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Un mundo con menos bebés presagia problemas económicos

Carlos Montero - Miercoles, 24 de Octubre

Olvida las profecías que dicen que la superpoblación matará de hambre al planeta. La raza humana se está acercando al punto en el que ya no se reproduce lo suficiente como para expandirse. En las economías más grandes del mundo, EE.UU., China, Japón y Alemania, ya está sucediendo o lo hará pronto. Los economistas dicen que estos países podrían ver un crecimiento económico más lento a menos que aumenten su población en edad de trabajar mediante la aceptación de inmigrantes, posiblemente de regiones con mayores tasas de fertilidad, como partes de Asia y África. Las tasas más bajas de fertilidad (el número de nacidos vivos por mujer) también podrían amenazar los programas de redes de seguridad como las pensiones y la atención médica. 

1. ¿Cómo de grande es la caída? 

Las tasas de fertilidad se han reducido a nivel mundial a alrededor de 2,4 en esta década, desde 5 en la década de 1960, según el Banco Mundial. Eso se está acercando a la tasa, aproximadamente 2.1, requerida para mantener estable a la población mundial a largo plazo. Muchos países más ricos, particularmente en Europa, están muy por debajo de 2.1. Varias naciones, Moldavia, Corea del Sur y Singapur, comparten la tasa de fecundidad más baja del mundo de 1,2. La mayoría de los países en desarrollo tienen tasas mucho más altas, con muchos en África con 5 o más. 

2. ¿Por qué ha sucedido esto? 

Muchas razones Con los avances en agricultura y medicina, las personas viven más tiempo y muchos menos niños mueren jóvenes. El aumento de la urbanización significa que las familias no necesitan tantos niños para trabajar en los campos. Más mujeres están retrasando la edad del matrimonio y de tener niños por su trabajo y educación. Los economistas también han encontrado una asociación entre baja fertilidad y mayores ingresos. Una vez que la producción de un país por persona supera los $10.000 al año, las mujeres tienden a dar a luz no más de dos niños. Las políticas educativas y gubernamentales, por su parte, han reducido drásticamente los nacimientos entre las adolescentes. 

3. ¿Qué le pasará a la población mundial? 

Las Naciones Unidas calcularon que la población mundial en 2017 era de 7.600 millones de personas, una cifra que se proyecta crecerá a 11.200 millones a finales de este siglo, después de lo cual podría comenzar a disminuir. Pero en muchos países se reducirán antes de eso. Con una tasa de fecundidad de solo 1,6, la población de China caerá un 28 por ciento para el año 2100, cediendo el título de la nación más poblada del mundo a la India, predice la ONU. Con una tasa de fertilidad de 1.4, la población de Japón caerá un 34 por ciento para el 2100. Se espera que el número de empleados de los EE.UU. siga creciendo, a pesar de una baja tasa de fertilidad de 1.8, debido a la gran cantidad de inmigrantes, aunque las políticas gubernamentales podrían cambiar eso. 

4. ¿Qué sucede cuando la población de un país deja de crecer? 

Su economía aún puede expandirse, pero el ritmo a largo plazo se limitará a la velocidad a la que aumenta la productividad, la producción por hora trabajada. Desde la recesión de 2007-2009, las ganancias de productividad han sido relativamente escasas, lo que hace que las bajas tasas de fecundidad sean un problema adicional. Si menos personas trabajan, hay menos ingresos para todos. Menos trabajadores también significan menos ingresos fiscales para programas de jubilación y atención médica. Y eso significa que los gobiernos podrían tener que recortar los beneficios, aumentar los impuestos o pedir más, enfrentando a los viejos y a los jóvenes entre sí. 

5. ¿Dónde está pasando esto ahora? 

En Japón, las empresas lo están pasando mal para llenar las vacantes de empleo. El gasto en atención médica y pensiones ha aumentado la deuda pública de Japón a más del doble del tamaño de su economía. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que el crecimiento económico anual del país podría ser de 1 punto porcentual más bajo en las próximas tres décadas debido al envejecimiento de la población de Japón. Eso significa que la economía del país, que se prevé que crezca un 1 por ciento este año y el próximo, podría estancarse aún más. 

6. ¿Qué pueden hacer los gobiernos? 

La inmigración puede ayudar, pero no todos los países están dispuestos a abrir sus puertas. Japón, históricamente receloso con los inmigrantes, bajo el primer ministro Shinzo Abe quiere permitir más trabajadores extranjeros para estadías limitadas. Abe también está alentando más automatización y más mujeres en la fuerza laboral. La tasa de fertilidad de Alemania, en 1.5, es la más alta en décadas, gracias en parte a un aumento reciente de la inmigración, pero también a la adopción de políticas favorables a la familia. Pero en Francia, que durante años ha tenido políticas pro-bebé, como bonos en efectivo y exenciones impositivas para los padres, la tasa de fertilidad de 1,96 es la más baja desde 2005. 

7. ¿Puede China revertir el descenso previsto de su población? 

No es probable. China cambió sus leyes en 2016 para permitir dos hijos y ahora puede eliminar los límites por completo. Si bien eso puede alentar a algunas familias a tener más bebés, no dará un gran impulso a la tasa de fertilidad nacional, según el demógrafo chino Cai Yong. Entre los obstáculos: altos costes de vida, largas jornadas laborales y gastos crecientes en el cuidado de niños. 




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