividiendo la población de Reino Unido, Suecia y USA en decilas, durante la década de 1980 las seis decilas de renta más baja empeoraron su renta en los tres paíт­ses, sobre todo las cuatro decilas de renta menor y, fundamentalmente, en las dos de renta más baja, sin embargo, la mejoraron las tres decilas de renta mayor y mucho los integrantes de la decila de renta superior. Ello fue consecuencia de los cambios fiscales que la introducción del Modelo de Oferta supuso a finales de la década de 1970. A partir de ahíт­, la distribución de la renta fue empeorando, y a ello contribuyeron los recortes que se fueron implementando en el modelo de protección social.

Durante los 90 el PIB creció, pero el peso de las rentas más bajas y, en concreto, el de los salarios, se fue reduciendo, pero ello se fue ¿mitigando? por la reducción de las tasas de ahorro y por el aumento del endeudamiento que se fue permitiendo a la población activa que fue siendo empleada o subempleada pero que cada vez contribuíт­a porcentualmente menos a la generación del PIB.

Hoy, las desigualdades están aumentando, y no a pesar del crecimiento habido en Europa y en USA, sino, paradójicamente, precisamente debido a ese crecimiento. A medida que la productividad ha ido aumentando, a medida que la competitividad ha ido creciendo (no en el reino, en el reino las cosas han ido de otra manera) se ha puesto de manifiesto que cada vez hace falta, en términos porcentuales, menos factor trabajo y de menor cualificación relativa para generar una cantidad creciente de PIB; al revés de lo que sucede con el capital. A la vez, las deslocalizaciones contribuyen a la menor necesidad de factor trabajo en Europa y USA, tanto de reducido como de relativamente elevado nivel de cualificación.

Y ahora, los expertos dicen que este es un tema preocupante, dicen que el clima social se está deteriorando, dicen que estamos volviendo a los niveles de distribución de la renta de hace una década, cuando ya se habíт­a retrocedido con respecto a los lugares que la distribución de la renta ocupaba dos décadas atrás. Y la cosa va a peor, no va a mejor.

Y, ¿por qué se está diciendo esto ahora?, pues porque al empeoramiento relativo y progresivo de las rentas salariales (en España, por ejemplo, los salarios reales tan sólo han crecido un 0,9% en los últimos diez años), se une un endeudamiento disparado, unos próximos y progresivos recortes en el modelo de protección social y una fortíт­sima crisis a tres años vista que ya empezará a ser vagamente perceptible a partir de Septiembre del año en curso. Es decir, un escenario de consumo decreciente en un panorama social complicado y en un modelo que no sabe revertir una situación como esa.

Para preocuparse, ¿verdad?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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