La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Turismo y Costas - y 2

Santiago Niño Becerra - Martes, 28 de Agosto "Costa la de Levante, playa la de Lloret".

Ya saben, pertenece a la zarzuela “Marina”, de Emilio Arrieta, estrenada en Madrid en 1855, zarzuela que, posteriormente, el mismo Arrieta transformó en una ópera que también fue estrenada en Madrid, en 1871. Era otra época, y Levante era algo muy diferente a lo que hoy es, y Lloret de Mar en nada se parecíт­a al Lloret de Mar de ahora; ni Lloret, ni las playas del antiguo Santander, ni las de la Manga del Mar Menor, ni las de Marbella, ni !

La organización Greenpeace ha elaborado un informe muy recomendable. Su tíт­tulo es harto significativo: “Destrucción a toda costa”. Pueden verlo aquíт­: http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/destrucci-n-a-toda-costa-2007.pdf.

La mayor parte de la costa del reino está destrozada, eso lo dice Greenpeace (y otras gentes), pero no hace falta que nos lo cuente nadie, tan sólo hace falta darse una vuelta por cualquier punto de la costa más turíт­stica de España y ver qué ha sucedido, y, ¿qué ha sucedido?.

Lo que ha sucedido es que en cuarenta años mal contados las costas del reino han sido destruidas, a cambio, el PIB ha aumentado y, por ello, y debido a ello, ha aumentado la tasa de ocupación de la población activa. Es decir, España ha comprado crecimiento económico y el precio pagado ha sido la destrucción de sus costas. ¡Qué horror!. ¿Qué horror?.

A toro pasado todo es muy fácil, pero para tener una visión completa del tema tenemos que viajar hasta principios de los años 60, y España, a principios de los 60 era un paíт­s muy, muy pobre, con muy, muy pocos recursos, y muy, muy reducidas expectativas. El turismo y la construcción, para muchas españolas y para muchos españoles eran las únicas alternativas a la miseria, y esas alternativas eran música celestial para una dictadura que debíт­a encontrar salidas a una miserización que podíт­a amenazar con hacer saltar chispas. El hambre se unió con las ganas de comer y el resultado hoy lo vemos en las costas del reino.

Horroroso, síт­, porque España ha pagado parte del crecimiento que ha tenido con un bien no renovable: sus costas, pero incluso más horroroso que eso es la ausencia de alternativas: entonces, y ahora.

Porque el turismo, y más el tipo de turismo que a España viene, es un turismo de bajo valor, de tal modo que, en caso de problemas, a lo primero que va a renunciar es a “hacer turismo”, y en lo primero que va a pensar es -quienes lo tengan- en venderse “el apartamento de la costa” (con lo que ello va a suponer, claro). (Supongo que ya han visto el reportaje de la BBC sobre el mercado inmobiliario español. Sin comentarios).

España, entre los siglos XV y el XIX, se cargó sus bosques; primero con La Mesta, después para utilizar la madera como fuente energética. Hasta el siglo XIV amplias zonas de España eran casi selváticas, hoy son desiertos, o casi. España hizo eso con sus bosques porque no pudo hacer otra cosa ya que ninguna otra alternativa tuvo; España se ha cargado sus costas, porque no teníт­a alternativa. Ahíт­ radican las tragedias de España: en la falta de alternativas, y, por eso, las playas de Lloret ahora nos parecen horribles.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]