La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

DUDAS RAZONABLES

Sabado, 02 de Abril de 2005 Julio Muñoz

Una vez saldado el primer trimestre del año con más pena que gloria, los mercados se enfrentan ahora con un panorama nada alentador, con múltiples incertidumbres en el corto plazo. La subida del petróleo, la inestabilidad en el mercado de divisas, tipos al alza, así­ como la debilidad del consumo y la mayor presión inflacionista en Estados Unidos y el crecimiento del desempleo y la caí­da de la confianza en Alemania son factores más que suficientes para que los inversores se lo piensen dos veces antes de invertir su dinero en renta variable. La única ventaja, dicen no pocos bolsistas, es la ausencia de mejores alternativas de inversión, lo que puede hacer aflorar la gran liquidez existente a poco que las bolsas ofrezcan signos de recuperación.

De momento, el mercado laboral estadounidense sigue dando evidentes muestras de debilidad a la hora de crear empleo. Durante el pasado mes de marzo apenas se crearon 110.000 puestos de trabajo, la mitad de lo previsto por los expertos y la cifra más baja en ocho meses. Sin embargo, la tasa de paro se ha reducido del 5,4 al 5,2 por ciento de la población activa. Esta situación puede relajar, sin embargo, las expectativas de endurecimiento de la polí­tica monetaria por parte de la Reserva Federal en un momento en que, de forma especial, dichas expectativas están determinando el movimiento a corto plazo en los mercados financieros.

La preocupación por las presiones inflacionistas, por lo demás, va en aumento en la misma proporción que los precios del petróleo. El barril de crudo tipo Brent, de referencia en Europa, ha superado en las últimas horas los 55 dólares ante las negativas perspectivas anunciadas por Goldman Sachs, que estima que el petróleo superará los 100 dólares. Una escalada que, de producirse, pondrí­a contra las cuerdas a las grandes economí­as mundiales. Ni los mercados ni los expertos, sin embargo, se muestran tan catastrofistas de momento y confí­an en una progresiva moderación de los precios.

Entre tanto, las noticias empresariales han marcado el ritmo en las bolsas españolas. Especialmente la compra de la operadora checa Cesky Telecom por parte de Telefónica que el mercado no ha digerido excesivamente bien. En esta semana, las acciones de la empresa de telecomunicaciones española han caí­do un 1,96 por ciento. Un descenso que sin duda ha lastrado la evolución de los indicadores. El í­ndice Ibex 35 ha bajado 19,80 puntos en el global de las cinco últimas sesiones, un 0,21 por ciento, para situarse en 9.289,50 puntos.

Los mejores y peores de la semana

Telecinco, aupado por las favorables recomendaciones de las casas de análisis, ha encabezado una vez más la lista de mayores subidas entres los valores del selectivo. Las acciones del grupo televisivo han ganado un 6,05 por ciento en las cinco últimas sesiones, hasta 18,23 euros. Banesto y Enagás se han colocado por detrás con subidas del 3,19 y del 2,52 por ciento, respectivamente. Las mayores caí­das en el balance semanal han correspondido a Arcelor, cuyas acciones ha cedido un 3 por ciento. NH Hoteles ha perdido un 2,83 por ciento y las acciones de Iberia se han dejado un 1,91 por ciento ante la preocupante subida de los precios del crudo.

Agenda de previsiones

Los mercados no tendrán demasiadas referencias de coyuntura durante la próxima semana, aunque algunas de las citas financieras si serán muy relevantes. El martes en Estados Unidos se publicará el í­ndice de actividad (ISM) del sector servicios y a partir de ahí­ habrá que esperar al jueves para conocer nuevos datos. Este dí­a, además de las habituales peticiones de subsidio por desempleo, saldrán las cifras de crédito al consumo y los inventarios al por mayor. En Europa, además de los precios de producción de la zona euro que se publicarán el lunes, la atención se centrará en la reunión del Banco Central Europeo que se celebrará el jueves. Los expertos, sin embargo, no esperan que se produzcan cambios en su actual polí­tica monetaria de tipos de interés al 2 por ciento, pese a que el diferencial con Estados Unidos se ha ampliado tras la reciente subida de tipos aplicada por la Reserva Federal.

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