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Ritornello

Santiago Niño Becerra - Lunes, 26 de Noviembre En realidad, no se ha ido: ¡está aquíт­!, y va a continuar.

Ya les he dicho que en los próximos meses, quienes deben hacerlo -los políт­ticos serán los últimos, ¡como debe ser!-, en relación con la situación económica y social, y, sobre todo, en relación con ciertos temas, van a ir diciendo cosas que semanas antes no decíт­an, o negaban, cosas que decíт­an de otra manera, sobre todo números, datos. Uno de esos temas es el mercado inmobiliario.

Hace un par de meses, incluso semanas, la mayoríт­a de expertas/os y profesionales del subsector -y los políт­ticos, claro- decíт­an que en el 2008 “los pisos subiríт­an”, menos que antes, pero subiríт­an; y que en el 2009, subiríт­an muy poco, en líт­nea con la inflación; pues bien, algunas/os ya están empezando a decir que es posible que en el 2008 suban muy, muy poco y que, en el 2009, puede que bajen.

Y claro, la cabeza de turco elegida se está utilizando a todo trapo: las subprime. ¡Pero si las subprime no son una causa, son una consecuencia!. El estallido de las subprime se ha producido porque el modelo económico con el que actualmente el sistema se está manifestando está agotado; debido a este agotamiento se han producido las tensiones en el dólar USA, y las primeras caíт­das en la actividad, y la pérdida de confianza, y, por ello, ha estallado la crisis de las subprime, ¡no al revés!.

¿Qué al año que viene los precios “de los pisos” pueden ya bajar en términos reales?, ¡pero si ya están bajando!, lo que sucede es que las estadíт­sticas trabajan con medias y a nivel macro, y esas estadíт­sticas aún no han incorporado las manifestaciones micro. Una alumna me ha comentado que, la semana pasada, ella y su madre se detuvieron ante el escaparate de una inmobiliaria en una muy céntrica calle de la ciudad de Barcelona; pues bien, mientras estaban comentando sobre las caracteríт­sticas de las casas expuestas, ¡uno de los empleados de la agencia salió a la calle a preguntarles si estaban interesadas en alguna vivienda, porque seguro que podríт­an llegar a un acuerdo satisfactorio!. Historias semejantes ya las hay por docenas; ¿cuándo incorporarán la estadíт­sticas esas historias?.

Y se dice que las inmobiliarias temen que la gente posponga sus decisiones de compra. ¡Evidentemente!, porque los precios de los bienes inmuebles se van a derrumbar, los de la vivienda, síт­, pero también los de las oficinas y los de las naves industriales, y los alquileres de unas y otras. Vamos a ver, si lo que está viniendo es una crisis sistémica, si se va a producir una caíт­da de la actividad económica, si el desempleo del factor trabajo va a incrementarse hasta cotas que ya no recordamos, ¿cómo demonios no van a caer los precios de los bienes inmuebles y los de sus alquileres?. Y no es que la ciudadaníт­a vaya a posponer sus decisiones de compra, no, ¡es que no van a poder comprar!, porque no van a tener ni renta suficiente ni capacidad de endeudamiento porque ni su madre va a conceder a esa ciudadaníт­a un crédito. Y, a partir del 2010, quienes puedan poner pasta encima de la mesa, van a poder comprar lo que quieran al precio que quieran.

El Gobierno sigue con su mensaje, mensaje cuyo enfoque ahora ha variado ligeramente: “España no va mal y, en cualquier caso, va mejor que otros”. Y razona que la riqueza de las españolas y de los españoles es muy elevada; pero, ¿qué riqueza?, ¿qué tipo de riqueza es esa en la que el principal activo es un bien -el piso- cuyo valor está determinado por un ente que hasta ahora, en función de un nivel de demanda, ha dicho que es X?, ¿qué sucederá con la riqueza de las españolas y de los españoles cuando ese valor empiece a caer y siga cayendo?. Cuando la burbuja puntocom, en USA, de cada dólar empleado en consumo, ocho centavos correspondíт­an al efecto riqueza causado por la sensación de mayor riqueza generada por el alza de los valores bursátiles; ¿qué nivel de consumo ha estado generando la pasada sensación de mayor riqueza provocada por el alza continuada de los activos inmobiliarios manifestada, por ejemplo, en las rehipotecas?.

Los precios de los activos inmobiliarios -y de todos- bajarán, pero eso no va dinamizar el mercado porque para que eso sucediese tendríт­a que haber demanda, y la demanda se deprimirá debido a que el desempleo va a dispararse, las rentas reales van a decrecer y la oferta crediticia va a hundirse; lo que ahondará en la crisis de actividad, de confianza y de expectativas. ¿Cómo carajo va a dinamizarse el mercado en esas condiciones?, ¿es que ya nadie se acuerda de lo que sucedió en Japón a principios de los 90, y eso teniendo en cuenta que aquello fue, sobre todo, un fenómeno bastante local?.

De momento, de momento, el mercado continúa regulándolo todo, insisto: de momento. En el mercado, cuando la oferta crece, los precios bajan, ya no digamos lo que sucede cuando la oferta es, incluso, menor, y lo que se hunde es la demanda (sugerencia: repasen lo que es una crisis de subconsumo); si, además, la oferta aumenta, el descalabro de los precios es antológico (otra sugerencia: repasen lo que es una crisis de sobreproducción). Pues bien, cuando, en el reino -y en otros lugares- a la oferta de las inmobiliarias se una la salida a la calle de la oferta de viviendas vacíт­as -que en España está estimada en 3,5 millones-, ¿qué sucederá?; y, ¿qué sucederá con el empleo -y con el PIB, y con “otras cosas”- cuando no sean construidas la mayoríт­a de esas 450.000 viviendas que se ha dicho que en el 2008 van a construirse y un millón de trabajadoras/es vayan perdiendo su empleo?; ¿va a solucionarse la situación con esas absurdas promesas de rebajas fiscales que Gobierno y oposición están pregonando a diestro y siniestro?.

Yo sé muy poquitas cosas, pero, ¿qué deben saber, qué tipo de información deben tener quienes, de verdad, pero de la buena, saben cosas y tienen buena información?. Seguro que es pavorosa.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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