¿Se acuerdan de aquella canción de Simon & Garfunkel cuyo tíÂtulo encabeza estas líÂneas?; ¿a qué síÂ?. Fue una de las archifamosas canciones de finales de los 60: "I'd rather be a forest than a street ...".
Hace unos díÂas, cuando fui a recoger una chaqueta que habíÂa llevado a la tintoreríÂa, tuve, mientras la encargada me cobraba la correspondiente factura -que caro fue, ¡pardiez!- un minuto de charla con ella, Me dijo cosas como que el próximo semestre iba a ser de órdago; luego, al final de su discurso, acabó con un refrán catalán que hacíÂa tiempo que no oíÂa: "Qui dies passa, anys empeny", cuya traducción literal es "Quien pasa los díÂas, empuja los años".
Creo que no hace falta explicar el significado porque queda diáfanamente claro; el dicho destila toda esa filosofíÂa popular propia de los tiempos en los que los periodos malos se alternaban con los menos malos y sobre todo, en el campo, recuerda que a una época de penurias seguíÂa otra más llevadera. Lo que me sorprendió fue que una persona de unos cincuenta años utilizase ese refrán para referirse al momento que viene.
Según esa persona no vienen momentos dichosos, vienen momentos complicados, y será al retorno del verano, con deudas acumuladas, con gastos nuevos a la vuelta de la esquina, con precios para arriba, con el euro "empujando" (siempre acaba apareciendo el euro: ¿alguien habrá hecho una encuesta sobre el grado de satisfacción de la gente de la calle con la moneda única), los problemas van a aparecer.
Pero la gente de la calle -alguna- tiene defensas, y piensa que es cuestión de aguantar, de que pasen los díÂas y asíÂ, empujar los años; suerte de eso, ¿no?, porque, ¿se imaginan que pensasen otra cosa?.
"I'd rather be a hammer than a nail ..."
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÂa IQS. Universidad Ramon Llull.
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