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EL PERIODO 2007 - 2018. LA CRISIS DEL 2010 (5)

Santiago Niño Becerra - Viernes, 09 de Marzo

ilustración La coordinación entre los Gobiernos, las instituciones y los dirigentes de las grandes corporaciones funcionó aceptablemente bien a la hora de mantener en activo los suministros fundamentales -agua, combustible, energíт­a, ferrocarriles, ...- aunque a costa de elevar apreciablemente sus precios. En cualquier caso, las medidas adoptadas eran parte de una estrategia cortoplacista que evidenciaba la ausencia de un plan estructurado a largo plazo. La ya comentada pandemia causada por la propagación de una variante del virus causante de una enfermedad denominada gripe, en el 2007, asíт­ como una serie de desastres naturales como consecuencia del cambio climático, en el 2008, no hizo sino complicar aún más la situación.

Uno de los aspectos más oscuros del períт­odo 2007 - 2015 (y que tiene su origen entre los años 2007 - 2009) fue la aparición de un tipo de censura no oficialmente impuesta, aunque eficientemente ejecutada, que se fue extendiendo a todo tipo de información sensible capaz de contribuir al desánimo o al descontento de una población que, díт­a a díт­a, veíт­a empeorar sus condiciones de vida. La necesidad de tomar medidas impopulares llevó a la ocultación de datos y al falseamiento de estadíт­sticas, tanto de íт­ndole oficial como privado.

Entre principios de Enero del 2008 y el último trimestre del 2009, la sensación generalizada era la de que, utilizando una frase aún en uso en la época, “el barco se hundíт­a’. Claramente, las políт­ticas planteadas estaban orientadas al mantenimiento de la precariedad existente. El objetivo, llegado este momento, era, simplemente, la conservación de lo que aún quedaba en pie, lo que dio lugar a un incremento de los recortes de gasto, de inversión y de consumo.

A lo largo del 2008 y del 2009, se fueron acentuando las tendencias minimalistas, esto, añadido a los fuertes descensos operados en la renta personal desde el 2007, se tradujo en la exacerbación de la búsqueda del sentido de “lo útil’ y en el abandono de lo que fue considerado superfluo, de tal modo que la pregunta “¿para qué sirve?” se convirtió en guíт­a tanto para el consumo como para la inversión; esta orientación hacia la practicidad tuvo, como principal consecuencia, el abandono de valores que anteriormente habíт­an sido de suma importancia, caso de la ética.

(Una de las consecuencias más simbólicas de esta búsqueda de “lo útil’ se manifestó en el modo de formación. Asíт­, el “saber hacer’, el “conocer como hacer’ y no tanto el cómo habíт­a sido adquirido el conocimiento, se convirtieron en los parámetros de valoración de los profesionales. La formación autodidacta, en combinación con la adquirida en el desempeño de la actividad profesional, creció de forma exponencial).

Paralelamente, se impuso la idea de los perfiles en geometríт­a variable (concepto tíт­midamente formulado a principios de la década del 2000): zonas, que no paíт­ses, con mayores posibilidades de defenderse en un escenario depresivo. Esta estructuración en geometríт­a variable aceleró la práctica eliminación de las ayudas interiores e internacionales -especialmente en Europa- y supuso el aumento de las tasas de pobreza en todos los paíт­ses.

La escasez, en toda la extensión de la palabra de cualquier bien o servicio, fue convirtiéndose en término de uso cotidiano; la respuesta a ese estado fue el surgimiento, con inusitada fuerza, del concepto de “responsabilidad’, de tal modo que la responsabilidad pasó a ser considerada valor fundamental; el “ser responsable’, el “sentirse responsable’, el “hacerse responsable’, el “poder ser responsable’, se convirtieron en los elementos centrales de cualquier tipo de actuación, mayor cuanto mayor fuese la cantidad y el valor de los recursos implicados en la actuación.

(Continúa el lunes)