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LA CRISIS DEL 2010 (II). 2у‚тª EDICIѓN

Santiago Niño Becerra - Martes, 05 de Febrero

La crisis del 2010 será de caracteríт­sticas muy parecidas a la de 1929: fin de un modo de hacer las cosas, aunque, a diferencia de lo sucedido en 1929, cuando la llegada de la crisis fue por sorpresa debido a que la sociedad de los años 20 vivíт­a totalmente centrada en su presente, la del 2010 se está viendo venir desde hace tiempo, por lo que su impacto no será tan violento como la del 29; además, los restos del modelo de protección social mitigarán, en parte, sus consecuencias; no obstante, ese efecto mitigador será muy limitado debido a los progresivos recortes que en el modelo lleva tiempo forzando la propia evolución del sistema, recortes que se acrecentarán.

Hay algo que lleva tiempo anunciando el germen de unos nuevos elementos filosóficos. La Tercera Víт­a, en cualquiera de sus manifestaciones, con su constante referencia a la responsabilidad, a que las personas deben ser responsables, a que las personas deben actuar responsablemente, a que cada persona debe actuar con responsabilidad, está poniendo sobre la mesa la idea de que ya no hay nadie que, por encima de cada persona, vele a fin de corregir las desviaciones que se vayan produciendo; es decir, lo que la filosofíт­a que subyace en la Tercera Víт­a está anunciando es que “cada palo ha de aguantar su vela”.

A partir de Septiembre todo va a ser ya muy diferente. Rápidamente se irá imponiendo la idea de que las cosas no van tan bien como hasta ahora se está diciendo que van, pero, esa constatación será paulatina, lo que dará lugar a una cierta idea de “previsión” que se traducirá en la “imposición” de políт­ticas y de medidas concretas. Sin embargo, y a diferencia de la crisis de 1929 en la que la familia jugó un importante papel al brindar apoyo a los afectados, en esta nueva situación, ni este, ni ningún otro apoyo de semejante calibre estará presente, al contrario, en esta crisis, en la que viene, al ser el concepto de responsabilidad personal la estrella de la fiesta, los apoyos van a brillar por su ausencia; a lo sumo, aunque esto a nivel únicamente individual, cabe pensar en la instauración de una especie de subsidio de subsistencia que garantice la supervivencia a unos míт­nimos inaceptables para la ciudadaníт­a de los paíт­ses desarrollados, y a fin de que sus perceptoras/es se impliquen activamente en la búsqueda de alternativas, es decir, se responsabilicen de su propia existencia.

En Septiembre, inmediatamente a la vuelta de las vacaciones, un sentimiento de que las cosas no van como deberíт­an comenzará a asentarse en las mentes de la gente, lo que se irá traduciendo en la toma de una serie de decisiones de políт­tica económica manifestadas en actuaciones concretas tendentes a enderezar la situación, actuaciones que serán impuestas, no negociadas; decididas, no sugeridas.

La economíт­a mundial lleva años funcionando por inercia, con el piloto automático, en gran medida, programado con la filosofíт­a inherente a la divisa “el mundo va bien”. Esto, lo que en el fondo significa, es que el sistema no está preparado para actuar en situaciones de riesgo, por ello, las medidas que se irán adoptando será un “ir a salto de mata”, sin un plan determinado, intentando salir del problema y creyendo, en un principio, que se trata de un mero revés coyuntural.

Al igual que sucedió entre 1748 y 1762, cuando la evolución llevó a una nueva filosofíт­a en el Sistema Mercantilista: la que seríт­a la filosofíт­a del Sistema Capitalista, a partir de 1995 una nueva filosofíт­a se está hoy definiendo en el sistema vigente, una nueva filosofíт­a que habla del individuo como parte de un colectivo, un colectivo crecientemente modelado por una productividad creciente y por una creciente tendencia a usar más que a poseer, un colectivo crecientemente influido por la necesidad de comunicación.

Paralelamente, el consumo de recursos y, más aún, la evolución esperada de la tendencia del consumo de recursos -de todo, incluido el consumo de algo que hoy es esencial: el ancho de banda por el que transitan las comunicaciones- muestra un panorama insoportable para el stock existente de recursos. A partir de Septiembre este hecho se mostrará con toda su crudeza y supondrá la paulatina imposición de limitaciones al uso y al consumo de recursos, bien a través del aumento de sus precios, bien a través de la limitación o de la denegación de su consumo, lo que acarreará la muerte de las actividades que se demostrarán ineficientes cuando se les impida el desperdicio.

A la vez, todo lo que hasta ahora se ha ido constatando que no funcionaba en el Sistema pero que ha quedado enmascarado por la consigna “el mundo va bien”, se manifestará: los problemas en el comercio internacional, la dependencia financiera de USA, las tensiones que provocará un cada vez más devaluado dólar USA, los crujidos de una Europa que no acaba de encajar, los insuficientes pero crecientes gastos sociales, el agotamiento de la capacidad de endeudamiento de las familias, las diferentes burbujas inmobiliarias.

Mañana sigue.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.