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Y la peor moneda de 2014 fue… el Bitcoin

Carlos Montero - Miercoles, 24 de Diciembre

Ha sido un mal año para el rublo ruso y unos doce terribles meses para la grivna de Ucrania. Pero ha sido un catastrófico 2014 de Bitcoin, la moneda virtual. El Bitcoin sólo es superado por el oro en la lista de temas garantizados que despiertan la ira de los trolls de Internet. Sin embargo, la promoción incansable no puede ocultar estos hechos: La moneda digital alcanzó un máximo de 1.130 dólares hace poco más de un año. Su caída de más del 56 por ciento en 2014 hace que sea la peor moneda del mundo este año, de acuerdo con Bloomberg, que rastrea 175 valores cambiarios.

El Bitcoin pretende ofrecer a los bucaneros de la web un valor seguro libre del riesgo de confiscación gubernamental o devaluación intervencionista, por lo que es la moneda que eligen los lavadores de dinero de la vieja escuela.

 

“Con un valor actual de alrededor de 326 dólares el Bitcoin no está muerto, aunque puede ser herido de muerte, señala Mark Gilbert de Bloomberg. “No ayuda que el 20 de diciembre, Charlie Shrem, una de las voces que  más ha apoyado la moneda digital como vice-presidente de la Fundación Bitcoin y director ejecutivo de un mercado de intercambio llamado Bitinstant, fuera condenado a dos años de prisión por transferencias ilegales de dinero.

Mientras que la innovación siempre debe fomentarse, el Bitcoin todavía no está preparado para albergar los ahorros de los inversores conservadores - aunque hay muchos analistas que dirían lo mismo de las monedas fiduciarias.

La segunda moneda con el peor comportamiento del mundo este año es la hryvnia de Ucrania. Estar en guerra con una superpotencia nuclear es un negocio caro, y la economía de Ucrania se  ha visto mermada incluso después del rescate internacional por valor de 17 mil millones de dólares. La nación puede necesitar otros 15 mil millones, de acuerdo con la Unión Europea. Standard & Poor’s advirtió sobre la posibilidad de que un default de la deuda pudiera ser inevitable, después de rebajar la calificación crediticia de Ucrania a CCC- la semana pasada, nueve notas por debajo del grado de inversión.

Pero estar en guerra con tu vecino más pequeño también puede ser costoso, especialmente si tu beligerancia atrae las críticas internacionales y las sanciones económicas, y coincide con un desplome en el valor del petróleo, tu producto de exportación clave. Así, el rublo ruso también se ha colocado en la cola de las divisas este año.

El aumento de tipos de interés de emergencia del banco central ruso y un acuerdo de intercambio de moneda con China han elevado al rublo justo por encima del grivna. Aún así, el rally necesitará un nuevo impulso para situarse por encima de la cuarta peor moneda, el Cedi de Ghana.

En el lado positivo tenemos al chelín somalí, que ha sido la mejor moneda de 2014 al subir un 55 por ciento frente al dólar. Las ganancias parecen tener más que ver con los expatriados que envían una gran cantidad de dinero a casa y no a los fundamentales de la economía nacional, y es una repetición de las subidas de 2013.

¿Cuáles son las lecciones que tenemos que aprender de los perdedores de este año?

Estar en guerra es peor para una moneda que no estar en guerra, no importa si se está luchando contra las autoridades financieras del mundo para la conseguir validez legal (Bitcoin), o participando en una guerra de guerrillas, ya sea como agresor o víctima (Rusia/Ucrania).

Tener amigos con mucho dinero ayuda cuando te metes en problemas; Rusia los tiene, y la mayoría de los partidarios del Bitcoin, por su parte, parece ser hackers cuyos recursos dependerán de la naturaleza Ponzi de la empresa en sí misma.

La lección clave, sin embargo, es que el dinero permanece donde está la confianza. Sigue siendo importante aspectos menores como ser respaldado por un país o países, monedas acuñadas por el gobierno, y tener una forma física que puede meterse en el bolsillo. Todo esto no significa que algún día los hackers puedan reducir nuestros saldos bancarios a cero, el sistema financiero entrará en caos y la fragilidad de la infraestructura bancaria en el mundo se pondrá al descubierto para que todos lo vean. Esperemos que 2015 no sea el año en el que nos enteremos que los ceros y unos en una computadora no son realmente dinero.”

Fuentes: Bloomberg




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