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Reformas

Santiago Niño Becerra - Lunes, 18 de Junio Lean, lo recientemente dijo el Dr. Rodrigo Rato.

El periódico El Paíт­s del pasado 10 de Mayo publicó un artíт­culo escrito por el director general del FMI (Pág. 89). Lo más interesante está justo al principio: “Los buenos tiempos (!) no suelen ser el momento de plantear iniciativas concretas para abordar problemas difíт­ciles”. Pareceríт­a que las palabras del Dr. Rato van en contra de los mensajes habituales: es precisamente en los momentos de bonanza cuando han de realizarse los cambios pertinentes para afrontar los siguientes momentos no tan buenos. Yendo más al fondo, se aprecia que tal contradicción no existe.

El máximo directivo del FMI contempla la economíт­a mundial desde una perspectiva general, algo bastante distinto de lo que suelen hacer los gobernantes de los paíт­ses o, incluso, los rectores de las instituciones de las áreas económicas, caso de la UEM. A nivel no general (utilizar el término “particular” seríт­a demasiado restrictivo) la regla dice que en los buenos momentos han de tomarse las decisiones más molestas porque la ciudadaníт­a aceptará mejor las consecuencias de esas decisiones que si éstas se tomaran en momentos difíт­ciles. Otra cosa es que se actúe asíт­.

Pero a nivel general, los problemas no generales se ven desde una perspectiva muy diferente, puede que, en el líт­mite, pasen a ser contemplados desde una perspectiva localista y con escaso impacto global; entre otras razones, porque es muy cierto que el todo es mayor que la suma de las partes.

Bien. Entiendo que una de las conclusiones que pueden derivarse de las palabras del Dr. Rato es la de que es en los malos tiempos cuando deben plantearse las iniciativas para abordar los problemas difíт­ciles. ¿Síт­?, se estarán diciendo Uds.; pues síт­; si, insisto, contemplamos las cosas desde una perspectiva general. Y, ¿qué tipo de perspectiva puede ser esa?.

Cuando hayan leíт­do la cita del artíт­culo que se reproducíт­a al principio, se habrán preguntado que aparecíт­a, en el original, entre los paréntesis. Esto: “-y estos son buenos tiempos para la economíт­a mundial-”. Dejando al margen lo de acuerdo o no que pueda estarse con esta afirmación, es obvio que, implíт­citamente, el autor está admitiendo que van a venir tiempos malos, tiempos malos que, teniendo en cuenta la perspectiva con la que el FMI aborda las cosas, no van a ser locales, sino generales.

Si el paíт­s X, por las razones que sea, está pasando por un buen momento, debe tomar las medidas para corregir desequilibrios, nunca el FMI ha negado esa ley no escrita; pero si los malos momentos que vienen van a ser globales, generales, de tal modo que toda la economíт­a mundial estará sufriendo sus consecuencia, ¿para qué abordar ahora, cuando los malos momentos no se dan, acciones impopulares, drásticas, importantes?; esperemos a que las cosas estén francamente mal, degradadas, que sean terribles; entonces se podrán abordar las acciones que sean pertinentes con el convencimiento de que las ciudadaníт­as lo aceptarán, sin rechistar, porque, se preguntarán: “Con lo mal que estamos, ¿podemos estar peor?”; y, también, con la seguridad de que la oposición y la críт­tica a esas acciones, de existir, será testimonial.

Vienen tiempos duros y las medidas que deberán adoptarse no son, hoy, ni planteables ni imaginables. En fin. ¡Camarero!, póngame otro manhattan, por favor.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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