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Salarios y Pensiones

Santiago Niño Becerra - Lunes, 10 de Abril

El título recuerda el de aquella serie de TV –que también fue juego– de los 80 ‘Dragones y Mazmorras’, ya.

Veamos. Durante años se ha estado diciendo por parte de los Gobiernos de España, de las empresas y de las organizaciones empresariales que los salarios en particular y los costes laborales en general debían permanecer bajos a fin de que las compañías españolas pudieran ser competitivas y así exportar ya que las exportaciones estaban llamadas no solo a salvar la vida de la economía española sino a potenciar el crecimiento español. De hecho, se dijo y se repitió, era gracias a las Reformas Laborales como las exportaciones habían llegado a representar el motor del crecimiento. Eso había sido así hasta hace una semana, y ahora nos encontramos con esto: http://www.publico.es/economia/ceoe-plantea-subida-salarial-sindicatos.html y con esto: http://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/03/31/mercados/1490972420_364646.html .

Durante años a quienes dijimos que el trabajo estaba subvalorado se nos acusó casi de terrorismo, sucedió un poco como con las pensiones: algunos dijimos que si no se actuaba no se iba a poder pagar la paga extra de los pensionistas de Navidad de este año y se nos tachó de irresponsables, y ahora se va a realizar un préstamo del Estado a la Seguridad Social porque la pasta no llega a la vez que hay voces que dicen que hay que subir los salarios. Pero, ¿por qué se dice esto si tales subidas salariales, si se producen, causarán una caída en la competitividad?.

Mi teoría: las exportaciones de España han alcanzado ya su techo porque es imposible competir sólo deprimiendo costes laborales; a eso añadan la tendencia acelerada hacia el proteccionismo que se va a desencadenar a la que USA empiece a poner aranceles a diestro y siniestro. ¿Dónde va a colocar España el excedente de producción que va a tener?, pues en el interior en forma de consumo interno.

Para eso hacen falta dos cosas: 1) que la población tenga más pasta en el bolsillo, y eso sólo se consigue con aumentos salariales (lo de los créditos, si pero no: los bancos también tienen sus cosas y no pueden volver al 2005), y 2) que el hombre de la calle tenga confianza, y una vez asumido que el contrato de trabajo indefinido a tiempo completo pertenece al pasado remoto lo único que queda es subir salarios nominales (aunque sea de forma temporal).

Lo que sucede es que esa senda tiene un problema muy gordo y otro solo gordo. El muy gordo es que se sabe históricamente que el español medio, cuando puede consumir, prefiere un Golf a un Ibiza, es decir, prefiere bienes que vienen de fuera, lo que influye en las cuentas exteriores y ayuda en nada a recuperar la economía española. El gordo subir salarios sin mejorar productividad es suicida en el medio plazo, tanto porque sube la inflación como porque degrada la competitividad, la interna, no ya la externa.

¡Claro que en España los salarios son bajos o muy bajos! Pero, al margen de que haya empresarios desalmados que quieran explotar a sus trabajadores, lo cierto es que la productividad española es muy pobre, por lo que lo de los salarios, en la mayoría de casos, la verdad es que no pueden ser.

También es cierto que la inflación hace que las deudas ‘bajen’ y que la recaudación fiscal suba, pero pensar así sólo es pan para hoy y hambre para mañana. Repasen la Historia.

Pienso que se ha llegado a la conclusión de que España ha llegado hasta donde ha llegado y ahora hay que mantener la posición mientras se pueda aunque en realidad se haya entrado en el declive. Es decir, que vienen curvas para la economía española mucho más cerradas de las que ha habido hasta ahora y a lo que en nada va a ayudar la desaparición de los vientos de cola que España ha tenido en estos custro años pasados. Vienen curvas para España y para todos, lo que pasa es que el auto en el que España va tiene los amortiguadores cascados.

Guarden esto y en Abril del 2018 volvemos a hablar del tema.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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