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Red de mentiras: cómo Gowex engañó al mundo

Julien Toyer y Carlos Ruano y Andrés González - Viernes, 15 de Agosto

 

Durante casi 10 años, la compañía española de Internet Let’s Gowex SA afirmaba ganar dinero ofreciendo wi-fi gratuito en ciudades de todo el mundo. Ahora se ha desvelado que la mayoría de los contratos nunca existieron.

El consejero delegado y fundador de Gowex, Jenaro García Martín, utilizó diversas estratagemas para engañar a empleados de la compañía, inversores y reguladores. El descubrimiento de la trama el mes pasado paralizó la compañía y minó la credibilidad del mercado español justo en el momento en el que el país se recupera de cuatro años de recesión.

El empresario de 46 años ha sido acusado de varios delitos financieros, incluido el falseamiento de cuentas. El sistema judicial español no obliga al acusado a declararse formalmente culpable, pero en su testimonio ante el juez el 14 de julio, García Martín admitió que había manipulado las cuentas de la compañía y explicó cómo utilizó una red de unas 20 empresas pantalla para dar la imagen de un flujo de negocios y contratos, la mayoría falsos, con el fin de captar inversores.

Una entrevista con el que fuera la estrella del mundo tecnológico español, con empleados y reguladores de Gowex, así como documentos judiciales, muestran que algunos de los trucos detrás del engaño eran sorprendentemente básicos.

Para ayudar a cubrir su rastro, García Martín mostraba ingresos falsos de empresas pantalla propiedad de parientes o su asistenta, entre otros, según explicó ante el juez. Antiguos empleados de la compañía dijeron a Reuters que pagó impuestos por beneficios que la compañía nunca tuvo. Una vez, según explicó un antiguo trabajador, funcionarios españoles quisieron comprobar cómo Gowex ofrecía wi-fi público utilizando vehículos. García Martín usó una conexión de Internet montada en su propio coche para simular que el proyecto era real.

"Mi objetivo es que dentro de dos años, tres años, que es cuando pudiera saltar al Nasdaq, convergiera todo", dijo al juez García Martín, según una grabación de su testimonio a la que ha tenido acceso Reuters. García Martín dijo que la falsificación buscaba inicialmente cubrir las pérdidas incurridas después de que una compañía demandase a Gowex por una serie de facturas impagadas.

Gowex, que llegó a valer en bolsa cerca de 2.000 millones de euros, ha presentado concurso de acreedores y el juez está investigando si desvió fondos al extranjero.

El ascenso y hundimiento de la que fuera la 'start-up' española más conocida se ha convertido en un capítulo excepcional en los vacilantes intentos de Europa de hacerse con un hueco en la industria tecnológica mundial, principalmente en manos de Estados Unidos y Asia.

Gowex no es el mayor colapso corporativo de los últimos tiempos en España, un país que ha sido golpeado duramente por la crisis europea. Algunas grandes firmas han quebrado, y los anteriores gestores de Pescanova SA, una compañía pesquera, están siendo investigados después de que la compañía dijera que habían falsificado las cuentas durante años. Pero la repercusión de Gowex ha sido mayor por sus clientes e inversores internacionales.

Además de la investigación criminal sobre García Martín, su mujer y su primo, el juzgado está investigando al ex director financiero de la compañía y al auditor externo que supervisó las cuentas durante años. Grupos de inversores están estudiando acciones legales para recuperar algo del dinero perdido. El regulador de los mercados españoles, la CNMV, dijo que había realizado correctamente su labor de supervisión, que no incluye revisar las cuentas de la compañía.

Esta es también la historia de ambición y pérdida personal. García Martín ha dicho en diversas ocasiones que su juventud se vio truncada por una tragedia familiar que le alentó a perseguir sus sueños. Incluso ahora, cuando el juez le ha dicho que podría encarar hasta 10 años de cárcel, cree que puede convertirse en un exitoso empresario.

"Lamento el daño que he hecho persiguiendo mi sueño", dijo García Martín a Reuters a finales de julio.

Reconoce que podría pasar los próximos años en la cárcel, pero cree que la experiencia de la falta de libertad podría ayudarle a seguir adelante. "Ahora sé que tengo que pagar por ello con la prisión y no busco clemencia. Pero seguiré siendo el dueño de mi destino y para ello mi prioridad es reparar el daño que he causado, este es mi nuevo gran proyecto".

CRECIMIENTO ESPECTACULAR

El resumen de la vida profesional de García Martín está plagado de inconsistencias. El delgado y enérgico padre de dos hijos escribió - en su página de LinkedIn, en biografías utilizadas para conferencias y en documentos financieros para la salida a bolsa y las ampliaciones de capital de Gowex - que cursó un Máster en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en 1992. Los datos de la Universidad Autónoma de Madrid muestran, sin embargo, que García Martín estudió una licenciatura en derecho allí hasta 1993. Afirma que trabajó en "importación-exportación" para Smith Barney entre 1993 y 1995 mientras, casi a la vez (de 1992 a 1996) como analista financiero para Prudential. También afirma que fue consultor estratégico de Telefónica entre 1995 y 1998. Todas las compañías han declinado hacer comentarios.

Los trabajadores de Gowex afirman que García Martín hablaba abiertamente de un accidente de coche que mató a sus padres y a su hermano en 1986. El registro de fallecidos en España es confidencial, pero él y otros miembros de su familia publicaron un obituario al año siguiente para recordar el aniversario de la muerte.

García Martín dice que se rompió 24 huesos en el choque y que pasó semanas en una silla de ruedas. Cuando dejó el hospital, comenzó a ganarse la vida importando coches de Alemania. Afirma que está orgulloso de haber comprado su primera acción de Telefónica cuando tenía 14 años y de pasar horas en el Rastro vendiendo casetes de música.

En numerosas ocasiones dijo a sus contactos y empleados que el accidente le impulsó para llegar a lo más alto.

García Martín fundó la compañía en 1999. Conocida como Iber-X hasta el año 2008, comenzó como operadora de telecomunicaciones que proporcionaba un lugar a las empresas para que vendieran y compraran minutos de voz y capacidad de banda ancha. Durante algunos años, la compañía lo hizo relativamente bien, según empleados. Al ser una compañía no cotizada, no tenía obligación de publicar información financiera.

Pero García Martín necesitaba capital. Según su testimonio en la audiencia del 14 de julio, comenzó a falsificar las cuentas de la compañía cuando una demanda empujó a la compañía hacia una "espiral negativa". Neo Sky, una compañía de telecomunicaciones, demandó a Iber-X con relación a un pago de 142.334,33 euros por el alquiler de circuitos de telecomunicaciones en 2004. La compañía de García Martín - ahora llamada Gowex - tuvo que pagar una indemnización, lo que según afirmó él mismo le costó dinero y clientes.

García Martín registró varias firmas y las presentaba, según su testimonio ante el juez, como clientes en las cuentas de Gowex. Entre ellas estaban dos compañías administradas por el director financiero de Gowex, Fernando Martínez Marugán, según datos del registro mercantil. Las compañías pantalla actuaban como falsos clientes en contratos que Gowex mostraba a entidades crediticias, inversores y funcionarios que firmaban las subvenciones.

"Básicamente, la cuestión es que comenzamos con esas tres empresas y lo que hacemos es que una factura a Gowex, Gowex factura a otra de las sociedades y esa tercera sociedad factura a la anterior. Es una triangulación", dijo García Martín al juez. "Básicamente se produce para conseguir ampliaciones de capital".

Para 2010, el año en que Gowex realizó su debut en el mercado alternativo español, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), la red de compañías pantalla había crecido sustancialmente.

El año anterior Gowex había anunciado unos ingresos de 35 millones de euros y un beneficio neto de 2,9 millones. Pero el fin de la burbuja inmobiliaria y la crisis de deuda de la zona euro estaban dañando la economía en general. Mientras Gowex se preparaba para dar el salto al parqué, competidores internacionales como Boingo, Towerstream o iPass registraban pérdidas.

Gowex siguió adelante, vendiendo el 18 por ciento de la compañía por 6 millones de euros. Las acciones subieron un 20 por ciento en su primer día de cotización.

Algunos inversores y analistas expresaron después su escepticismo sobre el comportamiento de la compañía. En una nota de marzo de 2013, el analista de NFinance Securities Pierre Schang dijo que estaba "desconcertado" por el hecho de que Gowex lograse grandes beneficios mientras que los competidores registraban pérdidas o unos ingresos mucho menores. Schang no respondió a una petición para que realizara más comentarios.

Otros cuestionaron la estructura corporativa poco profesional, con un consejo compuesto por García Martín, su mujer (Florencia Mate) y el director financiero Marugán.

"Mi mujer no venía a las reuniones del consejo", dijo García Martín al juez, añadiendo que la utilizó para que firmase como administradora de compañías pantalla que compró en Wyoming.

Mate y Marugán han sido imputados por la situación de la compañía. Florencia Mate dijo al juez que desconocía la estructura utilizada, mientras que Marugán declaró que era parte de ella pero que no tenía otra opción que ejecutar las órdenes porque temían a García Martín. Ambos ignoraron las múltiples peticiones de comentarios.

Pese a la crisis que dañaba la economía española, Gowex parecía crecer rápidamente. Sus ingresos se multiplicaron por más de 5 veces, los beneficios crecieron por 10 hasta los 29 millones de euros, y la capitalización de la compañía se disparó mientras García Martín viajaba por todo el mundo. Acudió a conferencias, se reunión con inversores en Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y China, ganándose el apoyo de inversores de fondos como JP Morgan Asset Management, Lazard Asset Management, Santander Asset Management o The Vanguard Group.

Durante su declaración, el ex director financiero Marugán dijo que sólo el 10 por ciento de los ingresos de la compañía eran reales.

IMPUESTOS AL DÍA

En sus documentos para salir a Bolsa, Gowex dijo que sus nueve mayores clientes suponían unos ingresos de 26,3 millones de euros – un 91 por ciento del total. Seis de esas empresas – que suponían un valor combinado de 24,5 millones de euros en sus ingresos – fueron vinculadas a Marugán o a administradores usados por García Martín.

Las mentiras continuaron después de la salida a Bolsa. García Martín y Marugán tergiversaron rutinariamente el tamaño – e incluso, en una ocasión, la existencia – de los negocios, dijeron en su testimonio judicial.

Por ejemplo, Gowex dijo en 2011 que había firmado un contrato de 12 millones de euros para suministrar wi-fi en lugares públicos de Buenos Aires, incluida la red del metro de la ciudad. Aunque Gowex y las autoridades de Buenos Aires mantuvieron conversaciones sobre un posible acuerdo, la transacción nunca se realizó y tanto la ciudad como la empresa del metro dijeron a Reuters que nunca firmaron acuerdo alguno y que desconocían el anuncio de Gowex.

Gowex también dijo tener contratos en París, Madrid, Gerona y Avilés. Hubo acuerdos, pero los responsables de estas cuatro ciudades y las autoridades del transporte público dicen que era Gowex quien pagaba, bien en concepto de tasa para poder promocionar su nombre en trenes y autobuses (París y Madrid), bien por el derecho a cobrar a los anunciantes (Gerona y Avilés).

La empresa dijo en 2013 que había instalado 1.953 puntos gratuitos de wi-fi en Nueva York en lo que describió como un hito en su expansión. Pero la Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad de Nueva York dijo que el acuerdo para suministrar cobertura en zonas de la ciudad como Flatiron o Roosevelt Island costaba sólo 245.000 dólares (183.400 euros), una pequeña porción de los ingresos totales de Gowex ese año.

Tales contratos permitieron a Gowex pedir préstamos bancarios y poder tener acceso a subvenciones. El dinero que obtuvo lo utilizó para pagar salarios, costes e impuestos.

Gowex pagó 10,6 millones de euros en impuestos en 2013, un 27 por ciento de sus beneficios declarados. "Jenaro siempre estaba al día con los impuestos", dijo una persona que trabajó con García Martín varios años.

Según esta fuente, en 2006 Gowex recibió dinero público para desarrollar un nuevo sistema de coches conectados a Internet que llevaría redes wi-fi a los pueblos más remotos de España. Los vehículos se emplearían donde fuera demasiado caro desplegar otras tecnologías. García Martín recibió una subvención del Ministerio de Industria para el proyecto, pero nunca asignó ningún dinero a este trabajo.

Cuando los inspectores llegaron para comprobar el trabajo, García Martín había montado una conexión básica en su propio vehículo, un Nissan Murano, y apareció con él, dijo un exempleado. Contó a los inspectores que el coche era uno de los tres que había desarrollado la empresa. De hecho, no había ninguno. García Martín no respondió para ofrecer un comentario sobre este asunto.

UNA MAÑANA PERFECTA PARA SALIR A CORRER

Al final, no fueron los supervisores españoles los que descubrieron el engaño, sino la firma de análisis estadounidense Gotham City Research LLC. El 1 de julio, Gotham City dijo que las cuentas Gowex eran falsas y estimó un precio objetivo de cero para cada acción de la empresa.

En dos días, el valor en bolsa de la empresa cayó en 870 millones de euros.

Inmediatamente después de la publicación del informe de Gotham City, García Martín se mostró desafiante. El presidente de Gowex dijo que iba a demandar a la firma estadounidense y contratar a un auditor "de prestigio" para demostrar la exactitud de las cuentas de su compañía. También continuó el proceso para obtener nuevos préstamos.

Pero el 4 de julio por la mañana, las cuentas bancarias de Gowex fueron bloqueadas de acuerdo con un documento confidencial que acompaña a la declaración de quiebra y al que tuvo acceso Reuters.

Ese día, García Martín se fue a hacer footing y escribió en su cuenta de Twitter: "Gooooood morning Madrid!!!! Perfecta mañana para salir a correr".

En las oficinas, García Martín celebró una reunión con sus empleados sobre el informe de Gotham, un evento que fue filmado por uno de los trabajadores. "Es lógico por lo que está pasando tener temor de que la empresa va a desaparecer, etc etc... os garantizo que eso no es así", prometió. Pasada la mitad de su discurso de seis minutos, abrió su mochila para sacar unos hierros que, dijo, habían estado en su cuerpo durante años después del accidente de coche que mató a su familia.

Agitó los hierros enfrente de su equipo. Podía superar cualquier reto, dijo.




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