La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¿Puede el UKIP tener razón?

Santiago Niño Becerra - Martes, 21 de Junio

Ya, lo leyeron hace unos días, pero mañana es el referéndum. Vamos a volver a pensar de nuevo sobre el tema.

Empiecen por aquí: muy interesantes los razonamientos de Lord Nigel Lawson, canciller del Exchequer ente 1981 y 1989: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/actualidad/1465398504_277848.html

¿Y si el UKIP, el United Kingdom Independence Party, el Partido de la Independencia del Reino Unido (http://www.ukip.org), pudiera tener razón?

Son incontables los estudios elaborados por organismos públicos y privados que apuntan a que para la economía del UK será un desastre si el próximo 23 de Junio vence un voto a favor de la salida del país de la UE. Un desastre, una catástrofe, un retroceso de años y el empeoramiento generalizado de las condiciones de vida de la ciudadanía británica será inevitable si UK se va de la UE, ocasionando, a la vez, nuevas tensiones y el fantasma de la partición del país al volver a solicitar Escocia un nuevo referéndum de independencia al desear esta la permanencia en la UE. Repito, incontables. Pero, ¿existe alguna posibilidad de que lo que el UKIP plantea pueda ser verdad?.

La tesis del UKIP es muy simple: la permanencia a la UE resta grados de maniobra a UK al tener que seguir lo acordado en tratados y acuerdos aprobados por una mayoría que ni contemplan ni entienden las necesidades británicas, lo que supone un grado de injerencia intolerable en la libertad de hacer y deshacer de UK al limitar sus posibilidades. A eso añaden diversas razones culturales que, en opinión del partido, se han visto o pueden verse negativamente afectados al ser miembro UK de la UE. Centrándonos en lo económico, ¿existe alguna posibilidad de que el UKIP pueda llegar a tener razón?

Todos los estudios que se han elaborado para calibrar los impactos de la salida de UK de la UE y que concluyen en desastrosas consecuencias si tal salida se produce, todos, suponen que la situación económica actualmente existente, o se va a prolongar o tiende a la mejoría. Absolutamente todos. Pero, ¿qué sucedería si hacia dónde va la economía europea e internacional es hacia un empeoramiento acusado o muy acusado?

Supongamos que la actualmente camuflada, semicontrolada y no reconocida guerra de divisas existente fuese a más. Supongamos que una de las economías potentes del planeta, ante el exceso de oferta existente y ante la debilidad de la demanda planetaria –no ya sólo nacional– decide entrar es una agresiva política de depreciación de su tipo de cambio a fin de ganar competitividad (España sabe mucho de eso con la peseta). Supongamos que en vez de hacer llamadas a la calma, a la concordia, y al consenso, otras economías responden con medidas que deprecian su propia moneda a fin de no perder cuota en un mercado estancado o a la baja. ¿Qué creen que sucedería entonces?. Pues una especie de caos al juntarse esta carrera de tipos de cambio a la baja con los monstruosos e impagables volúmenes de deuda total existente, un problema del que ningún país se salva.

En un escenario como ese todos los países tenderían a defender su mercado interno y tenderían, en todo caso, a regresar a intercambios comerciales puntuales y medidos, regulados, y no a amplios tratados que dejen abiertas múltiples posibilidades; un escenario que beneficia a una economía como la británica y en el que ya tuvo experiencia en el pasado: la británica fue una de las economías proporcionalmente menos afectadas por la Depresión.

Hoy en la EFTA, The European Free Trade Association (http://www.efta.int) hay sólo cuatro países, pero cuando fue creada en 1960 y ampliada en 1961, había bastantes más. (https://en.wikipedia.org/wiki/European_Free_Trade_Association). Su principal impulsor fue UK, y su objetivo el profundizar en la relación comercial dejando a un lado cualesquiera otra opción.

En una situación de caos provocado por una guerra de divisas descontrolada y con cada economía defendiendo ‘lo suyo’, pienso que la EFTA no sería una mala opción hasta que no se superase la incertidumbre que el caos crearía. ¿Imposible? ¿Quién pensaba en el 2004 que cuatro años después pudiera quebrar un pilar de la economía financiera como Lehman Brothers o que en España pudieran llegar a quedar, seis años después, tan sólo dos Cajas de Ahorros?

Además hay otro tema: si mañana gana el Brexit con toda lógica se producirá una depreciación de la libra y las exportaciones británicas se beneficiarán. Y por otra parte, y más si Escocia se decide irse a su vez del UK para continuar perteneciendo a la UE (parece ser que Gales también lo querría), Inglaterra tendría las manos libres para practicar una política fiscal muy laxa, lo que, unido a su proverbial tendencia hacia el equilibrio ya que conservaría su posición intermedia entre USA y Europa, le haría muy interesante para ser destino de capitales y sedes de compañías.

¿Realmente es imposible que el UKIP (en realidad no es sólo el UKIP sino todo aquel partidario de la salida) pueda llegar a tener razón y que para UK sea mejor estar fuera de la UE?. Metiendo en el saco todas las variables, todas las posibilidades y todos los condicionantes podría llegar a pensarse qué, tal vez.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]