La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

GM, EE UU Y EL RESTO DEL MUNDO

Miercoles, 04 de Mayo de 2005 Moisés Romero

{mosimage}Va de coches. Un alto en el camino, con tiempo escaso para meditar en lo que sucede y de manera especial, para volver a olfatear los vientos que trajeron estos lodos, nos lleva a la lí­nea de salida de la gran competición. El desencuentro de Wall Street con la pléyade de inversores finales se produjo a raí­z de unos malos resultados de General Motors (GM) y lo que es peor, advertencias de tiempos futuros más difí­ciles de lo esperado. Los automóviles son sinónimo de consumismo, capitalismo popular primario. Si falla la venta de coches, falla el corazón-bolsillo del consumidor y por derivación, el resto del cuerpo económico. Hemos repasado en nuestra vieja librerí­a y hemos encontrado una cita categórica: "lo que es bueno para GM es bueno para Estados Unidos". Va, en fin, de coches y el motor de algunos está gripado.

Un dí­a después de la reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos resulta curioso observar como los mercados, en un  comportamiento inusual, vuelven la vista atrás y abandonan la lí­nea de seguimiento del mañana, de la anticipación, que es de lo que se trata. Vuelven la mirada y repasan los datos del PIB del primer trimestre porque, para algunos, puso los cimientos del miedo que han recorrido los mercados en los últimos dí­as sobre un posible estancamiento de la economí­a estadounidense, aunque Alan Greenspan ha vuelto a negar la mayor y a mirar hacia otro lado, sin concesiones a la galerí­a. Algo así­, como prohibido mentar la bicha.

En este estadio es cuando recuperamos la vieja frase de Wall Street que identifica a GM con el crecimiento económico: "lo que es bueno para GM lo es también para Estados Unidos". Apuntaba un estratega hace unos dí­as, que con el argumento de los números, de la frialdad de las cifras, ahora también puede añadirse que lo que es malo para la economí­a estadounidense lo es también a nivel mundial. Y añadí­a pero, ¿hasta qué punto los datos conocidos en los últimos tiempos son indicativos de una fuerte desaceleración económica?

Un miembro reputado de la Fed acaba de salir al paso de los análisis negativos al considerar que la economí­a norteamericana mantiene un ritmo de crecimiento sólido y que los datos del primer trimestre deben ser tomados con cautela, considerando la conjunción del impacto negativo del efecto fiscal, subida de los precios del crudo y tensiones en los tipos. Este impacto deberí­a ser temporal, aunque a corto plazo la evolución de los precios del crudo se convertirá en la preocupación mayor de las autoridades.

También el presidente de Estados Unidos tomó cartas en el asunto la semana pasada al reiterar que la subida de los precios del crudo se habí­a convertido en un importante lastre para las empresas y las familias norteamericanas. Fue cuando prometió emplearse a fondo para llevar a un aumento de la producción de crudo con energí­as alternativas (nuclear) y rehabilitación de instalaciones militares para mejorar el destilado de productos petrolí­feros.

Cabe colegir que si los precios del petróleo tienden a la baja, como ya augura la OPEP ante lo que considera menor presión de la demanda, las gasolinas se abaratarán y con ellas el precio final de los coches. El cuento de la lechera es que GM podrá competir y vender más y más. Con GM al alza, la economí­a de Estados Unidos respirará. Como hemos apuntado al principio.

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