{mosimage}Cuando uno observa la evolución de los mercados en lo que va de año y la compara con lo sucedido en el mismo periodo del año anterior se queda boquiabierto y confuso al comprobar cómo los resultados son prácticamente los mismos en las principales Bolsas del mundo. Es decir, que la suma apenas varía aunque los resultados mes a mes hayan sido diferentes. La compensación de sumas y restas en un periodo de cinco meses y su comparativa con los sucesos de 2004 alerta, ante todo, del enorme poder que sobre las Bolsas ejercen los hedge funds y el desplazamiento del inversor final, entre otras cosas, porque éste ha confiado sus inversiones a aquellos dado la capacidad de persuasión y el culto que merecen para muchos, grandes fortunas incluídas. La pregunta del millón de dólares es si a partir de ahora se repetirá el escenario hasta final de año ¿Será todo tan fácil?
Hace unos días el estratega de Citigroup en España, José Luis Martínez, se preguntaba: ¿han comparado la evolución de las Bolsas en los cinco primeros meses del año con su evolución un año antes? Las semejanzas, decía, son tan evidentes, que no deben dejarnos indiferentes. En enero de 2004 el Dow subió un 0,3%, mientras en el de 2005 cayó un 2,7%. En febrero de este año, la diferencia se compensó con una subida del Dow del 2,6 % frente a apenas un 0,9% en 2004. En marzo ambos cayeron casi lo mismo, un 2,1% en 2004 frente al 2,4% este año. En abril el retroceso fue mayor este año, del 2,96% frente al 1,2% el pasado. Y en mayo del año pasado la caída fue muy moderada, de un 0,36% ¿finalizaremos este mes con ganancias para compensar?
Esta secuencia invita a seguir el curso de los acontecimientos y a repasar las estadísticas de 2004. A partir de junio y hasta agosto, la bolsa estadounidense alternó las ganancias y las pérdidas mensuales. El mínimo del año se alcanzó en la primera mitad de agosto para volver más tarde a subir con fuerza en un movimiento que duró hasta finales del año.
¿Cuál será el perfil de comportamiento este ejercicio? En Citigorup prevén que las Bolsas comenzarán la escalada en el segundo trimestre, en un escenario más sólido del vivido en los primeros meses del año. Los estrategas de renta variable europea y estadounidense de la citada entidad esperan subidas en el año de dos dígitos. Hay quien dice que es demasiado optimisto, debido a las caídas acumuladas hasta el momento y a las fuertes resistencias al alza contraídas.
Lo expuesto, como dato curioso, es común en un importante número de firmas de Bolsa y de bancos de inversión. Como si de un efecto rebaño se tratara, los que más influyen en los mercados de acciones confían en un segundo semestre bursátil excelente. De ser así, al avezado inversor privado le conviene subirse ya al tren antes de que se ponga en marcha. Sucede, no obstante, que el futuro es inescrutable y que comportamientos pasados no garantizan comportamientos futuros. De ser así, las cosas de la Bolsa serían tan fáciles que no merecería la pena considerarlas.
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