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Un escándalo de gansters -banksters- unidos en Cartel para, en connivencia, engañar a “todo quisqui”

Antonio Iruzubieta - Lunes, 25 de Mayo

La evolución económica USA, estancada y frágil, y la evolución de precios, por debajo de niveles objetivo, son motivos para la decepción de unas autoridades declaradas data dependientes que manifiestan impotencia maniobrando de manera “heterodoxa” y más bien insólita. El crecimiento del PIB del primer trimestre, +0.2%, y la marcha en el segundo medida a través del modelo en tiempo real GDPNow de la FED de Atlanta, +0.7%, quedan muy lejos de las aspiraciones de las autoridades monetarias. BEA -Bureau of Economic Analysis- es la institución encargada de recopilar los datos económicos, ajustar las series, incorporar los factores de estacionalidad y elaborar los informes de PIB. La FED, insatisfecha con el progreso económico, reacia a reconocer el desacierto de sus políticas o la incapacidad de crear demanda desde sus despachos, ha tenido la feliz idea de culpar a la estacionalidad de la falta de crecimiento e incorporar su cocina, segundo ajuste estacional, a las cifras del BEA.

La FED de San Francisco ha inventado  un filtro estadístico para ajustar la estacionalidad residual denominado  “X12-ARIMA statistical filter”, mediante el cual pretenden dar un impulso-turbo al PIB y multiplicar por 9 veces la realidad que calcula el BEA. Así, el turbo PIB del primer trimestre habría crecido un +1.8% frente al +0.2% del BEA.

Los datos del primer trimestre de pedidos de bienes duraderos, de consumo, comercio exterior, inversión no residencial, CAPEX, sectores industrial e inmobiliario, etcétera… fueron realmente débiles y por debajo de las estimaciones más pobres, pero el arma X12-ARIMA se encargará de derribar la realidad y ajustarla al antojo de la FED.

Igual su patrón, la FED, los banqueros también actúan a su antojo, hasta que sobrepasan los límites de la manipulación desmedida y generan graves efectos -subprime- que deben ser reconducidos. La banca se permite el lujo de cometer delitos que aportan beneficios multimillonarios para después, cuando son investigados, saldar sus cuitas con la justicia acordando pagar una fracción de esos beneficios sin reconocer sus faltas al fiscal de turno. Se apuntan gastos de gestión y continúan trabajando.

Lamentablemente, los escándalos continúan siendo noticia y ayer “El Cartel” de 5 grandes bancos fue condenado con la friolera de $5.600 millones en concepto de multa por haber manipulado el mercado de divisas y de tipo de interés,

¿Cuánto dinero habrán ganado?… seguramente menos que con el super escándalo de engaño y manipulación subprime y mucho menos de lo que hayan podido mangonear con esta manipulación masiva de precios. 

El cartel de los cinco está compuesto, cómo no por JP Morgan, además de City, Royal Bank of Scotland, Barclays y UBS. Pagarán la multa con parte del dinero previamente robado, gastos corrientes de actividad!

Según informa New York Times 

“For the banks, though, life as a felon is likely to carry more symbolic shame than practical problems. Although they could be technically barred by American regulators from managing mutual funds or corporate pension plans or perform certain other securities activities, the banks have obtained waivers from the Securities and Exchange Commission that will allow them to conduct business as usual. In fact, the cases were not announced until after the SEC had time to act.”

El WSJ explica que se trata de un escándalo de gansters -banksters- unidos en Cartel para, en connivencia, engañar a “todo quisqui” incluidos fondos de inversión, de pensiones, hedge funds, grandes corporaciones…

“Authorities said euro dollar traders at the banks, who were self-described members of“The Cartel” communicated through coded language in an online chat room to coordinate attempts to move rates set at 1:15 and 4 p.m.

The traders would withhold bids or offers to avoid moving the rate in directions that would hurt open positions held by other members of the group, in violation of antitrust laws, prosecutors said.”

En respuesta a las novedades el mercado, acostumbrado a todo, se encoge de hombros e ignora estos “pequeños detalles”, avanza silente completando la pauta lenta y pesada que viene desplegando desde hace meses y resistiendo cualquier posible revés.




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