Viernes, 21 de Octubre de 2005
Redacción
La facilidad de las sociedades de capital riesgo
para aparecer y desaparecer de la faz de la Bolsa es impresionante. Las
estructuras operativas suelen ser cortas, es decir, sin muchos
empleados ni burocracias. Ello les permite actuar con agilidad y
rapidez en cualquier momento.
De puertas adentro del mercado, la comidilla de
los últimos díÑ‚Âas es la súbita desaparición de las sociedades de capital
riesgo, que tanto animaron la trastienda del mercado antes, durante y
pocos después del verano.
Si recordamos el panel de empresas susceptibles de ser opadas entonces
y vemos las que, en efecto, han sido opadas comprobaremos cómo
una vez más la fantasíÑ‚Âa es el alma mater de la Bolsa y como las opa son
habas contadas.
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