La Carta de la Bolsa

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¡Qué difícil es encontrar un “buen trabajo” a nuestro dinero!
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Martes, 08 de Septiembre en la sección: Apuntes</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">¡Qué difícil es encontrar un “buen trabajo” a nuestro dinero!</h3>
    Carlos Montero
    <p style="text-align:justify"><img alt="" class="ilustraciones" src="http://lacartadelabolsa.com/images/ilustraciones/aeeree.jpg" style="border-style:solid; border-width:1px; height:190px; width:280px" />Seguro que ha escuchado alguna vez estos dos consejos financieros: "ponga su dinero a trabajar", y "compre barato y venda caro". En principio, no parecen grandes reflexiones. De hecho, parecen bastante obvias. Y sin embargo, es tremendamente difícil encontrar un "buen trabajo" para nuestro dinero, y saber cuándo está un activo "barato" para comprar, y cuando está "caro". "Ganar dinero no es cualquier cosa, y sólo hay una manera de lograrlo de manera honrada y honesta: a través del comercio (o sea, mediante compras y ventas", afirmaba recientemente el economista Guillermo Barba, reflexionando sobre el consejo que exponíamos anteriormente de "comprar barato y vender caro". Veamos que señala al respecto:</p>
    <p>El consejo de inversión más sabio que he escuchado es de una auténtica “leyenda viviente” de Wall Street y quizá el mayor experto en commodities (materias primas) del planeta: Jim Rogers.</p>

<p>Dicho consejo de inversión es: <strong>“compra barato y vende caro”.</strong></p>

<p>Lo que ese magnate dice con otras palabras es que la forma de hacer dinero en las inversiones es a través del comercio. ¡No hay otra forma legítima de hacerlo!</p>

<p>De hecho, no importa si se es empleado, auto empleado o empresario, tus ingresos siempre dependen de una compra/venta.</p>

<p>Cuando cobras un sueldo, quien compra tu trabajo es tu empleador, y por eso te paga. A su vez, él para pagarle a otros empleados, para mantener viva la empresa y además obtener ganancias (para eso es cualquier negocio) tiene que vender sus productos o servicios.</p>

<p>Desde luego, el nivel de ingresos generados por las ventas debe ser mayor a todos los costos para que haya utilidades. Es decir: el empresario o inversionista, el creador de valor, tiene siempre que vender “más caro”, o sea, por una suma de dinero superior a todo lo que compra.</p>

<p>Suena y se dice fácil, pero no lo es tanto.</p>

<p>Vender cualquier mercancía requiere un esfuerzo de venta y de generación de valor para que los exigentes compradores estén dispuestos a entregarnos su dinero a cambio.</p>

<p>Nos demos cuenta o no, todos necesitamos vender para vivir. Es falso que los empresarios exitosos “no hagan nada”. Esa es una falacia inventada por personajes socialistas que creen en equivocadas y refutadas teorías de “explotación”. No existe tal.</p>

<p>En una economía de mercado a nadie se le obliga a trabajar ni a nadie se le roba nada cuando es empleado. La labor del empresario es indispensable y muy difícil: crear valor, acumularlo y seguir generando más. Esa es su chamba, y siempre es riesgosa.</p>

<p>Para los empleados, hay un mercado de trabajo como lo hay de cualquier mercancía, y por eso la única manera de que aumenten sus salarios es si aumenta más rápido y fuerte la demanda de ese trabajo que realizan los empresarios.</p>

<p>Pocos empresarios = pocas empresas = baja demanda de trabajo = salarios bajos. ¿Les suena?</p>

<p>Sólo aquellas personas, empresas y países que más generan valor a través del comercio son los que ganan más dinero en función del valor generado y se desarrollan para dejar atrás la pobreza.</p>

<p>OJO: ese valor generado se refiere a la mayor o menor apreciación que el público consumidor tiene de las mercancías de las empresas. Y quien crea que convencer a los siempre exigentes clientes de que nos compren es cosa sencilla, no tiene idea de lo que habla.</p>

<p>No existe nada que “se venda solo”. Cualquier bien para llegar a ser ampliamente valorado y demandado por el público, tuvo que haber pasado por un proceso – más corto o más largo- de valoración/apreciación, y esa valoración nunca es fija, constante ni eterna.</p>

<p>Incluso los productos o servicios más conocidos, reconocidos y apreciados por los consumidores tienen que seguir siendo vendidos, y siempre hay riesgo de que, por cualquier causa, los consumidores pierdan aprecio/valoración por ellos y en consecuencia los demanden menos o incluso dejen de comprarlos por completo.</p>

<p>La palabra clave en el párrafo anterior es: riesgo.</p>

<p>Nunca la venta de un producto está asegurada como tampoco se tiene certeza absoluta de antemano de que se podrá vender con ganancias. Jamás.</p>

<p>¿Por qué entonces la gente cae una y otra vez en el cuento de que se puede volver rica y alcanzar la independencia financiera de manera fácil y sin esfuerzos?</p>

<p>Porque como diría un clásico, aquellos que engañan siempre encuentran a alguien que se deje engañar.</p>

<p>No hay por lo tanto que caer en la trampa de aquellos que nos prometen grandes ganancias o rendimientos “garantizados” nada más por entregarles nuestro capital.</p>

<p>Recuerden que para poner “el dinero a trabajar” se requiere comerciar y correr riesgos que, si no los conocemos, podría llevarnos a tomar malas decisiones financieras y, en el peor de los casos, a perder todo lo que hayamos ganado con gran esfuerzo. ¡Cuidado!</p>
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/283563
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