Uno de los temas que hoy en Europa está de moda es el del empleo del factor trabajo, como ejemplo, las recientes recomendaciones del Banco de España y las del Instituto IfW de Kiel.

El instituto de Kiel -uno de los seis sabios alemanes- dice, pura y simplemente, que hay que reducir los costes laborales así­ como las subvenciones que reciben las empresas: la que no pueda sostenerse por si misma, que se hunda y, quienes sobrevivan, que les resulte más barato contratar.

n 1998, Juan Majó, entonces presidente del WG Information Society Forum, publicó en el suplemento Ciberp@í­s del 3 de Noviembre un artí­culo muy, muy corto, pero absolutamente demoledor; decí­a cosas como esta: "(...) el paro (hoy) no es un problema temporal y cí­clico, sino que tiene elementos estructurales que son consecuencia de cambios profundos en la naturaleza de nuestras economí­as".

Cuatro años antes, en 1994, y coincidiendo con la publicación de "El fin del trabajo", Jeremy Rifkin manifestó que hacia el 2020, tan sólo el 2% de la mano de obra estarí­a empleada en instalaciones semejantes a lo que hoy denominamos ?fábricas', ¿por qué?, pues porque la tecnologí­a harí­a innecesario que trabajase fabrilmente más del 2% de la población para generar la totalidad de los bienes industriales.

En los años 80 ya se puso de manifiesto que crecimiento económico -incremento del PIB- y creación/mantenimiento del empleo habí­an dejado de estar relacionados. En los 90 se constató que el concepto de puesto de trabajo -empleo fijo, salario establecido, tarea determinada, horario instituido- estaba muriendo como consecuencia de la ?nueva forma de hacer las cosas' que la tecnologí­a estaba trayendo. Lentamente, en los 2000, se está dibujando una situación en la que aparece una idea nueva: excedente de factor trabajo, un factor trabajo innecesario pero que está ahí­ porque está asociado a la persona.

¿Realmente cree el Banco de España y el Instituto IfW que con sus recomendaciones va a resolverse como por arte de magia el problema del desempleo?. ¿En verdad piensan esas instituciones que poniendo en práctica lo que recomiendan va a hacerse desaparecer el excedente de factor trabajo que ya, en estos momentos, existe y el que dí­a tras dí­a va a ir apareciendo?.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.