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¿Qué le pasaría a su vida personal si la “empresa de sus amores” quebrara?

Carlos Montero - Martes, 04 de Agosto

El pasado fin de semana recibí el siguiente correo de un inversor particular que había acudido a una reciente conferencia de analistas: “Tengo acciones de Apple desde la caída que sufrió el valor en 2013.  Compré un fuerte paquete a 70 dólares, y luego lo fue incrementando paulatinamente según la acción subía. Mi precio promedio está en los 150 dólares, y tengo el 60% de toda mi cartera en el valor. Estoy pensando en vender mis acciones si el valor supera los 450 dólares. No es porque no crea que puedan seguir subiendo en el largo plazo, sino porque pienso que ya ha alcanzado unos ratios de valoración que empiezan a dejarla menos atractiva que otras compañías. ¿Qué me recomienda?”.

Bien, pues contestaré a esa pregunta en estas páginas. Lo primero que tengo que decirle es que enhorabuena por esa inversión. No tanto por haber comprado un valor que ya en la década de 2010 sugería que iba a dominar el mercado mundial en los próximos años, sino por haber tenido la paciencia de haberlo mantenido durante todos estos años.

Lo segundo es que para responder a su pregunta primero le haré yo dos cuestiones: ¿Qué pasaría si Apple se declarara mañana en bancarrota? ¿Cómo afectaría eso a su vida? ¿Amenazaría su capacidad de jubilarse cuando quiera y mantener su estilo de vida?

Sé que Apple es “imposible” que ahora se declare en bancarrota por su importante nivel de caja neta, por su cuota de mercado, sus productos imbatibles...bien, pero y ¿si pasara?

Usted me dice que tiene el 60% de su cartera en Apple, por lo que si se diera ese “improbable” escenario, su capacidad financiera se debilitaría sensiblemente, por lo tanto, debe reducir su posición en las acciones cuando la respuesta a la pregunta “¿amenazaría su capacidad de jubilarse...?”, sea no.

Como afirmaba recientemente Blair Duquesnay, una gestora que ha sido muy optimista con esta compañía en los últimos años, y que mantiene una importante presencia en su capital: Acciones como estas no continúan subiendo para siempre. Apple puede ser una gran compañía en los próximos años, pero ¿por qué arriesgarse a estas enormes ganancias ya realizadas? Me doy cuenta de que dejar ir es doloroso, pero perder una fortuna hecha con una inversión lo es aún más. La pregunta no es cuándo vender algunas de estas acciones sino cómo.

Primero, respire aliviado porque no necesita vender todas sus acciones. Su objetivo debe ser reducir una posición concentrada a un porcentaje aceptable de su cartera general. Este número puede diferir según su horizonte de tiempo, capacidad de ahorro y objetivos financieros.

Como con la mayoría de las decisiones financieras, es importante contar con un plan. Evitar el arrepentimiento es la parte más difícil de reducir una posición ganadora. Una forma de minimizar el arrepentimiento es vender porciones de sus acciones en una fecha predeterminada. Ese calendario puede extenderse a lo largo de varios años para evitar pagar demasiado impuesto sobre las ganancias de capital en un solo año. Y no olvide que puede conservar algunas de las acciones para siempre si lo desea.




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